Si nuestros mayores nos recomiendan aprender idiomas no es por capricho. "Más sabe el diablo por viejo que por diablo" dicen, y es que desde la perspectiva que nos miran todo se ve distinto. Al fin y al cabo, ellos nos observan desde el final del tablero, y nosotros apenas hemos llegado a la segunda casilla.
Pero en algo se equivocan.
Y es que aprender idiomas no se debería limitar a saber traducir "carrefour" como cruce de caminos o encrucijada y no como supermercado. Hay otros idiomas. Hay lenguajes de programación, por ejemplo. Y lenguajes no escritos. Gestos, miradas, el movimiento de las manos acompañando a una explicación, todo vale a la hora de conseguir que la persona que tenemos enfrente comprenda el mensaje que queremos transmitirle. Todo cuenta a la hora de acercarnos a los demás, en definitiva. De lo contrario, si caemos en el error de no aprender a interpretar los signos que los que nos rodean nos envían, podríamos acabar solos, en un camino a ninguna parte.
1 comentario:
Cambio de estrategia, ¿eh? Hemos pasado de los post monográficos de música moderna a micro híbridos de narrativa, cómic y lo que haya abierto en la nevera con los que colarnos píldoras moods....
Felicidades, yo antes pasaba de largo por tus recomendaciones musicales y ahora ya me comido dos....
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