Alfred “Alferd” Packer
In the Colorado Rockies
Where the snow is deep and cold
And a man afoot can starve to death
Unless he's brave and bold
Where the snow is deep and cold
And a man afoot can starve to death
Unless he's brave and bold
En Noviembre de 1873,
21 mineros salieron de un lugar cercano a Salt Lake, Utah, rumbo a Colorado. Su
objetivo: las cercanías de la localidad minera de Breckenridge. Recorriendo
unas 350 millas, la primera parte del camino a lo largo de Utah la realizaron
en terreno asequible. Tras entrar en Colorado, se desviaron hacia el sureste y
comenzaron a enfrentarse a condiciones climáticas y geográficas muy adversas.
Tras bastantes dificultades, en Enero de 1874 llegaron a las proximidades de
Montrose, al campamento del jefe indio Ouray.
El conocido como
‘White man’s friend’ les acogió, aprovisionó, y por supuesto sugirió que
esperaran al menos tres meses hasta que mejoraran las condiciones. Cruzar las
montañas en pleno invierno en esa época era una autentica locura, como los nativos sabían muy bien.
Por desgracia,
los mineros querían llegar cuanto antes para tomar posesión de las vetas mas
prometedoras y que nadie se les adelantara. Cinco hombres decidieron seguir
ruta: Shannon Wilson Bell, James Humphrey, Frank "Reddy" Miller,
George "California" Noon e Israel Swan. Por suerte, contaban con un sexto acompañante que hacía las veces de guía y experto ‘montañero’: Alfred
Packer. O eso creían ellos. Poco después
salieron hacia Los Pinos Indian Agency, cerca del actual
Gunnison. Un viaje de unas 80 millas (aunque ellos creyeron que eran solamente
40). Llevaban provisiones para unos 10 dias.
Aquí la historia
se confunde con el mito, pero el caso es que en Abril, mas de 2 meses después,
Packer apareció cerca de Gunnison. Solo, en aparente buen estado de salud, y
con posesiones que habían pertenecido a sus acompañantes. Pronto la gente
comenzó a murmurar, y un mes mas tarde Alfred se vio obligado a dar
explicaciones al general Charles Adams, el encargado de supervisar la comunidad
india donde se dirigía el grupo y donde apareció Alfred.
Versión 1
A los pocos días
de salir, tras avanzar penosamente en condiciones inhumanas, el
grupo se quedó sin provisiones. El más viejo, Israel, murió el
primero, y el resto del grupo no dudo en coger algunos pedazos para
alimentarse. Poco después sucedió lo mismo con James Humpfrey. Packer admitió
haberle robado los 133 dolares que llevaba encima. Un muerto no iba a necesitar
tanto dinero, verdad? Frank Miller fue
el siguiente, aunque Alfred había ido a buscar leña y por tanto no pudo dar
detalles acerca de las causas de su muerte. Al regresar se encontró a los dos
hombres restantes comiéndose al pobre Miller y Alfred no pudo hacer otra cosa
que unirse a ellos. Al día siguiente, nuestro protagonista se ausentó otra vez a buscar comida; en ese lapso de tiempo, al parecer Bell
disparó a ‘California’ Noon. Cuando Alfred volvió se encontró a un enloquecido Bell, que parece ser que había decidido ser el único superviviente. Trató de matar a
Alfred, encontrando su propia muerte en el intento.
Al general Adams
la historia parece ser que le chirrió un poco y mando encarcelar a Alfred. En
agosto, John A. Randolph, un artista que trabajaba para Harper’s Magazine se
encontró 5 cadaveres en Slumgullion Pass, al lado del rio Gunnison, muy cerca
de la actual Lake City. Los cuerpos estaban todos juntos y no parecían haber
tenido una muerte precisamente pacífica. Los retrató como veis en la figura. Ah! Pero para entonces el bueno de
Alfred ya había escapado de la cárcel. Estamos en 1874.
Version 2
Nueve años más
tarde, en 1883, la mala suerte se cruzó con nuestro afamado guía; uno de los
miembros originales de la comitiva que había partido de Utah se lo cruzó en un
salón en Wyoming. Fue capturado y llevado a presencia de su antiguo amigo el
General Adams, que atentamente se sentó a escuchar, esta vez sí, la verdadera
historia.
El grupo salió
del campamento de Ouray con provisiones para 7 días. Al poco se vieron
sorprendidos por una tormenta de nieve (quién se lo iba a decir, en medio del
invierno en colorado). Avanzando muy lentamente y con enormes dificultades, se
quedaron pronto sin alimento. Alfred se separó del grupo y trató de cazar algún
animal, al ver que sus compañeros estaban ya al borde de sus fuerzas. Incluso
uno de ellos, Bell, se estaba comportando de manera muy extraña aquella mañana,
`as if hunger were twisting his mind`. Cuando volvió sin haber encontrado nada,
Bell se estaba zampando al fuego un gran trozo de carne, sacado de la pierna de
Miller. Alfred busco el cuerpo y lo encontró con un hacha clavada en el cráneo,
junto a los otros tres compañeros: todos muertos con heridas de hacha. Todo
parecía indicar que no había sido un accidente, verdad?. Lo siguiente que
Alfred recuerda es que fue atacado por Bell, pero consiguió zafarse y
dispararle. Permaneció allí varios días más, enterró los cuerpos y sobrevivió
comiendo del muslo ya empezado de Miller.
Su juicio comenzó
el 6 de Abril de 1883. Alfred admitió haber matado a Bell en defensa propia,
pero serios indicios de lucha en el cuerpo de Swan, a lo que hay que sumar el
hecho de que apareciera con dinero y posesiones de algunos de los otros
compañeros, hicieron que el jurado no se creyera su historia. Fue formalmente
declarado culpable del asesinato de Swan, con estas palabras:
"Close your ears to the blandishments of hope. Listen
not to the flattering promises of life, but prepare for the dread certainty of
death. To other sickening details of your crime I will not refer. Silence is
kindness."
Fue condenado a
morir en la horca el 19 de Mayo de 1883.
Version 3
Ah! Pero esto no
es todo amigos. Alfred reclamó a la corte Suprema de Colorado y su sentencia a
muerte fue puesta en suspenso. En 1885 la justicia del estado admitió que tenía
derecho a un nuevo juicio: la no retroactividad de las leyes ya se aplicaba entonces, y Alfred no
podía ser condenado en 1883 por un asesinato cometido en 1873 por la sencilla razón
de que Colorado se convirtió en un estado en 1876; anteriormente era solamente
un territorio y el asesinato no estaba tipificado.
En 1886 fue
condenado finalmente a 40 años de cárcel. En 1897 escribió una carta a un
periódico con la tercera y definitiva versión de lo ocurrido.
En ella mantenía
que, tras 9 días de travesía llenos de penurias (en los que literalmente había
terminado comiéndose sus propios zapatos), acamparon cerca del lago próximo al
río Gunnison. La mañana siguiente Alfred se marchó en busca de civilización.
Relató que en ese momento todos estaban ya inquietos por el estado mental de
Bell, y que le tenían miedo. Cuando volvió, y sin razón aparente, Bell trató de
atacarle, y él le mató de un disparo. Después de cargarse a Bell, Alfred
comenzó a buscar al resto de sus compañeros, encontrándolos muertos.
Alfred comió
carne que encontró al lado de Bell, que parecía proceder de la pierna de
Miller. Tras vagabundear varios días llegó a Los Pinos, según él en un estado
más que lamentable de salud. Lástima que todos los testimonios afirmaban que de
hecho había llegado bastante sano, curiosamente.
Alfred salió de prisión
en 1901 en libertad condicional, y falleció en 1907. Los que le trataron al
final de su vida le describieron como “a nice old man”. Se rumoreaba que se
había vuelto vegetariano.
Como podéis adivinar, este hombre se convirtió en una leyenda.Y, pasados más de cien años, quizá la cosa tenga su gracia no?
Oh Alfred Packer
You'll surely go to hell
While all the others starved to death
You dined a bit too well
While all the others starved to death
You dined a bit too well
The alfred Packard ballad
2 comentarios:
Inspiradora historia, no veo el momento de que llegue noviembre para ir a verte y adentrarnos juntos en la nevadas montañas de Colorado... Capullo.
Me pregunto si nosotros estuviéramos en una situacion parecida, quién de nosotros, quién!?, se comeria al resto sin reparos.
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