viernes, julio 30, 2010

BTT en Picos de Europa

El domingo 24 cogí el tren de cercanías que va de Xixón a Puente los Fierros y me bajé en la parada de la Corredoria, allí me esperaban Chus y Gracia. Montamos el porta bicis, cargamos las mochilas y emprendimos el camino hasta Fuente Dé, pueblo situado a los pies del macizo oriental de Picos de Europa, en la parte cántabra del mismo. Llegamos al camping- albergue del pueblo después de algo más de dos horas de viaje y tras recorrer el desfiladero de La Hermida.

El lunes 25 nos levantamos sobre las 7:15 y tras ducharnos y desayunar salimos ya en bicicleta hacia el teleférico. A las 8:30 ya estábamos allí, haciendo cola hasta las 9h que es cuando abren. La teoría dice que las bicicletas sólo pueden subir en el primer viaje, de ahí la importancia de estar de los primeros, no obstante, si no hay mucha gente puedes subir la bici en otro momento. Pero como no podemos controlar la afluencia de público, allí estuvimos los primeros.





El cable nos ayudó a superar un desnivel de 750 metros, para dejarnos a 1450
metros de altitud, junto al pico del Butrón de 1897 metros. Allí comenzamos la ruta: bajamos el collado de Juan Toribio hasta el refugio de Áliva, recorrimos La Llomba del Toro y ascendimos hasta la portillas de Boquejón. Pasamos junto a la Peña Oviedo (sólo 1309 metros... la de Xixón será por lo menos el doble!!) y cruzamos un bosque de hayedos en dirección al pueblo de Mogrovejo (muy bonito).

De Boquejón a Mogrovejo es un descenso bonito pero con algún tramo técnico y de cierta dificultad (al menos para mí). Desde allí bajamos por una carretera secundaria (1km) hasta Los Llanos, donde cogimos la general durante unos 4 km hasta coger un sendero al otro lado del río Deva. Los siguientes 5-6 km volvieron a discurrir en medio de un bosque, todo en ascensión, sin desniveles especialmente duros pero muy constante. Por últimos volvimos a la general para recorrer los apenas 2 km que nos separaban de Fuente Dé. Después ducha, comida y vuelta a Asturies... que uno ya la empezaba a echar de menos.

Es una ruta preciosa, en realidad es la fusión de dos rutas diferentes, diseñada y dirigida por Chus. Ofrece la posibilidad de disfrutar de paisajes hermosos y variados: picos, praderías, bosques, valles etc y no ofrece dificultades de orientación, así que podemos hacerla cuando queráis.

Algunos datos de interés:

Distancia: 38,5 km
Ascenso Total: 1014m
Descenso total: 1770m
Altura máxima: 1936m
Tiempo en movimiento: 3h 30m
Tiempo detenido: 2h
Media movimiento: 11,1km/h
Media total: 6,9km/h

viernes, julio 16, 2010

F1-2010. V. La vergüenza

Quedarán para siempre empañados estos dos grandes premios como aquellos en los que la nueva organización de la FIA puso sus cartas sobre la mesa. Y curiosamente son las mismas cartas que la organización anterior.

El objetivo deliberado de esta organización, no es sino el de intervenir en los resultados generados en la pista de forma deportiva y legal, para poder manipularlos a su antojo y así conseguir el objetivo buscado: que vuelva Lewis Carl Hamilton a recuperar el número 1 que le pertenece, desconozco ateniéndonos a qué razones.

Valencia
Volvió la carrera más anodina del año, y esta vez nos deparó dos sorpresas (para variar y para peor):

Sorpresa 1: Webber, tras haber calificado segundo por detrás de su compañero Vettel, realizó una salida espantosa en la que perdió no menos de siete posiciones en la primera vuelta. Siguió su escalada hacia la derrota absoluta entrando en la vuelta 7 para cambiar neumáticos. Cuando salió, se encontró con Kovalainen delante y en lugar de adelantarlo, optó por pasarlo por encima.


Sorpresa 2: Este colosal accidente provocó la salida del Safety Car, el cual, sin que nadie haya comprendido aún muy bien por qué, en lugar de salir delante del primer coche, dejó escapar a Vettel para salir emparejado con Hamilton. Este lo vio salir por el carril de boxes, frenó para ponerse a su altura, y justo cuando iba a incorporarse aceleró, adelantando al coche de seguridad y a la vez obligando a Alonso y a Massa a quedarse detrás del mismo, obligándoles a tener que dar una vuelta mucho más lenta que el resto de coches en pista.



Consecuencia 1: Alonso y Massa pasaron de P3 y P4 a P10 y P17 por culpa de un agente externo a la carrera. Es decir, la Organización.

Consecuencia 2: A Hamilton lo sancionaron con un Go-through (cuando adelantar al safety car siempre había sido causa de bandera negra), pero con el suficiente retraso como para que el inglés se hubiese podido distanciar lo suficiente del tercer coche. No perdió posiciones=no fue sancionado.

Al final de la carrera, en la que Vettel, Hamilton y Button coparon el podio, Alonso acusó a la FIA de haber MANIPULADO la carrera. A la FIA no le gustó, y si queréis saber cómo respondieron podéis leer la siguiente crónica.


Reino Unido
La vergonzosa actuación de la FIA se completó en el GP británico, en el renovado circuito de Silverstone.


De nuevo calificaron los Red Bull por delante, seguidos de Alonso y Hamilton (por enésima vez esta temporada). En la salida Webber se coló a Vettel, y al salirse por fuera de la trazada el alemán para intentar recuperar la plaza pinchó. Por detrás Fernando salió mal y se le colaron Ham, Kub y Ros. Intentó recuperar posiciones el asturiano, pero adelantar en pista era complicado y además entró a cambiar neumáticos el primero. A la salida, volvió a encontrarse con Kubica por delante aunque era claramente más rápido que él. Quiso adelantarlo y en una chicane apuró, atajó y le rebasó. ¿Debió Alonso haber devuelto la plaza? Por supuesto.



Oímos por radio como preguntó al equipo si tenía que dejarse rebasar y le dijeron que no. También escuchamos al Renault decirle al polaco que tranquilo, que le tenían que devolver la plaza. Según la FIA, tres veces le comunicaron a Ferrari que tenían que devolver la plaza, pero no hicieron nada. El tema se complicó cuando el Renault abandonó dos vueltas después por rotura del diferencial. ¿Cómo devolver la posición a un piloto que ha abandonado? Total, diez vueltas después la organización resolvió que Alonso debía ser sancionado con un Go-through, justo en el momento en que el safety car saltaba a la pista. “Esperarás a que el safety car abandone la pista” le dijeron. Conclusión: Alonso quedó último.

En este caso la injusticia radica en el claro uso de distintos raseros para sancionar a diferentes pilotos. En Bélgica 2008, Hamilton hizo algo parecido con Raikkonen, pero fue sancionado con 25seg tras terminar la carrera. En ese momento, las diferencias eran tan grandes que el inglés sólo perdió dos plazas. ¿Cuántas plazas hubiese perdido Alonso con una penalización así al final de la carrera? Da igual. Poco importa. Lo único que queda es la eficiencia de la FIA a la hora de sancionar al asturiano, y lo que les tiembla para sancionar al inglés. A Hamilton tardaron en sancionarlo 15 vueltas en Valencia, un 33% más que a Alonso (Valencia es un circuito 10seg por vuelta más lento).

Al final de la carrera, Webber consiguió la victoria seguido de Ham, Ros y But. Y mis ganas de ver más F1 quedaron muy atrás.


Pasado ya la mitad del mundial, Red Bull tiene el mejor coche pero McLaren lidera. O los toracos ponen orden entre sus pilotos y establecen prioridades, o Hamilton será bicampeón sin remisión. Ojo que tanto Webber como Vettel tienen que recuperar casi un GP de desventaja, lo que no es poco.

Alonso por su parte, está a dos carreras de Hamilton: ya pueden pensar en el mundial 2011, pero que lo piensen bien.







La VBRL 2010 no ha dado el giro esperado en esta última tanda de fichajes, y es que el escándalo conocido a partir de ahora como Cuestalchologate quedará para los anales de la historia de esta liga, antaño compuesta por ilustres estudiosos, y hoy en día formada por gentes… digamos menos nobles.


Se dio la “casualidad” de que todos los equipos cuya sede todavía se mantiene en la Madre Patria coincidieron en alinear a Ferrari, y cuatro de ellos también coincidieron al incluir a Schumacher en sus alineaciones, la misma tarde que todas sus juntas directivas “coincideron” en la mítica Cuesta’l Cholo gijonesa. Toda una reunión de playus vista desde fuera, todo un contubernio en plena conspiración por dentro.

Esto no es bueno para nadie.

Con tretas tales, este deporte jamás pasará de ser menos que un ligero escozor genital ocasional respondido con un agradable y placentero movimiento alternativo de los dedos índice, corazón y pulgar que alivie tal sensación.

Consecuencias:

Dos de los equipos desterrados, el Laureus Team y el Force Srcocodrilo se hubieran alzado con ambas victorias de no haber sido por un MOR-through cada vez más irreconocible en la primera de las dos carreras. El espíritu de esta en su día gloriosa norma se ha podrido y ahora tan solo se le puede considerar una mera herramienta del Capital.

Consecuencia de la consecuencia:

Se propone por lo tanto, que de ahora en adelante el ejecutor de la sanción MOR-throughiana sea el equipo que menos puntos ha obtenido en el intervalo de las tres carreras anteriores a la elección del mismo. También se propone a propuesta de un aficionado anónimo que, por el bien de la competencia, el ejecutor quede exento de recibir el contra-MOR-through en caso de que el piloto sancionado no haya sido elegido por ningún otro piloto.

A ver si así la VBRL se vuelve a reconocer a sí misma.

viernes, julio 09, 2010

Un país de pueblo

Esta semana me toca hablar de un tema que no está de moda especialmente, pero una casualidad me lo ha traído a la mente. Se trata de una frase, una opinión o teoría que he expresado varias veces; algo así como que España es un país de pueblo.

Con esto quiero decir que la mentalidad de los españoles es de pueblo, independientemente del número de habitantes que tenga la ciudad o aldea donde viven. Somos pueblerinos y nuestra actitud lo refleja. Pero es más, cuanto más grande sea la ciudad en la que uno vive, normalmente más acentuada es esta actitud.

¿Y a qué me refiero con lo de actitud pueblerina? Pues simplemente entiendo por aldeano o pueblerino aquel que en su discurso, tiene por costumbre o bien relatar las glorias de su tierra, o bien protestar acerca de la tierra en la que se encuentre, o bien alabarla, pero siempre aclarando que en su tierra, ese aspecto concreto que acaba de analizar, es mejor.

Nos encanta contarle a todo el mundo que nuestras fiestas son las mejores, nuestras mujeres las más guapas, nuestro clima el mejor, y que sobretodo en el resto del país no nos valoran lo suficiente. Y por supuesto, si vamos a una gran ciudad esto empeora. A los madrileños y barceloneses de toda la vida, les suele costar bastante visitar otro sitio sin lamentar cuánto mejores son los parques, los bares y las casas de putas si hace falta en su ciudad. Y a la inversa también. Los más cabrones y los peores conductores también están en su ciudad. Simplemente nuestra tierra es superlativa, sea cual sea.

Uno suele pensar que las grandes ciudades, por cosmopolitas, por estar más acostumbradas a la mezcla de razas, lenguas y religiones, debieran ser más generosas con el visitante, más comprensivas con lo ajeno. Sin embargo en el territorio nacional, parece que funciona al contrario.

Y por supuesto, aunque sea algo palpable y notorio, no por ello puedo dejar de mencionar los diversos nacionalismos que habitan la península, ejemplos de todo esto que estoy comentando. Recuerdo que hablando de nacionalismos no podemos quedarnos en los políticos (vasco, catalán, gallego, canario…) sino que los nacionalismos meramente culturales, como el valenciano o el asturiano (y el andaluz también entraría aquí, ya que su vertiente política está próxima a la extinción) son incluso más fuertes.


Al hilo de todo esto me viene al pelo la anécdota que ya he contado varias veces (y de la que yo mismo fui testigo), de aquel madrileño que en una cafetería de Jerez se pidió un café con tostadas.

El camarero le preguntó si quería mollete o baguette, aunque más bien dijo “¿mollete o bagué?” y el madrileño, sorprendido, le hizo repetir dos veces la propuesta. Por su parte el camarero, aunque se esmeró más en pronunciar todas las letras, llegando a decir mo-lle-te-o-ba-gué bien clarito para que lo entendiera su nuevo cliente, no consiguió hacerse comprender. A la cuarta, el camarero se la jugó y le propuso:

- ¿rebaná redonda o alargá? –a lo que el madrileño se sonrió, suspiró de alivio y respondió:
- Ah, ya entiendo. No, verás. Es que vosotros lo decís mal. Eso no son tostadas. Las tostadas son cuadradas –y se acompañó de un dibujo que hizo con su dedo índice en el aire, por si había dudas- y eso es así en todas partes. En Madrid y en todas partes. Una tostada es una rebanada de pan cuadrado. Eso que tú dices… ¿cómo has dicho?
- ¿Mollete y bagué? –respondió el camarero, ahora ya sí con la cara desencajada y mirando alrededor, como buscando una cámara oculta.
- Sí, eso. Eso son bocadillos. Como mucho. Pero tostadas no. Es que aquí lo decís mal.

Finalmente el señor de la capital se tuvo que conformar con su mollete (que por cierto, me la juego a que en su vida probó pan tan bueno), y volvió a su mesa donde se pudo lamentar ante su familia, entre divertido e indignado, de las rarezas de esta gente andaluza, que parece que viven en otro mundo cariño, como te lo digo.



La casualidad que mencionaba al principio del texto consiste en que esta semana he tenido conocimiento de lo poco original de mi propuesta. Alguien se me adelantó.

Resulta que un tal Ortega y Gasset, que al parecer fue uno de los pensadores españoles más importantes del siglo XX ya hablaba de esto, más o menos. Decía Ortega en España Invertebrada, obra publicada en 1921, que “somos un pueblo “pueblo”, raza agrícola, temperamento rural… Cuando se atraviesan los Pirineos y se ingresa en España se tiene siempre la impresión de que se llega a un pueblo de labriegos”. Noventa años dan para mucho, incluso para que un pueblo cambie su actitud y forma de pensar; aunque puede que ocurra todo lo contrario. Puede que noventa años simplemente sirvan para reforzar y remarcar algo que por mucho que nos pese, es inevitable.

domingo, julio 04, 2010

El desencanto (político)

Avanza España a cuartos, avanza España a semis; una paraguaya con las tetas gordas no sabe qué más hacer para llamar la atención, todo el globo se alegra de la humillación a Maradona y sin embargo la vida sigue. Pero una frase en los comentarios del post anterior me ha hecho reflexionar: Me gusta el cáriz deportivo que está tomando este blog ha dicho Álvaro, y tiene parte de razón. Revisando los textos de los dos últimos meses, tocamos el deporte, la literatura, la música, la ficción; ¿y dónde está la política? Me pregunté. ¿Cómo puede ser que no hayamos hecho ningún comentario en este blog sobre la plaga de noticias de carácter político y financiero que protagonizan los periódicos y noticiarios estos últimos meses?

Es cierto que muchas veces me he sentido tentado de hacer comentarios sobre alguna de estas noticias, pero nunca me he atrevido a escribir el post, y en parte esto se debía a que no me sentía con confianza suficiente para opinar sobre temas que no conocía en profundidad. ¿Por qué, entonces, no era capaz de profundizar más sobre esas noticias? ¿A qué se debía mi inapetencia política?

Simplemente no he sido capaz de interesarme lo suficiente, y no porque no haya habido anuncios importantes, todo lo contrario, pero poco a poco a lo largo del último año me he ido hastiando progresivamente del mundo político, y es que las noticias resultaban demasiado pobres. Me refiero a una pobreza de espíritu, una pobreza moral, tanto de la clase política nacional como internacional; una falta de profesionalidad absoluta para tomar medidas, mezclada con la sensación de impotencia que da ver como esas figuras oscuras y difusas que son los mercados, los lobbies, y las grandes empresas juegan con los gobiernos como hacía yo de pequeño con mis lego. Ningún muñeco se quejó en los diez años que me dediqué a ser su dios. Bien sabemos que conseguir el hastío de la masa, del pueblo llano, es uno de los mecanismos más elementales de la sociedad de consumo tal y como proclaman las teorías de control de las masas, pero qué se le va a hacer, aún y así he caído en la trampa hasta el fondo, me he cansado.

Me he cansado de los estatutos, los Gürtels, las grotescas y descaradas y antidemocráticas maniobras contra Garzón, las esperadas reformas laborales, los recortes salariales, los G20’s y las empresas de ratios. Me canso, sobre todo me canso.

Enciendo la televisión y trato de evitar las sonrisa sádica de Esperanza Aguirre, siempre diciendo barbaridades y poniendo cara de estar hablando del tiempo; o la cabeza encogida, el gesto curil de Zapatero que parece que está pidiendo perdón constantemente; me resulta cada día más insoportable la cara de pánfilo de Rajoy, y sus vacías respuestas (vacías incluso para un político), o la expresión lela de Bibiana y su manido discurso. (Nótese la intencionada paridad en las comparaciones).

Ese sentimiento de que la cosa no va conmigo, con nosotros, inunda cualquier información. Ni piensan en nosotros, ni cuentan con nosotros, ni nos van a dejar hablar (o no nos escuchan, que no es lo mismo pero sí peor). Somos una sociedad huérfana.


Tampoco encuentra uno cobijo en la prensa, que parece haber tomado partido de forma irracional por uno de los dos bandos con capacidad de gobernar. El ciudadano no entiende, el ciudadano no está preparado. Claro que si alguien le hablara claro al ciudadano, quizás este podría posicionarse de forma más clara, o al menos tomar acción propia, al margen de los partidos. Cansan también las portadas de Público de tan amarillas que son, pero no menos que las del ABC o, por qué no llevarlo al extremo, La Razón. Tampoco a uno le reconforta leer los periódicos teóricamente más moderados El Mundo y El País. ¿Y qué ocurre con la televisión? ¿Por qué a partir del canal 20, la TDT está plagada de tertulias Aguirristas cuya única facultad es la de transportar el espectador a tiempos pretéritos, entre el 34 y el 36 más exactamente? Y de nuevo, tampoco los canales tradicionales sirven de cobijo al espectador que busca información. Escuchar el telediario de la Primera es como escuchar a un padre explicando los temas de política a su hijo de tres años, como si profundizar en cualquier tema fuese meterse en un callejón sin salida, y por lo tanto se considera una acción inútil. Y lo de Matías Prats ya es caso aparte. Su padre acabará pareciendo un gran demócrata a nuestros ojos como su hijo siga este camino.

Aunque, quién sabe, puede que siempre haya que confiar en la renovación de las clases política y periodística. En cuanto a lo segundo, los reptiles confiamos plenamente en Internet, hogar de blogs y magazines independientes que pueden encontrar una difusión inimaginable hace diez años. Y por el lado político, por mucho que me tema que algunas de las figuras políticas del momento se van a perpetuar hasta el final de los tiempos (¿alguien más vio a Acebes el otro día hablando en el Congreso?), sí que hay algunos nuevos rostros que auguran tiempos mejores. Son los Patxi López, Basagoiti y Feijoo, que imagino no tardarán en mirar a Madrid. Puede que no conozca sus actuaciones con detalle, pero al menos cuando me topo con ellos en un canal no me siento impelido a cambiarlo. Y es que si la crisis financiera parece profunda y complicada, la política y mediática está en lo más profundo de una de esas simas oceánicas de los documentales de La 2, donde sólo habitan pececitos pálidos y ciegos, de esos que jamás han visto la luz.