lunes, marzo 29, 2010

F1-2010. I

Vuelve el espectáculo que irrita los ojos de Gonzalo Serrano. Nuevos equipos, nuevas normas, nuevos pilotos y los mismos comentarios estúpidos de siempre. ¿Alguien se lo quiere perder?

Bahrein.
Sencillo el primer GP de la temporada, que se decidió en dos puntos críticos. El sábado se clasificó Vettel en la pole, seguido de los Ferrari y por detrás los Mercedes y Webber. Primer punto crítico: la salida. Alonso ganó media carrera adelantando por el exterior a Massa, y Hamilton perdió sus aspiraciones de victoria al ceder ante Rosberg, aunque luego recuperaría la posición en el primer reportaje.
Segundo punto: Los problemas de Vettel (al parecer con el escape, aunque Ron Dennis dice que se quedaba sin combustible, toma ya) que le hicieron ceder tres posiciones, lo que dio como resultado el primer doblete de Ferrari y la primera victoria moral de McLaren sobre Mercedes, al completar el podio Hamilton.
En esta primera carrera cabe destacar además que los motores Mercedes no dominaran (como la prensa especulaba), que Lotus fuera el mejor preparado de los tres nuevos (qué horror el HRT, arrastrándose por la pista), y poco más. Se ven cuatro equipos por delante, a un segundo nivel están Williams, Force India, Renault, Toro Rosso y BMW, y ya en un tercer nivel están Lotus, Virgin y HRT. Veremos cómo evoluciona esto, pues aún es pronto para juzgar quién ha hecho los deberes y quién no.


Australia.
Emocionante una vez más la carrera de Australia. Es una pena que este GP nunca sea un ejemplo de la tónica que nos espera para el resto del campeonato, y es que las carreras en el circuito urbano de Albert Park siempre sorprenden. Este año hemos tenido lluvia, abandonos, safety car, estrategias de neumáticos y adelantamientos; poco más se le puede pedir a la F1 moderna.

Calificaron los dos Red Bull (Vettel en pole), seguidos de Alonso y el resto de los ocho de arriba. El domingo, cinco minutos antes de empezar la carrera, se puso a llover. Todos cambiaron rápido a ruedas de mojado, y la salida prometía, bien que prometía. Salió mal Alonso, se puso nervioso, y giró en la primera curva muy cerrado, tocándose con Button y haciendo un trompo. Resultado: último. Schumacher rompió el alerón delantero y se unió al asturiano en su remontada particular, que este año ha de ser seis coches más larga que el año pasado. Un safety regalo de Kobayashi permitió calmar los templados ánimos.
Por delante Vettel mantuvo la primera posición, Webber y Massa se peleaban por la segunda, seguidos por un Kubica que hizo una salida memorable, y los tres Mercedes restantes. Punto clave 1: Empieza a secarse la pista. Button pone secos en la vuelta 6, hace dos trompos nada más salir, pero parece que va como un tiro, pues todos los demás (salvo los dos Red Bull) entran en la vuelta 8. Guirigay del copón en boxes; Vettel entra una vuelta después y mantiene el liderato, y Webber lo hace en la 10, cuando ya es demasiado tarde. Posiciones tras el baile: Vettel, Button, Kubica, Rosberg, Massa, Webber y Hamilton. Por detrás Alonso remonta espectacularmente, y a Schumi le cuesta.

Punto clave 2: En la vuelta 25 Vettel tiene un problema de frenos y abandona, desastre para Red Bull que deja escapar dos victorias en sendos GPs por fallos técnicos (¿demasiado agresivo el alemán?). Button lidera a placer, y Kubica aguanta los ataques de Hamilton por la segunda plaza.

Punto clave 3: Hamilton, Rosberg y Webber entran a cambiar neumáticos, lo que aúpa a los dos Ferrari a P3 y P4 en la primera muestra de que también hay estrategias con los neumáticos: cuidarlos bien tiene premio. En las últimas veinte vueltas vemos como los cuatro de delante, pierden ventaja con los tres que llevan nuevas de forma masiva: se acercan peligrosamente.

Punto clave 4: Hamilton, incapaz de adelantar a Alonso en una lucha épica que dura casi diez vueltas, se queja por radio de lo mucho que se degradan sus ruedas al perseguir de cerca a otro coche. A tres vueltas del final, cuando parece que el asturiano ya va a aguantar, el inglés coge la trazada buena y se pone en paralelo. Alonso apura frenada, clava ruedas y parece que le va a ganar el pulso justo cuando Webber, detrás de ambos, pierde el control de su coche y embiste al McLaren. Ambos pueden continuar pero perdiendo posiciones.

Final: Victoria táctica para Button, sorprendente Kubica en segundo lugar y Massa, incapaz de adelantar en pista, se gana un tercero gracias a los aguantes de Alonso, cuarto.

Se acaban las dos primeras carreras y los Ferrari copan la clasificación, seguidos de Button (las victorias valen mucho) y Hamilton. Los Mercedes y los Red Bull son los grandes derrotados hasta ahora, y queda la incógnita de saber si Kubica estará a la altura o no. Emoción tenemos.






¡Qué decir de la VBRL2010! ¡Cómo escribir una frase sin decir “emoción” y “brillante”! Esto está cumpliendo todas las expectativas puestas, nuestros patrocinadores gozan de alegría, y sinceramente pienso que la TPA ya está tardando en hablar acerca del campeonato de Fórmula 1 Asturiano más importante de la red.

Si en la primera de estas dos primeras carreras (con alineaciones libres) la dupla Titanlux Caesar-Puzolana Entertainment casi consiguen un pleno (sólo les faltaron los 5 puntos de vuelta rápida), en esta segunda la victoria ha sido para la flamante debutante: Laureus. Ella y solo ella podrá pintar la cara de todos sus rivales durante esta semana.

¿Y mientras tanto quién lidera? Pues, señoras y señores, de forma rotunda y sorprendente, el Grand Mächaka lidera por un estrecho margen de tres puntos. ¿Qué significa esto? Pues además de que lidera la VBRL (como es obvio), el Grand Mächaka Powered Engines Orkestar tendrá el inmenso honor de ser el primer equipo de la VBRL en elegir… ¡el MOR-through! El arma definitiva para acabar con los competidores (o no).

Y por si esto les parece poco, esta semana tendrá lugar la primera ronda de fichajes.

Ahora ya puedo parpadear.

martes, marzo 23, 2010

El Ferre Roxu



Hubo un tiempo feliz en el que los hombres creían en dioses. A esa época le correspondían héroes como Aquiles, Ulises, Hércules o el Cid Campeador; hombres de destino a quienes la vida brindaba la oportunidad de mostrar su carácter invariable mediante intrincadas y peligrosas pruebas que siempre lograban superar, merced a su valor, fuerza e inteligencia.

El cambio de mentalidad en el tránsito de la Edad Media a la Edad Moderna, de las civilizaciones cerradas a las civilizaciones abiertas, dio como resultado la aparición de una nueva estirpe de héroes, más acorde con los nuevos tiempos. Héroes problemáticos que vagan en un mundo sin dioses en busca de algo que nunca encontrarán, con la ironía como arma y el fracaso por bandera. El Quijote, Marlowe o el Lute son algunos de estos héroes… y por supuesto “El Ferre Roxu”. Son muchos los que dicen haberle visto y no menos las historias que se le atribuyen, sin embargo no existe forma de comprobar su veracidad, y puedo que sea mejor así. Desconozco si lo que a continuación os voy a contar ocurrió realmente, pero confío en la fuente y os lo voy a trasmitir del mismo modo que primero hicieron conmigo.

El Ferre fue uno de los primeros en subir al autobús, tomó asiento y se concentró en la historia de una mujer que advirtió de los peligros de arrogarse las funciones de Dios, como había hecho Prometeo. Sólo la llegada de su compañera de asiento consiguió desviar la atención del Ferre. Una señora cercana a la cincuentena se sentó a su lado y el Ferre maldijo su suerte. No en vano había visto una cachonda justo detrás suyo, una hermosa adolescente clavada en el andén y cuatro o cinco chicas suficientemente lindas en el radio de tres pares de asientos adelante y atrás.

Cuando el autobús echó a andar el Ferre cerró el comic y se puso los cascos. Protegido por una estúpida sensación de invisibilidad que pensó le otorgaba el aislamiento acústica producida por la música, algo así como una capa élfica, comenzó a observar a la señora. Resolvió que aunque de los extremos de sus ojos surgía una gruesa arruga de la nacían varios ramales, algunos de los cuales casi alcanzan sus pómulos cansados, tenía un rostro atractivo. La miró de arriba a bajo: piernas moderadamente delgadas, ausencia de carnes magras al sur del tríceps y pechos pequeños, lo que a su edad constituía una innegable ventaja, a vida cuenta de la inquebrantable gravedad. El Ferre sintió como una agradable ola de calor le recorría el cuerpo. Tuvo un momento de duda al verle las manos, manos de varias décadas y muchos esfuerzos. Pero concluyó que un héroe no puede escoger cuando entrar en acción, las situaciones le escogen a él. Y ahí estaba el Ferre, en un autobús de línea, junto a una mujer más cerca de la tumba que de la cuna, con su código ético acelerándole la respiración. He hizo lo que tenia que hacer.

Inició el movimiento de apertura que le ha hecho famoso, ese casual rozamiento de pierna que le permite valorar si la susodicha está dispuesta a dejarse ayudar. Porque si algo tiene claro el Ferre es que es imposible salvar a quien no lo desea. Alargó su pierna izquierda hasta encontrar la derecha de la mujer, generando más de treinta centímetros de contacto, desde la parte baja del muslo a la alta del gemelo. Esta no retiró su pierna, el Ferre dejó pasar un par de minutos y pasó a la siguiente fase: “el ascensor”. Con extrema suavidad concentró el peso de la pierna en el talón e inició una serie de lentos movimientos arriba y abajo pivotando sobre el mismo. Tampoco entonces la mujer se retiró. El Ferre fue aumentando la intensidad de los movimientos y para su sorpresa la mujer comenzó a mover también su pierna, de forma más rápida, casi nerviosa. Para aquel entonces nuestro héroe ya estaba convencido de que la señora quería ser rescatada. Después de varios minutos de mutuos frotamientos de pierna, el Ferre estiró la suya, trazando una diagonal que le permitía a la mujer, en caso de estirar también su pierna, obtener una mayor superficie de contacto, aumentando el placer del mismo. Sin embargo ella no supo leer la jugada. Varias veces el Ferre retrocedió al ascensor, y en todas ellas la respuesta corporal fue afirmativa, pero cada vez que estiraba la pierna no encontraba sino quietud. Con la certeza de que la mujer le necesitaba, con el sentido de la responsabilidad a flor de piel y seguro de que “el ascensor” había dado ya lo mejor de sí, decidió aventurarse y utilizar “La caricia de codo”.

“La caricia de codo” es una técnica arriesgada sólo al alcance de los elegidos. El primer paso consiste lograr una buena superficie de contacto hombro con hombro, una vez hecho esto hay que mover de forma progresiva el codo hasta que este alcance el costado de la mujer. Si para cuando esto ocurra no se ha retirado, ya no lo hará. Después hay que acariciar el cuerpo objeto de la ayuda con suavidad, dejándole sentir de vez en cuando la presión de nuestro codo. Si la mujer está con los brazos cruzados, como era el caso, hay que indicarle el sentido de nuestros pasos elevando sus brazos con nuestro codo, haciéndole saber que vamos a avanzar hacia los pechos, pero sin llegar a hacerlo. En manos de personas poco experimentadas esta técnica sólo puede conducir al fracaso, en manos del Ferre se traduce en un inmediato aumento de la frecuencia cardiaca de la mujer.

Antes de dar el siguiente paso el Ferre dedicó a la damisela sus mejores caricias de codo, siempre mirando hacia el lado contrario, dándole un toque “casual” a la técnica (¿Cómo? ¿Estoy excitándote con mi codo? Ni me había dado cuenta). Después se puso la chaqueta por encima del cuerpo, a modo de manta, en un intento de protegerse de miradas indiscretas, empezando por la de la cachonda de atrás que intuía estaba observándolos. Cruzó los brazos y con los dedos de la mano derecha buscó la mano de la señora. Para cuando el autobús llego a su destino ya habían echo manitas durante un buen rato, la mujer se había desembarazado del hijo que debía ir a buscarla (primero le dijo que ya le llamaría ella al llegar porque iban con retraso, después de “la caricia de codo” ya ni siquiera le cogió el teléfono) y la cachonda les había regalado un par de miradas reprobatorias. Las cachondas son parientes del perro del hortelano, ni te follan ni te dejan follar.

Ferre vio el angar con la frase apropiada golpeándole la cabeza. Debía ser certera, verbalizar lo que llevaba dos horas diciéndole sin abrir la boca. Ferru bajo primero, sostuvo la mirada de la cachonda, vio a la señora aguardar al otro lado del autobús. Y tuvo un momento de duda. Y por ella se filtró el miedo. Y el miedo le paralizó. Para cuando se puso en marcha de nuevo la señora ya se había ido. Ferre subió las escaleras mecánicas, entro el baño de la estación, echó el pestillo y se masturbó. Estaba tan excitado que eyaculó antes de conseguir tener el miembro completamente erecto. Después se limpió y caminó hacia el andén del tren.

Por el caminó pensó que probablemente todo había transcurrido del modo correcto, el adecuado equilibrio entre las obligaciones de Ferre para con la justicia, los adormecidos deseos de la señora y su realidad cotidiana. Sin embargo, al llegar al andén Ferre vio a la cachonda acompañada de un tipo fornido con inequívoco aspecto de oligofrénico. La cachonda con un imbécil, la señora camino de casa para preparar la cena a sus hijos y Ferre masturbándose en los baños públicos. Si todo estaba igual que siempre no podía estar bien. Llegó el tren y Ferre lo dejó marchar, se subió las solapas de su chaqueta y bajo a la calle para volver andando a casa. Antes de cruzar el río llegó la conclusión de que había obrado de forma equivocada. Al llegar a la otra orilla estaba seguro de no volver a cometer el mismo error.

Así es el Ferre Roxu, un hombre corriente con un sentido del deber excepcional. No está exento de miserias y errores, pero el único que nos se permite es repetir dos veces el mismo. Si alguna vez se lo encuentran, necesitan ayuda y les mete el codo, pueden estar tranquilas, Ferre no les fallará.

jueves, marzo 18, 2010

Gala de presentación VBRL2010

Estos son los equipos que se han presentado este año a la prestigiosa Virtua Bartolo Racing League. Se añaden los comunicados de prensa que han emitido sus correspondientes equipos directivos.


Puzolana Entertainment System
La alineación que hará que ponga el mayor número de mor-troughs es:

Equipo: Ferrari
Piloto1: Lewis Hamiltongo
Piloto2: Johan Sebastian Vettel

De momento mantengo patrocinador, aunque varios sponsors se han interesado por la situación de económica de Puzolana Entertaimnent System Inc. para preparar ofertas.


Caesar-Titanlux G.P
Hay hombres a los que les gusta el riesgo..... a mí no.

Alineación del "Caesar-Titanlux G.P":

EQUIPO: FERRARI
PILOTOS: HAMILTON Y VETTEL

....... Painting faces........


El Alambique Veloz de Bertoyu el paleto y Bertoso el miedoso
Equipo: Alonso, Hamilton, red bull.

Nota de la Organización: El escueto comunicado del Alambique Veloz, unido al hecho de que fuera presentado con fecha Thu, Mar 11, 2010 at 11:59 PM, instante en que finalizaba el plazo para la inscripción en la VBRL2010, hacen suponer serios problemas financieros en este equipo. La organización confía en que, por el bien del deporte y de la liga, estos apuros económicos puedan ser solventados con la mayor premura.


F1 Niki Lauda Oreja a la Plancha
ni me habia acordado que el plazo vencia esta semana, y por lo que veo es gratis, así que allá voy:
Pilotos: Alonso y Hamilton
Escudería: Red Bull

Facilón no?

mi equipo, a falta de nuevas ideas, conservará el nombre.


Force Srcocodrilo
El comité de dirección del Force Srcocodrilo, al formar parte también del ente conocido como FIADRILO, sociedad que organiza esta liga, no consideró oportuno emitir un comunicado que fuera más allá de la mera publicación de su alineación:
Piloto 1: Fernando Alonso
Piloto 2: Nico Rosberg
Equipo: Red Bull Racing


(The Famous dr.Alergia's) Grand Machaka Powered Engines Orkestar
(The Famous dr.Alergia's) Grand Machaka Powered Engines Orkestar mantiene su nombre con el objetivo de crear una escudería con valores, histórica en la VRBL, al margen de patrocinadores, revanchismos e intereses partidistas. La escudería ya ha inscrito a sus pilotos y equipo, que serán revelados antes de la sesión de clasificación si la FIADRILO lo estima oportuno. Además, desde la dirección se respalda sin fisuras la idea de penalizar con -25 puntos a los equipos que se inscriban después de los entrenamientos, así como el proyecto de reglamentación mor-through, asumiendo que ambas medidas están en concordancia con el espíritu y los valores de la VRBL, es decir, dar por culo al vecino.

La dirección.

Nota de la Organización: La alineación elegida es Alonso, Vettel y McLaren.


Noreñaaa Multigearic Steampunkchinpum
Confirmo el nombre Noreñaaa Multigearic Steampunkchinpum, patrocinado en exclusiva por la ciudad condal. La de verdad, no la otra. Da igual que sea muy largo, tampoco podréis leerlo cuando pase a vuestro lado.

Sí, es un equipo absurdo fruto de diez segundos de pensamiento. Me reservo el derecho de tener la firmeza de un equipo de fútbol en cuanto a entrenadores y de cambiarlo radicalmente en cuanto las leyes de la VBRL me lo permitan.

O de no hacerlo. O de hacer algo aún más absurdo.


Laureus Team
joder, no me entero, sólo veo fórmulas de escel (comer delante de la computadora no puede ser bueno).
Pero vamos a ver, porque me salen las permutaciones por la cabeza. Me leí el virtual, conste, pero no me entero

a.) elijo una escudería y dos pilotos que entre sí no son del mismo equipo ni tienen parentesco con la escudería:

-pilotos: button y vettel
-escudería: mercedes

pero ye que lo de no repetir coche me tien hablando sola.

El nombre del equipo lo tengo claro:laureus, como los premios, por calcarle al inglesito el cartel de deportista revelación.


La organización de la VBRL2010 desea a todos los participantes la mayor de las suertes en esta liga. La van a necesitar.

martes, marzo 16, 2010

Elige tu propia aventura. Vacaciones en la Sierra de Cazorla II

9: Sigues las indicaciones que os han dado para coger el atajo “bueno pero peligroso”, y éste resulta ser una pista de tierra de tres metros de ancho, con un primer tramo de subida y otro segundo de bajada, tras culminar un pequeño puerto, siempre protegidos por un denso pinar. Os habían prometido que las lluvias recientes habían causado estragos en la pista pero no es así. Tales son las condiciones de la pista, que al rato os encontráis con una enorme berlina alemana aparcada en medio, bloqueándola a pesar de su anchura.

Como no parece que haya nadie dentro del coche, pitáis con cuidado para haceros oír sin ser demasiado estruendosos. Os sorprendéis del atronador claxon del todoterreno y escucháis volar a una bandada de pájaros. Al minuto aparece una pareja despeinada y a medio vestir por entre los árboles, os pide perdón y arrancan. Vosotros les seguís hasta llegar a un cruce que os obliga a tomar una decisión.
Si te apetece visitar el Centro de Interpretación del Parque, vete al capítulo 5.
Si quieres continuar por la pista hasta el nacimiento del Guadalquivir, adelanta hasta el capítulo 12.

10: Seguís por la carretera hacia la Cerrada del Utrero hasta que os encontráis con un cartel que indica que habéis llegado. La senda parte de una curva de la carretera, y a su vera hay un bar (cerrado a cal y canto) rodeado por un improvisado parking con decenas de coches aparcados en los arcenes colindantes. El gentío va y viene, y es muy variopinto. Tacones, botas de monte, jerseys al hombro, camisas de leñador, perlas, gafas de sol, pantalones vaqueros y camisetas del Betis. Comenzáis a andar por la senda, y la variedad de ruidos humanos os impiden dejaros llevar por el paisaje. El camino, que rodea un cerro, enlaza con la bajada de Guadalquivir, que en este punto ya baja con una fuerza considerable y forma cascadas y desfiladeros. La gente por su parte, va escuchando canciones en su teléfono móvil, le pide a gritos a su hijo que no corra, que no salte y que no mire y saca fotos. La palabra romería se te pasa por la cabeza, pero al pensar que formas parte de lo mismo no llegas a pronunciarla. Por fin, llegáis al punto en que camino y río se juntan. Reconoces que el paisaje es hermoso, pero eres incapaz de pararte a disfrutarlo con tanto gentío. Decidís comer y esperar a que el sitio se despeje, pero la gente no parece marcharse: Tenéis que tomar una decisión.
Si esperáis a que la gente se vaya para disfrutar del sitio, y os quedáis al lado de la cascada unas tres horas continúa en el capítulo 15.
Si por el contrario decidís volver ya al hotel, vuelve al capítulo 8.

11: Aparcáis el coche tras un par de kilómetros, en un aparcamiento con cabida para unos doscientos coches, a medio ocupar. Seguís los carteles indicadores, al igual que otras treinta personas que caminan con vosotros. Iniciáis la ruta al atravesar una barra que corta el tráfico a los vehículos de motor. De todas formas, la pista está acondicionada para el paso de vehículos, así que los primeros pasos son cómodos, y además poco a poco el camino se va despejando de gente. A medida que os adentráis en la garganta el paisaje se va volviendo más agreste, más salvaje, y al cabo de una media hora de camino, os desviáis de la pista para adentraros en una senda señalada.
Continúa por la garganta del Borosa en el capítulo 13.


12: Tras libraros de la berlina en el cruce, seguís por la ancha pista que por momentos se complica y estrecha. Ahora la cosa se pone emocionante y lo sientes. Le dices algo parecido a tu pareja, que no parece estar gozando del viaje tanto como tú. Las curvas se suceden tan rápido que la visibilidad es prácticamente nula, árboles al frente y árboles por los tres retrovisores; sentir que controlas el coche y el camino te produce un secreto regocijo. Bajas la ventanilla del coche y respiras hondo, no hay nada como respirar aire puro. Afinas el oído a través del rugido del motor y adivinas que poco se esconde más allá: si acaso el arroyo que ha de ser el Guadalquivir a estas alturas de su recorrido, y algún que otro avecilla. Notas un gusto a humedad en el ambiente, sientes que estáis cerca del nacimiento y un cartel te lo confirma: “Nacimiento del Guadalquivir, 150mts.” Estás a punto de gritar de júbilo cuando giras la última curva, pero algo te lo impide. No puedes creer lo que tienes ante ti.
Continúa en el capítulo 14.

13: La senda, estrecha, vadea el río por ambas riberas, cruzando de una a otra por puentes. A medida que avanzáis la garganta se va estrechando y el río va ganando fuerza. El paisaje es una justa recompensa a todo el viaje.

Os paráis aquí y allá, admiráis flores y arbustos que crecen en lugares insospechados, piedras que supuran agua fresca, remansos del río, rápidos… hasta que os dais cuenta de que habéis perdido la noción del tiempo y de que toca regresar, pues ya empieza a oscurecer.
Continúa en el capítulo 15.

14: Tus ojos no dan crédito a lo que están viendo, y es que ante vosotros están aparcados una docena de todoterrenos, blancos todos ellos, con el mismo rótulo impreso en el lateral: “Rutas Turísticas Arturo: Elige tu Propia Aventura.” Aparcáis el coche al lado y camináis unos metros por la única senda que se vislumbra, no apta ya para los 4x4. A los pocos metros ya comenzáis a escuchar un rumor lejano, que poco a poco se va aclarando hasta convertirse en un inconfundible coro de voces. Para cuando alcanzáis a verlos la estampa ya no os sorprende, y es que delante de vosotros se presenta un grupo de unos cincuenta jubilados en zapatillas blancas y chándal. Algunos se están haciendo fotos, otros comen manzanas, los de más allá se lavan la cara en lo que probablemente sea el nacimiento del Guadalquivir, y dos mujeres, muy próximas a vosotros, están sentadas sobre una roca acariciándose la espalda con gesto de cansancio.
- ¡Venga jóvenes! ¡Probad el agua que está fresquísima! –os dice una de ellas.

Sonríes, bajas la cabeza y obedeces. Efectivamente está fresquísima. Efectivamente estáis en un paraje incomparable, salvaje, uno diría que casi está aún por descubrir.
- ¡Eh! ¡En el bar de ahí detrás tienen cervecita! ¡Que le den a la fuente! –exclama un hombre de la que entra en escena. Lleva tres latas de Cruzcampo en las manos.

Vuelves a obedecer, y tomando cervecitas te dan las ocho de la tarde. Tu pareja te pregunta que por qué estás tan callado, pero no sabes bien qué responder y apenas aciertas a decir que simplemente estás disfrutando de la Naturaleza. A la vuelta no puedes conducir, y te toca ir de copiloto. Os acostáis pronto.
Continúa en el capítulo 8.

15: Volvéis al coche deprisa porque ya está atardeciendo y no queréis que la noche os pille perdidos por estas pistas y carreteras. Una vez en el parking, al ver que todavía quedan otros coches, os cambiáis de ropa tranquilamente, merendáis y descansáis un poco para reponer fuerzas hasta que al poco tiempo, no sabéis cuánto pero no mucho, notáis que el resto de coches se han ido y nuevamente os habéis quedado rezagados. Subís al coche y emprendéis la marcha, ahora sí, para abandonar el Parque Natural de la Sierra de Cazorla.

Pero a los pocos cientos de metros algo ocurre. Se enciende un piloto del salpicadero, fallo en la inyección. Escasos metros más adelante el acelerador deja de funcionar y os veis obligados a parar. Ni siquiera os echáis a un lado, ya que al fin y al cabo no queda nadie más por volver por ese camino. Al abrir el capot del coche no veis nada raro, pero al intentar volver a arrancar el coche no podéis, parece que también hay un fallo eléctrico. Miráis alrededor mientras cogéis aire y os dais cuenta de que es más oscuro de lo que parecía, la noche se echa encima rápido en el valle. Buscáis en la guantera el teléfono móvil pero no hay cobertura. El teléfono de vuestra pareja tampoco da línea. Cerráis las puertas, intentáis arrancar el coche varias veces sin suerte y llenos de rabia perdéis la cuenta del número de intentos, hasta que vuestro copiloto posa una mano en vuestro hombro para calmaros. Os detenéis y os dejáis caer rendidos sobre el respaldo del asiento. Parece que reina el silencio, hasta que poco a poco el oído se va a acostumbrando a la penumbra y el vacío del entorno. Efectivamente, no estáis solos.

jueves, marzo 11, 2010

Elige tu propia aventura. Vacaciones en la Sierra de Cazorla

Llega el viernes, pero estás más contento que de costumbre: el lunes es fiesta. Es una ocasión ideal para salir de la rutina de los fines de semana caseros, así que le dices a tu pareja que haga la mochila rápido, que os vais de viaje. Adónde te pregunta ella, y tu le respondes que a la Sierra de Cazorla. Hace tiempo que quieres conocer el valle donde nace el Guadalquivir, y ante ti se presenta la oportunidad ideal.
Viaje tranquilo, relajado, y al cabo de unas horas de coche llegáis al pueblo de Cazorla. Callejeáis un poco y encontráis vuestro hotel. La primera noche os dedicáis a dar un tranquilo paseo por el pueblo, disfrutando del aire del campo y de sus calles empedradas, pero os volvéis pronto para madrugar al día siguiente.
Amanece y tras desayunar os dirigís a la oficina de información y turismo. Recopiláis planos, folletos y panfletos, y entre todo lo que habéis recogido os llama la atención uno de alquiler de 4x4. La chica del mostrador os dice que el Parque Natural de la Sierra de Cazorla es interesante visitarlo en todoterreno, ya que hay muchas pistas de tierra habilitadas para ello y que además, con las lluvias recientes, no están en muy buenas condiciones para los turismos. ¿Qué haces?
Si alquilas el todoterreno vete al capítulo 2.
Si prefieres seguir con tu Peugeot continúa en el capítulo 3.


2: Le dices a la chica que os gustaría alquilar el todoterreno, y a la media hora os encontráis delante de esto.
Coges las llaves del coche sin poder disimular una sonrisa triunfal, y le preguntas cuál es el camino más corto para llegar al corazón del parque. Ella te responde que tenéis dos opciones.
Si cogéis “la agradable carretera de incomparables paisajes” vete al capítulo 4.
Si cogéis “el atajo bueno pero peligroso” vete al capítulo 9.


3: Confiáis en vuestro coche de toda la vida para vuestro fin de semana en la montaña, pero antes decidís conocer el pueblo. Como la tarde anterior había oscurecido demasiado pronto, os quedasteis con las ganas de visitarlo en condiciones. Lo primero de todo os dirigís al castillo que gobierna Cazorla, ya que desde ahí las vistas han de ser excepcionales. Curiosamente os encontráis con gente conocida que se ha acercado hasta Cazorla con el mismo plan que vosotros, y antes de despediros y desearos un buen fin de semana os recomiendan un sitio estupendo para comer platos típicos en la plaza empedrada situada bajo el castillo. Volvéis al pueblo y seguís paseando por las calles hasta que vuestras tripas empiezan a rugir. Os tomáis la cervecita de rigor y os planteáis qué hacer.
En caso de querer ir al parque para aprovechar el viaje (ya comeréis un bocadillo de camino), continúa leyendo el capítulo 4.
Si por el contrario, prefieres comer un buen plato de migas, vete al capítulo 6.


4: Cogéis la carretera que sube al puerto, para adentraros posteriormente en el esperado valle. Brilla el sol y efectivamente las vistas son magníficas. Mientras subís podéis contemplar los olivares de Jaén, y una vez comenzáis la bajada tras superar la cima, os adentráis en el denso pinar que ve nacer al Guadalquivir a diario. A medida que la carretera va descendiendo, se va perdiendo la visión del paisaje que os rodea y os adentráis en el bosque. La sinuosa carretera apenas te deja ver a más de una treintena de metros, y al mirar por el retrovisor la visibilidad es casi nula: el bosque os rodea. Al llegar al fondo del valle, un cruce te obliga a elegir camino.
Para ir al Centro de Interpretación del Parque, vete al capítulo 5.
Si por el contrario prefieres ir a la Cerrada del Utrero, vete al capítulo 10.


5: Para llegar al Centro de Interpretación, situado en el corazón del valle, atravesáis veinte kilómetros de árboles. Un par de casas y un parador que parece abandonado son las únicas notas discordantes. Finalmente la carretera llega a un claro extenso que os permite ver las montañas que os rodean, como si os hallarais en el fondo de una olla. En un extremo, un edificio grande, de madera, parecido a las cabañas del parque de Yellowstone. Al otro lado, un cartel que señala hacia La garganta del río Borosa. Miras sonriendo a tu pareja, tú sabes adónde quieres ir.
Si os quedáis en el Centro de Interpretación, vete al capítulo 7.
Para seguir la carretera hasta garganta, salta hasta el capítulo 11.

6: El mesón Cristina que os han recomendado vuestros amigos, situado en la Plaza Santa María, en un extremo del pueblo bajo el Castillo de la Yedra, es el sitio ideal. Al entrar te encuentras rodeado por el horno de leña, la chimenea, una barra en la que está Cristina (supones que es ella) y tras ella una espléndida colección de licores de la tierra. Os acompaña al comedor del primer piso el camarero, que junto con Cristina, vienen de Europa del Este (a juzgar por el acento).
- Yo ya ocho años en este país, y nunca tan poca gente como este año. Crisis mala. –te dice, y tu no puedes más que sonreírle y decirle que al menos vosotros habéis llegado hasta allí. Tú sonríes pero a él parece no haberle divertido tu comentario.
Coméis eternamente: un plato, dos platos, tres platos, postre, café y chupito… te sientes agotado, con ganas de dormir. Antes de pagar la cuenta observas como tu pareja cabecea, y lo siguiente que recuerdas es que te despiertas en medio de la noche, a oscuras completamente. No hay nadie más que tu pareja y tú. La despiertas, os miráis los bolsillos y están vacíos pero no importa, al menos os han dejado las llaves del coche. Bajáis corriendo y abres la puerta de un golpe, sin pensar. Corréis hasta el hotel, pedís la llave de la habitación pero la recepcionista dice no conoceros, no hay ninguna habitación a vuestro nombre. Suspiras. Tratas de reflexionar pero ni siquiera intentas discutir con ella, directamente os vais al coche a dormir el resto de la noche.
Continúa en el capítulo 8.

7: Entráis en el Centro y lo primero de todo os sorprende el tamaño del interior. Visto desde afuera parecía notablemente más pequeño. Frente a vosotros, un enorme plano indica todas las estancias del edificio: tienda de regalos, sala audiovisual, 2 salas de exposiciones, cafetería, restaurante, museo y por detrás del edificio, un zoo y un jardín botánico. Decidís tomar un café y al llegar a la cafetería resulta ser un Starbucks en toda regla. No sabíais que la cadena hubiese llegado al corazón del parque. Hay docenas de personas tomando todo tipo de frapuccinos, gente trajeada, grupos de amigas con carpetas y aspecto de universitarias, funcionarios, todo tipo de fauna.

Tras terminar vuestros cafés, decidís dar un paseo por el resto de estancias. Os defraudan las salas de exposiciones, vacías, y la sala de audiovisuales, con la pantalla encendida pero no reproduciendo más que ruido. El museo es aceptable aunque pequeño, y el botánico y el zoo están cerrados. Descartáis comprar nada en la tienda de regalos por ser todo demasiado claro y abandonáis el Centro para continuar la visita del parque, pero al salir sentís una extraña sensación: está amaneciendo. Miras el reloj y efectivamente lleváis 24 horas metidos ahí dentro, y tú habías estimado haber estado tan sólo unas dos o tres. Contrariado y aturdido, le dices a tu pareja que hay que emprender el camino de vuelta.
Continúa en el capítulo 8.

8: Se termina el fin de semana, toca volver a casa. Además preferís volver pronto, ya que al día siguiente trabajáis y hay que madrugar. Volvéis por la autopista tranquilos, disfrutando del viaje. Enciendes la radio y buscas alguna emisora en la que suenen canciones conocidas, de esas que los dos podéis tararear. Y así, mientras miras al frente y cantas una famosa canción noventera, meditas sobre el fin de semana que acabáis de pasar. Sonríes a tu pareja, y ella te devuelve la sonrisa como dándote la razón: sí, está bien volver a casa. Es una lástima que no hayáis podido conocer Cazorla a fondo; otra vez será.

miércoles, marzo 03, 2010