viernes, febrero 08, 2008

It's evolution baby...

Me despierto y tardo tres segundos (ahora siempre tardo tres segundos) en darme cuenta de dónde estoy, y luego tardo otros tres segundos en distinguir la música del móvil a mi lado.
Miro quién me llama, y en la pantalla aparecen unos veinte números.

- Buenos días, ¿Pablo?- dice una mujer.
- Sí, soy yo.
- Buenos días, soy fulanita –más tarde me arrepentiré de no haber escuchado su nombre- y te llamo de
EADS. Era para decirte que se te ha concedido la beca.
- …
- ¿Estás ahí?
- Eh… sí, sí, sí que estoy aquí. Bueno… muchas gracias.
- Enhorabuena Pablo. La semana que viene se te hará la confirmación oficial vía correo electrónico, pero queríamos avisarte lo antes posible.
- Muy bien. Muchas gracias.
- En el correo que te enviaremos vendrá confirmada la fecha de inicio de tu beca, pero te anuncio que será el 27 de febrero.
- Vale. Muchas gracias.
- Nada más. Te dejo mi número por si necesitas algo. Apunta. 91-3-5-4-2-4-7-6. ¿Lo tienes?
- Sí, sí. Muchas gracias.
- De acuerdo, entonces nos vemos en un mes Pablo. Y enhorabuena otra vez.
- Bien. Muchas gracias.- cuelgo y empiezo a pensar que he gastado el “muchas gracias” por una buena temporada. Vuelvo a dormir.


Cuando me despierto un tiempo después empiezo a analizar lo que me acaba de ocurrir. Tengo menos de un mes para decir adiós a mi trabajo de hombre más limpio del mundo, al sitio donde llevo trabajando siete meses y del que quiero marchar hace dos. Por fin se abre la siguiente puerta. Tendré que pensar qué diré en el trabajo, me da vergüenza sólo de imaginarme delante de mi jefe que ya no es mi jefe diciéndole que me voy. Además justo ahora que han “reestructurado el organigrama de la empresa”, y justo ahora que me han cambiado el jefe y han juntado las fabricaciones de líquidos y de sólidos. Justo ahora que todos me decían que era un paso adelante para mí ya que cargando con la responsabilidad del doble de secciones podría aprender el doble y ganarme el respeto de mis superiores el doble. Pero eso es otra historia que otro vivirá, a mí ya no me toca. Por ahora se ha acabado Persán.

¿Y qué voy a hacer ahora? Pues dedicarme a la beca que me han concedido para trabajar en EADS-CASA, el consorcio europeo de empresas aeronáuticas. Y no sólo eso. La beca incluye dos aspectos importantes, y si el primero es trabajar en un departamento de EADS (fingers crossed porque no sea un departamento militar) el segundo consiste en la subvención completa de un MBA especializado en aeronáutica en la EOI de Sevilla, una escuela de negocios para jóvenes JASP, con dinero, papás con tierras, y muchas ganas de mandar y decir cosas como “el empuje de los emergentes mercados asiáticos hará que nos esforcemos mucho más por depurar nuestro know-how”. Vamos, que con un poco de esfuerzo por mi parte, un poco de suerte por parte del resto, y un poco de paciencia, en unos pocos años podréis llamarme sucio (cambiar por gordo en caso de que cambie mi metabolismo) capitalista.