domingo, diciembre 30, 2012

El regreso a casa

Son Navidades, y como todos los años y como tanta gente vuelvo a casa. Una casa que ya no es mía, pero no dejará nunca de serme familiar. Dejo las cosas y llamo a los amigos de siempre. Para variar, cerveza en el sitio acostumbrado a la hora acostumbrada.

Qué tal, yo bien, yo también. Por aquí como siempre, qué tal por allí. Pues qué quieres que te diga, como siempre. ¿Sabes que Arturo se ha casado? No jodas, quién lo iba a decir. Ya te digo, el pringao de Arturo ahora hecho todo un padrazo... Lo siento por su hijo. Jaja, yo también. Oye, ¿cambiamos de bar? OK, de acuerdo. ¿Mubarak? Mubarak sea.


Pido una cerveza en el Mubarak y llego a 2005. O al menos eso dice un calendario en la pared. Vuelvo a nuestro rincón de la zona de baile, reconozco la canción de Lori Meyers que está sonando. La canto como si fuera la vida en ello... Más adelante se suceden las canciones conocidas y mil veces cantadas, las Voll Damms de siempre y cuando me doy cuenta, las luces se han encendido y un tipo blandiendo una fregona me dice que deje de hacer el pijo y de cantar canciones de hace mil años, que ya va siendo hora de irme para casa.


Salgo del bar y es 2022, según unas luces de Navidad colgadas de una lado a otro de la calle. “Hola, ¿qué tal? Cuánto tiempo” Muy bien. Siete años por lo menos, ¿y tú? “¿7? Diría que más bien 17, pero bueno. Yo bien, ya ves, aprovechando que he dejado a la mujer con los críos en casa... ¡Hay que desfogar!” ¿Críos? Joder qué fuerte, ¿y cómo llevas lo de tener críos con la carrera pendiente? “¿Qué carrera? La San Silvestre la voy a correr, pero es dentro de cinco días...” Ah, ya, cierto. Yo no la voy a correr este año... “Ja, no te deja la muyer, ¿verdad?” Eh, sí claro, la muyer... Ya sabes, ye lo que hay, la familia manda... “Si es que al final somos todos iguales... unos calzonazos, joder... Bueno anda, me alegro de verte, cuídate y da recuerdos a la muyer y a los críos. ¡Hasta luego Carlos!”


Bajo la calle pensando en quién será Carlos y cuántos hijos tendrá, y en cómo será su mujer y si yo los he conocido alguna vez. Llego a la parada de taxis y me meto en un Passat de los ochenta. Cierro la puerta y estoy en 1982. Suena la COPE en la radio y un político que no reconozco se queja de que los socialistas no pueden tomar el gobierno porque siempre hacen lo mismo, destrozarlo todo. Le pregunto al taxista si no puede cambiar de emisora y me dice que para qué, que son todas iguales. Sigue hablando, y para cuando vuelvo a prestarle atención me dice que una cosa está clara, “con Franco se vivía mejor. Dicen que no había tanta libertad, pero la verdad, ye que hacía les mismes coses” Me hundo en el asiento de atrás hasta llegar a casa mientras el taxista y el político me recuerdan que toda la culpa es de la izquierda, y que lo necesita este país es mano dura y, sobre todo, hacer las cosas como dios manda. Le doy 350 pesetas y le digo que se quede con el cambio. Me da las gracias y le digo que no se desespere, que saldremos de esta.


Me despierto a la mañana siguiente y miro a la mesita de noche buscando la hora. Una pantalla en la que veo de fondo de un viejo posando con tres niños me informa de que son las 10:27 del 29 de diciembre de 2064. En ese momento escucho una voz detrás mía:

- ¡Vaya cómo estamos! Pues sí que hemos dormido hoy, ¿eh? No me diga que estuvo usted de fiesta anoche... Vaya prenda que está hecho.

Trato de incorporarme para levantarme y sólo consigo resbalarme con las sábanas. Intento sacar una pierna fuera de la cama pero no se mueve. La voz se mueve hasta aparecer en mi campo de visión y resulta ser una mujer de unos cuarenta años vestida de enfermera. Viste una especie de pijama azul y raído.

- ¡Adónde va! Pues sí que nos hemos despertado hoy con ganas de pelea... Deje, deje que yo le ayude que usted sólo no va a poder... Así... Cójase de mí y yo le levanto, ¿ve cómo así va mejor?

La enfermera me incorpora, me ayuda a levantarme y me sienta en una silla de ruedas. Arrastra la silla hasta un salón con ventanal desde el que se ve la Escalerona. Me dice que me quede ahí, cómo si yo pudiera irme a algún sitio, y que en seguida me trae el desayuno, ya que luego nos tenemos que preparar. Hoy viene uno de mis nietos y me a sacar a comer por ahí. Me fijo en la gente que pasa por el paseo del muro. Bicis, aeropatines, perros de colores y viejos en chándal de Tactel. Hay que cosas que nunca cambian. Más allá, la playa, el mar, el Rinconín al Este y San Pedro al Oeste. Una frase viene a mi cabeza: “todas las cosas que alcanzo a ver me sobrevivirán” y poco a poco noto que una fatiga me invade. No puedo decir que sea dolor, pero sí que alcanza todas las partes de mi cuerpo. Cierro los ojos e intento dormir para ver si así desaparece. Efectivamente, parece que poco a poco el dolor desaparece. Al rato, escucho una voz de lejos “¡Abuelo, abuelo! ¡El abuelo no se mueve papá!” pero no importa, ya no siento fatiga...


Abro los ojos de golpe y siento un sudor frío que me recorre toda la espalda. Miro el reloj y son las 6:55. Salgo de la cama, que por cierto, está bastante alta y corro a la cocina para buscar un vaso de agua. Necesito refrescarme. Curiosamente, la encimera de la cocina está más alta de lo normal. Apenas puedo llegar al grifo y los armarios donde se guardan los vasos quedan fuera de mi alcance. Por suerte, tengo uno mano. Me estiro para abrir el grifo y lo lleno. Pesa mucho, así que tengo que agarrarlo con las dos manos. Afortunadamente, parece que el disgusto de la pesadilla ha pasado y ya no siento la fatiga. Al contrario, mi cuerpo se siente como nunca. De vuelta a mi habitación reparo, al pasar por el salón, en unos bultos extraños. Entro, doy la luz, y veo decenas de paquetes envueltos repartidos por todo la habitación. La mayoría están alrededor de una zapatilla pequeña. La cojo y tiene el número 28. Una voz tras de mí me sobresalta:

- ¿Qué haces tan pronto en pie? ¿Sabes la hora que es? Anda y vuelve a la cama –dudo un instante y mi padre me anima –no te preocupes anda, que los regalos ya están aquí y no se van a marchar. Luego los abrimos todos. Anda vuelve a dormirte.


Así hago, hasta que me despierta el móvil. Un mensaje de whatsapp me dice que hemos quedado en Toma 3 para tomar un café. Ducha y a la calle. Toma 3 resulta ser un bar, y no una tienda de tebeos como yo lo recordaba, y ha cambiado de lugar, así que tardo un rato en encontrarla. Alrededor de una mesa alta encuentro a una media docena de amigos que me saludan sonriendo, les pregunto qué ocurre y me dicen que vaya cara tengo, que parece hubiera dormido dos días enteros. Respondo que puede que así haya sido, y uno pregunta: “¿qué día es hoy?” Ni idea, respondo.

- Joder, no sabes ni en qué día vives –asiento y todos sonreímos.

Les pido que me pidan un té mientras voy al baño. Allí dentro huele a canela, así que salgo tarareando aquella canción. Cuando llegan las bebidas nos damos cuenta de que el té huele a canela, la cerveza huele a canela y hasta el bisolán. Cojo mi teléfono y hago un comentario al respecto en mi Facebook. Vuelvo a la conversación, levanto la mirada de nuevo y veo a la camarera ante mí, que me dice:

- La clave es la deriva.

¿Qué? ¿De qué me está hablando? ¿Qué mensaje misterioso y encriptado me trae esta mujer que ni sé de dónde viene ni cómo ha llegado hasta aquí. ¿Es realmente una camarera? Miro la pantalla del teléfono. Son las 17:56 del 29 de Diciembre de 2012, todo parece correcto y sin embargo, una criatura salida de la nada se abre paso entre mi círculo de amigos sólo para transmitirme este mensaje cifrado. “La clave es la deriva” me ha dicho, no consigo ver la relación que puede tener con mis últimos días aquí y sin embargo, al mismo tiempo, no puedo evitar intuir una poderosa relación. De alguna forma, alguien o algo ha enviado a esta camarera, o quién sabe, quizás ha tomado forma de camarera humana, para comunicarme algo que, desgraciadamente, no puedo desvelar. ¿La habrán visto el resto de mis amigos? ¿Seré el único que ha presenciado este misterioso encuentro? Algo dentro de mí me dice que puede que así sea, por lo que temo que no pueda resolverlo jamás. Levanto la mirada del teléfono y ella sigue allí. La miro extrañado y ella, a su vez, muestra haber captado mi confusión. Vuelve a hablar y me dice:

- El wifi, chaval. La clave del wifi es laderiva.

jueves, diciembre 20, 2012

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, de Philip K. Dick

En 1968 Philip K Dick publicó esta novela y catorce años después Ridley Scott hizo una película basada en ella que lleva por título Blade Runner (como bien es sabido), la cual prácticamente borró del mapa el trabajo de Dick. Además, abrió la puerta de la industria del cine para sus novelas y relatos. Desafío Total, Minority Report, Paycheck y A Scanner Darkly entre otros. Pero él nunca pudo ver ninguna de sus obras adaptadas, murió escasos meses antes del estreno de Blade Runner, con lo que nunca podremos saber qué opinión le merecen las diversas adaptaciones de sus textos.

A la novela llegué por curiosidad. Hace años que vi la película original, y hace no tantos años, vi la llamada Director’s Cut. Finalmente, hace menos vi en el cine la llamada Final Cut. ¿Eh? Si os habéis perdido es normal. Resulta que Blade Runner consta de hasta siete versiones (¡) diferentes. De unas a otras se añaden y quitan escenas, efectos especiales, voz en off y tenemos hasta tres finales (con dos argumentos diferentes como base, que le dan un significado bastante diferente a la historia). ¿Por dónde iba? Ah, sí. Que me compré la novela para ver qué diferencias tenía con respecto a la película (y por “la película” me refiero a la versión llamada “Final Cut”).

Al margen de las diferencias y similitudes, la novela quedó parcialmente enterrada por la película, ya que esta se convirtió en un fenómeno de culto. Un fracaso en su estreno en cines, hoy en día es una de las películas más vendidas en formatos domésticos. Con los años, Blade Runner se ha convertido en un mito del cine de los ochenta, de la ciencia ficción y del género negro, y ha marcado un antes y un después para las películas futuristas. Su visión distópica del mundo, la noche y la lluvia, la ciudad híper-desarrollada, los coches voladores, la música de Vangelis, la soberbia actuación de un malo que no lo es tanto (Rutger Hauer, que literalmente se merienda al protagonista, Harrison Ford) y su mítica frase final:

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais. Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Todo esto, parcialmente extraído de la novela original y parcialmente creado ex profeso, constituye un duro rival para el texto, ¿o no? Vaya por delante que no intento demostrar que una versión sea mejor que la otra. Entiendo que ambas son compatibles y ambas gozan de sus virtudes y defectos. Tan solo las comparo para mostrar qué encontré en la novela que no esperaba. Por cierto, a partir de ahora, spoilers a tutiplén.


¿Sueñan los androides…? plantea varios temas, recurrentes en la obra de Dick, que no se ven reflejados en la película como la religión, la búsqueda de la realidad y las drogas. Algunas variaciones en el desarrollo de la historia y algunos cambios de personajes permiten que el protagonista, Rick Deckard, vaya por un camino u otro, y la historia cambie de perspectiva y puntos de interés.

En la novela, Deckard está casado y vive una vida anodina y aburrida, al igual que su mujer, Irán. Tan sólo conocen dos formas para evadirse de su propia realidad:
- Las drogas (preferidas por él), que se pueden obtener de forma legal y en el propio hogar, a través de la “consola del organismo de ánimos”, un dispensador de sustancias que cambian el estado de ánimo de los humanos a demanda (cientos de estados de ánimo disponibles a un clic de distancia).
- La religión (preferida por ella), presentada bajo una forma futurista llamada Mercerismo, cuyo profeta Wilbur Mercer se comunica directamente con sus seguidores a través de un dispositivo llamado “caja de empatía”, que permite a los usuarios entrar en contacto con él y con las conciencias de otros feligreses.

Por otro lado, ambos comparten –al igual que el resto de la sociedad terrestre- una pasión desaforada por poseer animales domésticos, símbolo de prestigio social donde los haya, dependiendo del tamaño y la rareza del animal.

La vida en la Tierra se ha hecho prácticamente inviable debido a una guerra mundial que lo ha devastado todo. Casi todas las especies animales han desparecido total o parcialmente, y los humanos han tenido que emigrar a otros planetas como Marte.

Las formas artificiales de vida han evolucionado enormemente, y mientras en la tierra quien no puede pagarse un animal real (Deckard y su esposa tienen una oveja eléctrica, casi indistinguible de una oveja real), a cada humano que parte como colono a otro planeta, se le asigna un androide que le acompañe y pueda realizar los trabajos más duros. Unos de ellos, pertenecientes a la generación Nexus 6, casi indistinguibles de los seres humanos (por fuera y por dentro, pues son seres biomecánicos), se han revelado en Marte, han matado a varios humanos y han vuelto a la tierra. Deckard, cuya profesión es terminar con estos “andrillos”, trata de darles caza puesto que es un cazar recompensas; cobra por androide retirado, y necesita dinero.

Deckard, hastiado de su vida, de su profesión, de su mujer y sobre todo de sí mismo, sufre una profunda crisis de identidad durante la caza de estos androides, puesto que llega a empatizar con ellos. Hasta ese punto, no consideraba que su profesión implicara el asesinato, puesto que “retiraba” androides. Al empatizar con ellos (admirar la bella voz de una de ellas o desear sexualmente a otra, a Rachael), surge la inevitable cuestión que también se dibuja en la película (aunque de forma más dramática, pues se sugiere que el propio Deckard es un androide): “¿qué significa estar vivo?” o, desde un punto de vista más religioso (relativamente apropiado para la obra de Dick), “¿dónde reside el alma?”

¿Alguna vez has hecho el amor con una androide?

Eso sí, el planteamiento del señor Dick va un poco más allá del de la señorita Mariló Montero. Aquí no hablamos de trasplantes de bazo. Más bien, nos preguntan si una forma de vida artificial puede llegarse a considerarse (llegado a un caso de perfección extrema) tan válida como la biológica. También nos plantean, aunque más sutilmente, la cuestión de si nuestros sentimientos (pasión, deseo, amor, odio…) tiene la misma validez si se refieren a un ser artificial o a uno natural.

Se preguntaba cómo sería besar a una androide. Y se inclinó a besar los labios secos de Rachael. No hubo reacción; ella quedó impasible, como, si no le importara. Y sin embargo él sentía que no era así. O tal vez fuera solamente lo que habría querido…

La película, por su parte, parece que cae un poco más del lado de los androides, y en lugar de preguntarse por las relaciones de los humanos con/hacia ellos, plantean cuestiones aplicables a los androides mismos. ¿Pueden sentir igual que nosotros? ¿Es lícito que formas de vida artificial amen y odien? ¿Es siquiera posible?

Personalmente, aunque la película me siga pareciendo imprescindible, prefiero el matiz de la novela; el de la película se me hace demasiado alejado, quizás. Me quedo con las cuestiones que Dick plantea una y otra vez en sus textos: Asumiendo que la vida no tiene ningún propósito, ¿hasta dónde podemos llegar para hacerla plena? ¿qué sentimientos son válidos y cuáles no? O, dicho de otra manera ¿qué sentimientos son reales y qué sentimientos son falsos?

Sospecho que Dick, como todo buen misántropo que nada bueno espera del futuro de la sociedad humana y sólo la evasión de la realidad parece calmarle, en el fondo sabía que, para bien o para mal, que esto salga bien depende única y exclusivamente de los humanos mismos. Porque no hay nada más.

- Todo es verdad –dijo Rick. – Todo lo que las personas han pensado alguna vez.

Sexo: No muy detallado, pero con androides. Las prácticas sexuales exóticas siempre suman.
Naves espaciales: ¿Bromeáis? Por todas partes. Coches voladores (valen igualmente), colonias en otros países del sistema solar… Una sociedad como dios manda.

martes, diciembre 18, 2012

Once Upon a Time in America

File:Once Upon A Time In America1.jpg

Once Upon a Time in America cuenta las peripecias de un grupo de amigos durante casi 50 años del pasado siglo. La película se narra a través de los recuerdos del personaje de Robert de Niro, 'Noodles', que regresa a Nueva York en 1968, 35 años después de haberlo abandonado para salvar la vida. Cronológicamente hablando la historia comienza cuando Noodles y su banda, unos chicos de clase baja que viven en el Lower East Side judío de Nueva York a principios de los años 20, conocen a Max, un chico recién mudado al barrio. La banda de Noodles, bajo su liderazgo y el de Max, pasa de pequeños hurtos y trapicheos a actuar por su cuenta y a progresar en el mundo de los bajos fondos con la ley seca como telón de fondo.

A partir de ahí, Leone presenta una película que destila intensidad por todos lados, tratando el mundo de la mafia y los bajos fondos, la rivalidad entre bandas de gángsters, la corrupción policial y en los sindicatos, etc. Pero a través de los personajes y cómo interactúan se abordan también temas como el deseo, el amor y la obsesión (cómo se relaciona Noodles con las mujeres mete miedo), la amistad (el hermanamiento de sangre entre los personajes), la pérdida de la inocencia (el pequeño Dominic, Noodles y la cárcel) el egoísmo, la lealtad (cómo le esperan durante años y mantienen su pacto), la codicia y la traición, el inconformismo (cómo Max es incapaz de detenerse a tiempo). La lista se queda corta, es una película tan compleja y rica que es difícil enumerar todas las cosas que trata (incluyendo el inesperado giro final). A veces hace acto de presencia una violencia cruda y muy realista, casi necesaria para empatizar con la época. Resulta curioso hacer la comparación entre esta violencia y la que aparece en sus películas del oeste: en ninguna de ellas me dio nunca la sensacion de ser más que un complemento decorativo (junto con los caballos y los arbustos que se lleva el viento) y sin embargo aqui es estremecedora. Robert de Niro hace un papel increíble, un personaje lleno de resentimiento tras una infancia miserable y atormentado durante gran parte de su vida por los errores cometidos. Tiene escenas realmente memorables, en el hospital secuestrando al hijo del comisario, o la escena final con Robert de Niro cerrando el círculo argumental.

La película también está llena de curiosidades para los frikardos, como uno de los personajes tocando la armónica a lo Charles Bronson en Once Upon a Time in The West (obviamente hay más coincidencias entre ambas películas). También cuentan que Leone se deprimió tras el corte que le metieron a la versión americana, y ya no rodó más películas hasta su muerte.

Una película excepcional de principio a fin, imprescindible en mi humilde opinión. De las que te reconcilian con el cine. No os la perdáis.

domingo, diciembre 09, 2012

No me cuentes películas

Ya está. Por fin me he decidido. Si hek puede escribir un post semanal sobre recetas de cocina yo también puedo escribir uno sobre cine. Bueno, en realidad no es sobre cine, porque yo no tengo ni idea de cine, más bien será sobre películas. Películas que he visto y me han gustado. Películas que hubiera preferido no ver, a las que a partir de ahora calificaré igual que este amable crítico

I would rather gouge my eyes out with cloak pins and disembowel myself with a rusty spoon than ever have to see this movie again.

¿La motivación? Llevo tiempo bastante molesto con las calificaciones de películas que leo en IMDB o FilmAffinity. Antes me basaba en ellas a la hora de seleccionar, lo que me ha llevado en más de una ocasión a que detuviera la cuchara oxidada muy cerca del páncreas. Creo que en los últimos años hay una tendencia a sobrecalificar películas que no comprendo. Quizá la gente no ha visto muchas películas y no tiene una buena referencia con que comparar, o se excita demasiado fácilmente. Qué se yo. El argumento de que con el paso del tiempo las calificaciones se 'suavizan' y las películas tienden a bajar en las listas hasta acercarse al lugar que les corresponde no me vale, más que nada porque para entonces ya me habré tragado mierdas de un calibre importante. También me podréis decir que bueno, que hay opiniones para todos los gustos, etc. En efecto, hay películas que no me han gustado nada pero a las que reconozco su calidad y comprendo que a otras personas les puedan gustar. Faltaría más. Pero luego hay otras películas que son malas de solemnidad. Así de sencillo. En fin este blog no se caracteriza por el relativismo moral de los que lo visitan así que basta ya de explicaciones. Ah! por último diré que los comentarios que haga serán cortitos, para incrementar las probabilidades de que haya al menos un segundo post en la serie.

Hoy toca...



La última obra maestra del alter ego de uno de los integrantes de este blog. La primera película que he visto en 3D. Aquí el trailer

Cuenta la historia de un adolescente indio que viaja con su familia a Canadá en un barco japonés. Cuando este se hunde, el chico emprende un viaje en un bote salvavidas acompañado de varios animales que le lleva a examinar lo más profundo de sí mismo y de sus creencias. Parece ser que está basada en un best-seller de Yann Martel. Ni idea.

Me ha parecido una película interesante, sin más. Por supuesto, los efectos visuales son acojonantes, al igual que la fotografía. El 3D no me ha gustado especialmente, me da la impresión de que hace que la atención del espectador se aleje de la historia, lo que no es una buena premisa cuando uno va al cine. De todas formas tendré que ver alguna película más para juzgar.

Dejando lo visual de lado, la película es un cuento fantástico, al estilo de 'The Fall' pero mucho menos complejo, muy lineal. Entretenida, con algunos momentos humorísticos, y con un giro o moraleja final al estilo de las fábulas religiosas. Y ese es precisamente el mayor problema. La película trata de suministrar una dosis de moralina religiosa que chirría desde el minuto uno, y que alcanza su esplendor cuando salen las letras del final. Al menos lo hace a calzón quitao, sin miramientos, eso se lo reconozco. Pero que queréis que os diga, si me interesara eso cuando voy al cine solamente iría a ver pelis de Mel Gibson. En resumen, una película entretenida pero algo mediocre, sin mucha profundidad en la historia y sin personajes que desarrollar salvo el prota que hace un papel bastante decente, todo hay que decirlo, pero que se hunde notablemente debido a ese trasfondo proselitista. El orangután también lo hacía bastante bien. Compensaría la entrada del cine si siguiese costando 3,5 euros.

Ahhh esta semana empieza un viaje inesperado, así que espero que haya otro post pronto...

martes, diciembre 04, 2012

VBRL DD edition, the end


Jack Brabham, Jackie Stewart, Niki Lauda, Nelson Piquet, Ayrton Senna y Sebastian Vettel. Sólo seis hombres en la historia pueden decir que son tricampeones de la F1. Y sólo uno puede decir que es tricampeón de la VBRL.

Por tercer año consecutivo, el (The Famous dr.Alergia's) Grand Mächaka Powered Engines Orkestar ha logrado el título de campeón de la Liga Fantástica de F1 por excelencia. En su cuarta edición, con su cuarto paquete de normas, nada hacía presagiar la consecución del título para el equipo hispano-turco, hasta que el Inglourious Basterds mode se hizo efectivo para las ocho últimas carreras de la temporada.

El nuevo paquete de normas de la Destruction_Derby edition basaba las puntuaciones no sólo en los resultados de los pilotos de la F1 en cada GP, sino en la relación entre las alineaciones de los distintos equipos de la VBRL. Así, durante la primera parte del campeonato, las normas premiaban (en contra de lo esperado) a los equipos que elegían a los pilotos más populares. Sin embargo en la segunda parte, las reglas se volvieron mucho más impredecibles y aleatorias. Esto produjo un cierto caos en el campeonato, y dos de los equipos que menos oportunidades parecían tener en esta edición acabaron en el pódium en primer y tercer lugar (Ferre Roxu-Playus Team).


Extraño mundial para el campeón. Sólo logró una victoria (en el GP número 16 de la temporada), y a ocho carreras del final de la temporada era quinto a más de 60 puntos del líder provisional. Las reglas de la segunda parte de la temporada sin duda alguna beneficiaron al campeón. No tanto quizás por sus buenos resultados (algo irregulares), como por los pobres resultados de los equipos que marchaban en cabeza, incapaces de adaptarse a un nuevo reglamento que perseguía darle emoción a un campeonato con un tal vez injusto reglamento.

El segundo clasificado, FKA La Alquitara, pasó de dominar la primera mitad del mundial, a obtener un total de 7 puntos en seis carreras durante la segunda parte. Aún así, una victoria en la penúltima carrera reavivó una vez más sus oportunidades de victoria que finalmente no se materializaron. De cualquier manera, brillante temporada de un equipo que en la temporada pasada no dejó de ser colista en ningún momento, pero que en la primera edición de 2009 había dejado buenas sensaciones con su tercer puesto final. Alegra verlo de nuevo en el podio.

En tercer lugar y volviendo al cajón tras los dos subcampeonatos iniciales, el Ferre Roxu-Playus Team, fue el auténtico revulsivo de la segunda parte de la temporada. A seis carreras del final era penúltimo en la clasificación, a más de 100 puntos del líder. En la gira asiática por Japón y Corea, sumó dos victorias consecutivas y 102 puntos (por 3 del entonces líder, el Puzolana) para ponerse tercero en la clasificación, puesto que se disputó con el propio Puzolana y La Alquitara hasta la última carrera. De todos los equipos que han ganado 4 carreras, es el único que puede presumir de haberlo hecho siempre en solitario. Un buen año sin duda.


El cuarto clasificado, el Puzolana Entertainment System, que llegó a ocupar el liderato de la clasificación durante 4 GP’s, terminó esta edición de la VBRL fuera del cajón, hecho inédito en las anteriores. 22 puntos en las 6 últimas carreras fueron un bagaje demasiado pobre para un siempre serio candidato al título, y único vencedor histórico de la VBRL junto al Grand Mächaka.

Empatando a puntos el F1 Niki Lauda Oreja a la Plancha y el Andrea Moda – Missis Team, pero con una victoria más del equipo llamado como el ex piloto austríaco y uno de sus órganos (4 a 3), ocupan el quinto y sexto lugar de la clasificación. Discreto resultado para el F1 Niki Lauda tras el emocionante subcampeonato del año anterior, y brillante resultado del debutante, obteniendo victorias en 3 GP’s. Seguro que los nervios del inicio de temporada le jugaron una mala pasada y retrasaron su escalada en la clasificación. Sus 2 victorias consecutivas en los GP’s de Reino Unido y Alemania, que la dejaron a 3 puntos del liderato, reflejan sin duda alguna el tremendo potencial de esta nueva incorporación.

Siguiendo en la clasificación, figura el Patri Glamour, que cuajó una gris actuación. Alcanzó el liderato en la cuarta carrera del año, pero la presión de verse líder tan pronto hizo mella en la joven escudería, que prácticamente desapareció de los puestos importantes el resto de la temporada. En el Inglourious Basterds mode apenas logró unos 30 puntos, lo que lastró definitivamente un tímido resultado. Se espera mucho de ellos para futuras ediciones.

Por último, el FAC Noreña tuvo un año complicado. De las 19 carreras, tan sólo presentó la alineación a tiempo en 7 de ellas. Sumó 27 puntos en las últimas 14 carreras del año. Malos tiempos para el Foro Asturias Ciudadano, parece ser.















Flamante podio para un brillante campeonato, reñido hasta la última carrera como la anterior edición, y en la que nuevamente todos los equipos han conseguido al menos 1 victoria en un GP. Enhorabuena a los vencedores y a todos los participantes.
 

Tablas Finales