jueves, enero 29, 2009

domingo, enero 25, 2009

Tal vez tener un novio vampiro no fuera tan buena idea

"Que levante la mano la que no haya pensado eso alguna vez en su vida", debió decirse a sí mismo Alan Ball mientras, con una sonrisa en la cara, ojeaba un libro llamado "Dead until dark" en un aeropuerto americano. Una frase como esa en la portada de un libro escrito por Charlaine Harris, una escritora de novelas de misterio de segunda línea (al menos durante bastantes años), provocaría en la mayor parte de las personas una sonrisa y la inmediata devolución del libro a la estantería. Sin embargo, las personas creativas como el señor Ball (creador de A dos metros bajo tierra) tienen la cualidad de convertir en oro casi todo lo que tocan, así que el asunto pasó de lo que en manos de cualquiera de nosotros hubiese sido una mera anécdota para escribir en un blog a lo que pronto será una serie de culto. Su nombre: Trueblood.

En un pequeño pueblo al norte de Louisiana, un grupo de sureños ven perturbada la paz en su pequeño pueblo por la llegada de un vampiro, Bill Compton (vaya nombre para un vampiro, os diréis). Mientras, la American Vampire League prosigue su cruzada en favor de la integración de ésta "variante humana" luchando contra la discriminación (que ya está penada en algunos estados, como el mismo Louisiana). El asunto merece más explicación, de acuerdo: el descubrimiento en Japón de una sangre sintética (llamada, claro está, Trueblood) que se comienza a vender en los bares cual Voll-Damm en la xarana, hace que los vampiros ya no tengan la necesidad de cazar humanos para alimentarse y puedan "salir del ataud".

Los personajes: Bill Compton, el vampiro guaperas que lucha contra sus instintos salvajes; Sookie Stackhouse, una camarera telépata destinada a vivir más aventuras que las que le reservaba un pueblo sureño de mala muerte; su hermano Jason, un atractivo jovenzuelo al que le encanta el sexo, las drogas y por supuesto combinar ambas cosas; Tara Thornton, la amiga negra de Sookie que tiene que lidiar con su madre alcohólica, además de con ser negra y de clase social baja en un sitio en el para muchos la Confederación debió ganar la guerra de Secesión; Sam Merlotte, el dueño del bar en el que trabaja Sookie, que parece un tipo normal (pero no lo es); y por establecer una línea entre personajes principales y secundarios terminaría con Lafayette Reynolds, un cocinero negro y homosexual (toma ya) con una personalidad (y supongo que algunas otras cosas) arrolladora.

Con estos ingredientes Alan Ball ha cocinado una serie en la que se trata el racismo, la discriminación, la integración, el miedo a lo desconocido, la hipocresía, en resumen, una visión de la sociedad americana en el Deep South digna de ver. Y sí, todo eso condimentado con vampiros, poderes sobrenaturales e historias de trágicas muertes y vidas truncadas. Aunque mucha gente se queja de que la serie es "morbosa y vulgar" en comparación con los libros (y no les falta razón pero eso es un punto a favor y no en contra en este caso), sin haber leído éstos ni tener intención de hacerlo me da la sensación de que los lectores esperaban una especie de Crepúsculo. Pero basta con ver la canción de presentación (Bad Things, de Jace Everett) para desechar por completo esa idea.

Reclamo para los más frikis: Sookie Stackhouse es Anna Paquin, la mismísima pícara.



















Por cierto, gracias por los últimos post musicales, me han servido para actualizar el repertorio. De momento me estoy centrando en los productos nacionales, por hacer caso al ministro Sebastián. Eso sí, mi valoración es mucho más simple que las vuestras: el disco del Sr. Chinarro me encanta, el de Raemon me gusta, el de vetusta morla tengo ganas de oirlo y el resto bueno ya os imaginais lo que me parecen. Por aportar algo en este sentido os diré que podéis probar con Marco Fernández, bastante movidito y más de mi estilo (aunque no sé si del vuestro).

Ale, a cuidarse.

Obama por la Paz Mundial

Ya está el hijo de la Globalización en su trono. Por fin los ciudadanos americanos y los del resto del mundo podemos dormir tranquilos, Obama ha llegado para que todos respiremos aliviados y dejemos de roncar por las noches. El tema de Israel y Palestina le estaba esperando, el nuevo tratado sobre medio ambiente que reemplace al protocolo de Kyoto aguarda a que él pronuncie sus primeras palabras, la paz mundial pende de un hilo que solo él agarra, y ha entrado por la puerta grande como las masas pedían: cerrando Guantánamo y avisando de una retirada progresiva de Irak (por cierto, dónde están ahora los miles de bocachanclas españoles que pusieron a parir a Zapatero en su día).

Cualquier líder mundial es capaz de lo que sea con tal de conseguir entrevistarse con él; Sarkozy, Merkel, Brown (a nosotros creo que sólo nos toca una entrevista con el vicepresidente Biden), todos quieren ir a saludar al niño que ha nacido ya, y en lugar oro incienso y mirra le llevan juguetes rotos para que los repare. Paro, crisis financiera, banqueros corruptos, CO2, y países de Oriente Medio arrasados por sus predecesores. No os preocupéis que él lo va a solucionar todo. Por un lado tanto mesianismo me rechina, y por otro me ha costado, pero por fin he comprendido jugada de ajedrez de los EEUU.

El anterior Gobierno norteamericano ha supuesto una vergüenza para el mundo, y el respeto que se tenía por los EEUU caía en picado. Mientras ellos montaban guerras donde hiciera falta y especialmente donde hubiera petróleo, y mientras se lavaban las manos ante la desmesura de los Israelíes frente a los civiles palestinos, el sentimiento anti-americano ha crecido sin parar estos últimos años. Europa reprochaba al Reino Unido que mirara siempre hacia el oeste, y uno buscaba mentalmente la manera de generar un nuevo orden mundial que quitara peso a los de siempre. Hasta que llegó él.

El mundo ha cambiado la idea de "basta ya de control americano" por la de "démosle una oportunidad a Obama", como si estuviéramos hablando de algo totalmente diferente cuando realmente seguimos hablando del mismo caballo, por mucho que el jinete sea distinto. Los países del mundo (Europa principalmente) le han dado un cheque en blanco a Obama que es justo lo que EEUU quería, la posibilidad de volver a gobernar el mundo sin que nadie (de occidente) se lo vuelva a cuestionar. Estamos todos esperando ansiosos a que Obama coja su báculo y nos guíe a través de los mares. Han conseguido un borrón y cuenta nueva genial; justo cuando el petróleo iraquí ya está bajo su control, y su zarpa ha marcado, una vez más, las uñas sobre Oriente Medio, nos ponen al frente a un tipo al que es imposible odiar.


¿Y todo esto para contar qué? Pues para contar que, por mucho que nadie dude de las buenas intenciones del señor Barack Hussein Obama, de lo que seguimos dudando es de que la maquinaria americana cambie. Todo esto me sirve de excusa para contar algo que me han explicado esta semana, el sistema de venta de armas de los EEUU, que bien lo podíamos renombrar como "el sistema por el que EEUU sigue ejerciendo el control sobre el mundo, y siempre lo harán, independientemente del estado de su economía y su capacidad científica".

Lo primero hablaros de la existencia del FMS, o Foreign Military Sales, un programa por el cuál cualquier país (amigo, se entiende) puede comprar productos militares a las empresas americanas a través del Departamento de Defensa del gobierno, y al hacerlo así obtiene los mismos precios que el propio gobierno americano (sumándole una pequeña comisión).

Lo segundo hablar de Japón, país al que tras la Segunda Guerra Mundial sólo se le ha permitido tener un ejército de "defensa", y el desarrollo militar ha estado controlado por EEUU. Tras la segunda guerra mundial, los americanos montaron bases por todo el país y controlaron la reconstrucción del mismo, a cambio de lo cual (entre otras cosas) hoy en día, todo el material electrónico que fabrican los japoneses con aplicaciones militares se lo venden en exclusiva a los americanos.


Así que tenemos al gobierno del país que más industria militar tiene, controlando dicha industria y la mayoría de las aplicaciones electrónicas que existen. Hay que decir que el gobierno no sólo ha creado la FMS, sino que también tiene derecho a veto en las ventas que las empresas americanas quieran hacer directamente a países que el gobierno considere peligrosos, o más aún, pueden vetar la venta de cualquier producto militar del mundo que lleve sus productos (y como controlan toda la electrónica, casi todos llevan partes suyas). Fue así como consiguieron vetar la venta de tres aviones de transporte de España a Venezuela, por considerar a los sudamericanos un país peligroso.

Para rizar el rizo aún más, la FMS no sólo vende armas a quien quiere, sino que concede créditos a ciertos países para que compren su material. En concreto y hablando de Oriente Medio, los países que más armamento han comprado son Egipto, Israel y Arabia Saudita. Los primeros han recibido créditos por la mitad de lo que han comprado en los últimos treinta años, mientras que los segundos han recibido créditos por el DOBLE de lo que han comprado. ¿Queréis más? Vale, pues a esos dos países se les ha perdonado entre un 50% y un 75% de dichos créditos... ¡¡Israel ha obtenido armamento militar gratis de los EEUU!! Por otro lado Arabia Saudita no ha recibido créditos para pagar todo el armamento que ha comprado, pero supongo que el hecho de tener la seguridad de que no los van a invadir (algo que no puede decir ningún otro país árabe) vale como pago.

Puede que todos supiéramos que EEUU controla el mercado militar mundial, pero descubrir la existencia de esta agencia de venta de armas gubernamental, comprender como ejercen realmente ese poder, a mí me resulta escalofriante. A ver qué puede hacer Obama contra todo esto.

domingo, enero 18, 2009

Following John Paul the calagurritan

Con lo que a mi me gustaba la música... ay....

El año pasado me preguntaba:
¿Estaré en la edad en la que uno se vuelve conservador, comienza a atesorar los discos (o MP3ses) que a la larga se convertirán en "los de su vida" y a mirar con odio y perplejidad lo que escucha la mocedad?
No puedo más que corroborar esa sensación que me asaltaba. Miro las listas de revistas/blogs/cosas con que solía coincidir y arqueo la ceja. Hay cosas simpáticas, entretenidas, de entre las seis que conozco; pero pocas emocionantes, que me lleguen más al fondo, a les coraes.
Por ir a los sospechosos habituales: el de Portishead me parece -parafraseando al Miñññ de antaño- más frío que meterse un carámbano por el culo, y eso teniendo a Beth Gibbons cantando tiene mérito; el de Fleet Foxes es una chorradita ñoña, una mamadita tibia pastoril, the Mamas and the Papas como zombies radiactivos; Deerhunter no es música, es el generador de ruiditos de un programa plasta de los cuarenta con vida propia; y TV on the Radio son, generalmente decentes, pero nada extraordinarios.

Vale tito Avalon, la música de verdad murió en los 70, los jóvenes de hoy sólo hacéis ruido, ¿qué coño escuchaste tu el año en que la (otra) hija retrasada de Sarah Palin dejó que Samuel Guthrie bis le metiera por inversión el pico y la pala hasta las amígdalas, con enjuage vaginobucal incluido?
Ehhhh
Espera, déjame que miro
(¿Eso no debe ser buena señal, no?)

Según el Winamp de mi ordenador tengo descargados y no borrados 23 discos del 2009. 2 por mes. No esta mal.
De esos 23 hay 6 que no recuerdo haber escuchado. Un análisis etológico de mi mismo me hace pensar que habré escuchado al poco de descargar y, poco impresionado como para repetir pero tampoco horrorizado como para borrar, dejé que cayeran al pozo del olvido. Carnaza de tecla Supr. Ni los menciono.
Hay otros de grupos conocidos: Futureheads, Islands, Long Blondes, Lori Meyers, Man Man, Envelopes. Es lo más memorable que puedo decir de ellos. Bueno, y una discuisión volviendo de Portugal acerca de si el estribillo de "Luces de Neón" era PaparapaPApa o Paparapapapa, desventajas de no saber de música.

(Claramente no era una buena señal)

¿Y los otros? Aparte de dos de los arriba mencionados:
  • El de Nacho Vegas meehhhh, molaría que a veces dejara sonar la música en vez de llenarlo todo con su voz, que parece que tiene horror al vacío y se marca algunas frases dignas de las mejores letras labuenavidenses. Mira que hay gente enamorada de sus palabras, tanto que van y sacan discos en vez de escribir un blog. Predigo que el contador de escuchas no va a cambiar mucho con los años.
  • El de Lucas 15 sin embargo me encantó. Prefiero canciones sobre flores del campo o vacas pintas a la enésima crónica fatalista con humo, jeringas y sexo anal, en el fondo la madreña es mi destino. Puntos extras por evitar la tentación gaitil y por el coro estilo ejército moscovita que seguramente sea más bien moscón.

  • Ra Ra Riot: The Rhumb Line. Escuchen primero si no conocen:

    Chamber pop dicen. O pop con más instrumentos que guitarras y batería. Muy buen disco, aunque algo en la voz del cantante me pone un pelín nervioso.
  • Para el de At Mount Zoomer de Wolf Parade vale el mismo comentario que para el grupo paralelo, Sunset Rubdown del año pasado. Denso, muy denso. Gratificante. Pero denso. Ohhh mi barriga.

    ¿No sonaban Queens of the Stone Age así?
  • El de los Campesinos no aporta mucho al EP anterior. Algun tema bueno, algo de relleno. suenan mejor pero no tan frescos.
  • British Sea Power: Do you like rock music? Entre los dos discos anteriores, tanto en estilo como en calidad. Estos chicos son un poco excéntricos: aspiran a la épica de Radiohead, pero se toman suficientemente poco en serio a si mismos como para dedicar canciones a Lucifer, la estructura del átomo o a una riada de 1953. Las canciones más lentas son una agradable sorpresa y la primera mitad del disco, imbatible.
  • Cut Copy: In Ghost Colors. Los primos de MGMT. Mejor disco, peores temas.
  • Cloud Cult: Feel good ghosts. Malditos perroflautas nubefílicos y felizones.
  • Vampire Weekend: Vampire weekend.

    No tengo nada más que decir salvo que es muy pop, muy divertido y muy alegre. Campus debería de haber sido un single

jueves, enero 15, 2009

Franz Ferdinand - Ulysses



Aquí os dejo lo último de los de Glasgow. Si os preguntan, decid que vais de parte del virtuabartolo.

Por ahora, y ni siquiera he llegado a la primera escucha, esto pinta mucho más discotequero que los anteriores pero como siempre, amenaza discazo.

A pesar del casiotrón, claro está.

¡Larga vida al archiduque!

viernes, enero 09, 2009

Música Nacional

Este no año haré ninguna lista de los discos que más me han gustado. He estado muy desconectado de las novedades, y repasando las listas modernas que señalaban quiénes eran los elegidos de 2008, me di cuenta que no conocía ni un disco de los elegidos. De todas formas, no se piensen ustedes que no he estado escuchando música, todo lo contrario, simplemente parece que voy perdiendo esas ganas por escuchar cosas nuevas, y poco a poco me voy conformando con lo malo conocido.

Aunque, por otro lado, este año sí que he seguido con un poco más de interés el mercado nacional. Quizás porque sea más abarcable, o porque me hago mayor, el caso es que hay unos cuantos grupos que me llaman la atención. Que sean mi tardío regalo de navidades.


Depedro - Depedro: ¿Y si juan perro hiciera música más comercial? Vale, al disco le sobran algunas canciones (el disco se hace difícil de escuchar entero por repetitivo y lento), pero si los bares de pachanga de este país abusaran de canciones como su "Comanche", viviríamos en un mundo mejor y los kinkis sentirían cierta carga sobre los hombros.


Cuchillo - Cuchillo: ¿La new wave te ha dado en la cabeza? ¡No! ¡Son Cuchillo! Y podéis preguntaros, ¿Para qué escuchar esto si tito Avalon me puede dejar toda la discografía de Manta Ray, que encima son de Gijón? Hombre, por un lado no os falta razón, pero por otro lado tampoco os sobra razón. Cuchillo, aunque puedan llegar a ser igual de cargantes, son bastante menos oscuros que los otros, y a veces eso se agradece. Creo que del disco me quedo con Breathing Again.


Remate - Safe and Sound: Piano íntimo, voz melancólica... a mí me parece que la portada despista un poco ¿Dead and alive holes puede ser la mejor cancion? O si no la primera, An eye in the forehead. De cualquier manera, flojo. Eso sí, las pintas que gasta el tipo son impagables.


Vetusta Morla - Un día en el mundo: puede que sea música en plan "yo soy especial, todos somos especiales" (ver a Deluxe y a Iván Ferreiro para encontrar los exponentes superlativos), pero al menos suenan con garra, al menos sus madres les dan patatas fritas para cenar; y cachopo.
Que los pongan en los bares que yo los llenaré. Además este año se me escaparon en el sonorama (dicen que fue el mejor concierto, pero eso siempre lo dicen del concierto en el que hay menos gente, por eso de ser especiales estos modernos), así que este año estaré pendiente de verlos. Del disco me quedo sin duda con la canción más "yo soy especial, vosotros no lo sois, chincha": Sálvese quien pueda.


The New Raemon - A propósito de Garfunkel: Vaya vaya vaya... aquí tenemos otro folki, por si el título no lo dejaba claro. Puede que El Saben Aquel que Diu sea la mejor canción del disco, pero salvo un par de ellas que son flojas, el resto suenan notables. Amenaza con mejorar con las escuchas; espero que así sea. Eso sí, del folki no salimos en todo el disco.


Russian Red - I Love Your Glasses: ¿No queríais una musa indie? Frágil, pálida, labios rojos y aire de lolita. ¡Pum! Sale disparada directa a la primera plana del indie nacional. A parte del tirón comercial, bonita voz, íntimo, y a poner en casa de fondo, tranquilo. Cigarettes, el single, está muy bien, pero empieza a salir por todas partes. Esperemos que musicar anuncios y salir en El Hormiguero no nos la aparten del buen camino. Me quedaré con They Don't Believe como my favourite song.


Christina Rosenvinge - Tu Labio Superior: Si es que ya lo hemos dicho por aquí alguna vez, el triángulo amoroso Loriga-Rosenvinge-Vegas es más prolífico que el copón. En esta ocasión la rubia de pelo de trigo canta y el de Gijón hace los coros. No sé si Loriga se ríe en su sofá, acariciando a su gato con el guante de metal o si llora desconsolado y acurrucado en una fría esquina de su salón vacío; el caso es que no se ha pronunciado al respecto. Las horas y Animales vertebrados me gustan bastante. Disco tranquilo, para escuchar de fondo, que no cambiará la historia de la música nacional pero muy bien hecho.

¡Podium!


El Columpio Asesino - La Gallina: El más flojo de los tres discos de los navarros sigue siendo bastante mejor que la media; permanecen sus letras desgarradas y sus sonidos postpunks, que no me dejan de recordar a los pixies. Alguien que canta lo que siente y no lánguidos bodrios sobre parejas caminando de la mano por la orilla, dame un beso cariño, ahí no hombre, en la mejilla; merecen todo nuestro respeto, admiración, y sudor que les dejamos botando como energúmenos en sus conciertos ¡México es un temazo!


Sr Chinarro - Ronroneando: Este hombre es un poeta, y no el manido Sabina, coño. Ya está, ya he encendido a tres de los cuatro que puedan estar leyendo esto. Folk nuestro, sureño, nada de folk de tenesse o alabama, y siempre ese tono inquietante en las canciones, esa amargura que asoma, el desencanto. El mejor descubrimiento musical que he hecho este año, y no será porque no lo conocemos hace tiempo... Aunque no sea la mejor, La Parra Marchita es mi favorita.


Nacho Vegas - El Manifiesto Desastre: De este ya hemos hablado antes, pero sigue mejorando a cada escucha. Ahora queda la duda de si la promoción que le están dando al bueno de Nacho nos lo lanzará al mainstream y podremos decir aquello de "a mí me gustaba cuando no era comercial"... mientras tanto, escuchad Morir o Matar todas las veces que haga falta.

Ala, con todo este arsenal de moderneo a la carta, ya no se os podrá resistir ninguna moza del Ópera ni del Tetutnik. Y si tenéis duda sobre esto último, que el Dr Alergia os ilumine con su saber.