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domingo, mayo 11, 2014

Souvenirs de l’empire de l’atome, de Smolderen y Clerisse

Souvenires, recuerdos o memorias; todo puede ser, aunque las tres palabras tengan matices distintos y lo más probable es que si alguien se decide a traducirlo al español opte por el título de “Recuerdos del imperio del átomo”. Aún así, por el momento nadie se ha animado en España y en el país vecino Dargaud lo publicó en enero del año pasado. Yo lo descubrí en el festival Utopiales.

Como dije en su día, Souvenirs… es una historia retrofuturista, que toca la ciencia ficción y la fantasía, rodeándose de un recreación detallada y escrupulosa de los objetos de diseño de la década de los 50, momento en que transcurre la casi totalidad de la narración. Pero lo más sorprendente del relato es que el verdadero punto de partida es un hecho real. Esto nos divide la historia en dos partes: la primera, basada en esa historia real y la segunda, en la que la ficción toma su lugar.

sábado, mayo 03, 2014

Línea argumental

Lunes: Dan por televisión Spiderman, la adaptación al cine de 2002 de Sam Raimi, protagonizada por un soso Tobey Maguire. La historia es conocida: El niño marginado del instituto, muy inteligente pero débil físicamente y torpe social, es picado por una araña radiactiva y consigue poderes sobrehumanos. El cambio que se produce en su cuerpo también alcanza a su mente, reforzando su personalidad, dándole seguridad en sí mismo y acercándole a la madurez. En el proceso y por casualidad, su tío muere y él se culpa por ello. Esta sombra de culpabilidad le acompañará siempre y le impulsará a luchar contra el crimen para purgarse. “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” se repetirá a sí mismo toda su vida.

La película, por su parte, es una recreación infantil de la ya de por sí infantil historia, que reduce las expresiones de sentimientos a los clichés más básicos posibles y llena los vacíos con espectaculares escenas de combates llenas de efectos especiales. Ocio familiar. Junto a X-Men (2000), iniciaron una saga de adaptaciones de cómics Marvel al cine que parece no terminar nunca y que ha copado la mayoría de las superproducciones hollywoodienses de las dos últimas décadas.

domingo, febrero 16, 2014

As de Pique, de Ricardo Barreiro y Juan Giménez

No soy fan de los tebeos bélicos, pero este llamó mi atención. Dolmen reeditó hace un par de años el volumen completo que recoge las 23 historias del As de Pique, obra escrita por Ricardo Barreiro y dibujada por Juan Giménez, ambos habituales del tebeo argentino (el primero escribió la secuela de El Eternauta, y el segundo colaboró con Jodorowsky en La casta de los Metabarones, por ejemplo). Juntos realizaron a finales de los setenta esta serie de aventuras bélicas.



domingo, noviembre 24, 2013

Motor Lab Monqi, de Miguel Ángel Martín

Llego tarde, lo sé, pero estas cosas pasan. Leer y comentar en 2013 por primera vez un tebeo de Miguel Ángel Martín y además hacerlo con uno de 2012, saltándose toda su bibliografía previa, es como decir ahora que la nocilla va a ser sepultada por la nutella, o que la game gear no tiene futuro, o que el blandiblu no durará más de un par de años. Llego tarde. ¿Y quién es Miguel Ángel Martín? Pues el que dibuja así:

miguel angel martin subterfuge records el demoniete

Sus dibujos son Subterfuge, el sello español por excelencia del indie de los noventa; Austrialian Blonde, Doctor Explosion, Mercromina, Sexy Sadie… Aprenderse de memoria la revista Tipo todos los meses y pensar qué guay sería escuchar todos esos discos… Oye, ¿y por qué no te los bajas? Pues porque estoy en 1997, Napster todavía no existe e intercambiar canciones por mIRC con un módem de 33,6kb es una odisea. Ostias qué putada, ¿y entonces qué hacéis? Engañamos a nuestros padres para que nos dejen comprar un par de discos al mes, nos intercambiamos cd’s, grabamos todavía alguna casette, y pagamos 300ptas al chulo de la clase que tiene un grabador de cd’s de 4 velocidades para que nos lo grabe. ¿Retrofuturismo? Apenas, Miguel Ángel, pero me has mandado de una patada 15 años atrás. Has dibujado el Odd tracks out! de Sexy Sadie, si es que se puede dibujar un disco.

Motor_lab_monqi_ miguel angel martin rey lear

domingo, noviembre 17, 2013

Le Transperceneige, de Jaques Lob y Jean-Marc Rochette


Estaba el otro día en el cine, a punto de ponerme las gafas 3D para ver Gravity (uau!), cuando pusieron este tráiler:


Y al margen del director coreano para una película hollywoodiense, de una Tilda Swinton Tatcherizada, y de una sensación de (ahí va que brutos…), me quedé con que al final de los créditos decía “based on the graphic novel The Snowpiercer”, y en mi vida había oído hablar de ese tebeo. Cosas de la vida, una semana después, rebuscando entre los ejemplares de la mediateca de la empresa me encontré con esto (deberes):


snowpiercer, transperceneige, transglacial, rompenieves

domingo, noviembre 03, 2013

Nantes Interlude: Les Utopiales

Abandono por un post mi propia ficción sobre la vida nantesa para hablar de las ficciones de los demás. Este fin de semana ha tenido lugar en Nantes una nueva edición del festival de ciencia ficción Utopiales. Una nueva prueba de que sí que existen las ciudades que apuestan por distintas disciplinas y géneros artísticos, y no se contentan con los conciertos en la plaza de toros de la semana grande, y no pasa nada. La gente acude (o no, a voluntad), el dinero público se reparte (aunque aquí se cobraba la entrada diaria a 8€) y la vida sigue. Pero dejo de seguir por aquí, que me pierdo.


Para un alumno de primero de Ciencia Ficción, no resulta fácil acudir a un evento así. Conocía a dos autores literarios antes de empezar, Orson Scott Card y William Gibson, y el segundo se cayó del cartel y no apareció por allí. Así que tiramos de programa y nos fuimos pasando por las diversas conferencias y mesas redondas que nos parecían más interesantes a primera vista con la esperanza de enterarnos de algo, idiomas extranjeros y temáticos ajenos mediantes.

El resultado fue más que positivo, y si de algo me arrepiento fue de no haberme preparado el festival antes, y haberme informado sobre los autores que participaban. Una veintena de conferencias por día, una treintena de películas, 66 escritores y 26 dibujantes de cómic, además de arquitectos, cineastas, científicos y creadores de videojuegos condensados en tres días y medio merecen algo de cariño. Mucho me perdí, pero aquí va un pequeño resumen de lo que sí pude ver.

viernes, abril 19, 2013

El rayo mortal, de Daniel Clowes

Qué majo el bueno de Daniel, metiendo el dedo en la llaga. La cultura underground, “la negra espalda del sueño americano” que diría Marías (y que creo que ya he escrito alguna vez), que se opone al quarterback, a las animadoras y a los negros que llegan a ser presidentes del gobierno. El ser humano es un desastre, la vida es una mierda y la salvación del individuo un mito. Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es la muerte. Cinco siglos y seguimos con lo mismo. España es el Lazarillo de Tormes, la clase media americana los villanos y Emilio Botín un señor feudal de esos que viven en torres de cristal en lugar de torres de piedra y ya no mueren de gota, porque van a gimnasios y tienen dietistas. El derecho de pernada también existirá, supongo. Que le pregunten a Berlusconi o a DSK.

Volvamos con Daniel. ¿Recordáis cuándo pasabais los días en el colegio, desapercibidos, ajenos a todo lo que os rodeaba y esperando el día en que todo estallara y no tuvierais que volver? ¿Recordáis a las chicas que os ignoraban y que según Houellebecq os perseguirán toda la vida como a Ricardo III sus fantasmas? ¿Recordáis el día que la chica más guapa de todo el instituto se sentó, para sorpresa vuestra, a vuestro lado en clase de literatura? ¿Y recordáis, acaso, cómo por las tardes leíais tebeos y jugabais con el ordenador, tratando de alcanzar otras vidas? Pues por si no lo recordáis, Daniel viene en vuestro rescate.


El rayo mortal nos cuenta la historia de Andy, adolescente estándar americano que hemos visto en películas y series cientos de veces: el margi. En él, la misantropía campa a sus anchas y no podemos saber con exactitud qué fue antes, la marginación social que recibía de fuera o las ganas de aislamiento que le salían de dentro. Tiene un amigo, Louie, que aunque lo intenta un poco más en esto de socializar consigue lo mismo. El doble de cero sigue siendo cero, chaval, así que, en cierto sentido, fracasa mucho más, pero igualmente la historia se centra en el anodino Andy. Tiene una novia que vive en otra ciudad y no le responde las cartas, vive con su abuelo y salvo Louie, pocas personas hablan con él a lo largo del día.

Andy no participa de los ritos sociales del instituto y poco a poco va virando del desapego al desprecio, poco a poco los otros seres humanos se le hacen insoportables, y entonces llega la magia. Ta-raaaaan. Una caja con objetos que su padre le dejó en herencia antes de morir, y que su malvada tía guardaba sin motivos aparentes; un extraño suceso y la consecuente aparición de los poderes de Andy; una máscara, un traje y ya estamos listos. Andy y Louie ya pueden hacer frente a la amenaza de la humanidad… ella misma.

***

Partiendo de las historias de super-héroes, Daniel vuelve a construir el relato del adolescente inadaptado, que entra en la edad adulta y no es capaz de comprender el mundo que lo rodea. Los ritos y reglas sociales se le hacen extraños y carentes de sentido. No entiende qué rige que algo o alguien sea “guay” o sea “una mierda”, y no se siente contagiado por las emociones comunes. Algo por lo que ha pasado toda persona que haya tenido adolescencia, por supuesto, pero que no por eso deja de merecer ser leído. Clowes pone el dedo en la llaga, sí, y nos recuerda esos años de desorientación, también, pero además nos acerca (no sé si deliberadamente o no) a sentimientos más extremos. ¿Tan lejos están los niños de Columbine? Leyendo El rayo mortal no lo parece. Atención, esto no es una apología de nada, pero siempre hay que defender que para comprender al vecino hay que tratar de ponerse en su piel. Para juzgar sus actos hay que tratar de comprenderlos.

Daniel nos habla de lo difícil que es esa transición de la infancia a la edad adulta y lo extraño que resulta participar en un juego al que no hemos escogido jugar, simplemente nos han obligado, y además viene sin instrucciones. Por si fuera poco, en el momento que comprendemos que el juego no tiene principio ni fin, ni se puede ganar o perder, participar en él todos los días resulta aún más absurdo.


Yo no sabía dibujar, así que no hacía tebeos. Sin embargo, era protagonista de mi propio tebeo imaginario. Mensualmente rotulaba una página en la que contaba qué peligros acechaban al héroe (yo). Los enemigos eran las chicas que me gustaban (las “eses” que dan el plural son deliberadas) según el mes. Algunos de esos enemigos volvían a aparecer y otros no, según esas chicas siguieran apareciendo en mi vida real o no. La numeración del tebeo era la de mi vida real. Un mes por cada mes de vida. Recuerdo que llegué al 200, así que tuvo que ser entre los 16 y los 17. Esas hojas estarán por casa de mis padres, en alguna carpeta perdidas.

Lo haces bien, eres bueno. Pero, la próxima vez, cuéntame algo que no sepa, Daniel.

domingo, abril 15, 2012

The League of Extraordinary Gentlemen Century: 1969, de Alan Moore y Kevin O'Neill

A estas alturas de la película, ponerse a comentar la obra de Allan Moore puede resultar un poco cándido. Y es que dudo mucho que quede algo interesante por decir acerca de este inglés con pintas aterradoras y de sus historias.

Ilustrísimo guionista de comics, el señor Moore es uno de los mayores implicados en la evolución del tebeo y en el hecho de que, cada día más, se lo considere una forma de expresión artística tan válida como cualquier otra, y no un género menor. También le podemos culpar -en parte- de que Hollywood, en ese saqueo brutal que ha hecho del mundo del cómic en busca de guiones (y a ser posible, storyboards ya hechos y pintados y con diálogos), haya perpetrado algunas de las peores adaptaciones del mundo de las viñetas a la gran pantalla, aunque supongo que aquí actúa más como víctima que como verdugo.

Moore ha firmado historias como Watchmen, V de Vendetta y From Hell, auténticos pilares del mundo del cómic, y tebeos más que recomendables para leer (aunque no tanto películas para ver). Distopía, ciencia ficción, fantasía, steampunk, ocultismo, política, religión y la eterna lucha del individuo por distinguirse, por sobrevivir a la masa y a los totalitarismos a los que cada vez estamos más acostumbrados.


Sin embargo, si hay una idea original y divertida entre sus historias es, a mi parecer, la de The League of Extraordinary Gentlemen. Esta saga de historias consiste en el más entrañable guiño a la ficción que yo conozco. La premisa es sencilla: ¿qué ocurriría si todas las historias que se han escrito y filmado hubiesen sido reales? Metaficción en viñetas. Un mundo que responde a la fantasía más infantil (y por lo tanto plena) que nos podemos hacer, ¿y si todo lo que vemos y leemos, todo lo que llega a nuestra mente fuera real? Esto nos lleva a un mundo en el que, además de Napoleón o Einstein, también han dejado sus huellas el Rey Arturo, el Quijote, el dr.Jekyll, el Hombre Invisible, el dr.Moreau, Drácula, Sherlock Holmes… De pronto, H.G.Wells y Julio Verne no fueron más que dos historiadores de su tiempo que consagraron su vida profesional a dejar testimonio de los hechos más increíbles que tuvieron lugar en su época y que, por supuesto, han modificado en cierta manera nuestro presente y lo han transformando, dejando las marcas de un pasado distinto al que conocemos.

En este mundo en el que tanto extraterrestres como espíritus también han dejado su impronta, un grupo de “caballeros extraordinarios” son elegidos por el gobierno británico para llevar a cabo ciertas misiones especiales que requieren de sus especiales talentos, y que además son cruciales para lograr el pacífico devenir de la Humanidad. En los dos primeros volúmenes publicados, ambientados en el s.XIX, el grupo está formado por Allan Quatermain (protagonista de “Las minas del Rey Salomón”, de H. Rider Haggard), Mina Murray (prometida de Jonathan Harker y víctima de Drácula), el capitán Nemo, el dr.Jekyll (bueno, a veces hay que tratar con el sr.Hyde, ya se sabe) y Hawley Griffin (a quien H.G.Wells llamaba “El hombre invisible”).

En el tercer volumen, que se está publicando en tres partes (1910, 1969 y 2009, que todavía no ha visto la luz), del grupo original tan solo continúan la sra.Murray y Allan, y se les ha unido Orlando (cuyas andanzas nos contó Virginia Woolf en la novela homónima). En los tres volúmenes hay unos malos a los que hay que perseguir, y una amenaza que se cierne sobre la especie humana si estos elegidos no logran impedirlo, pero el argumento es -casi- lo de menos.

Si por algo destacan las historias de La Liga, es por la descomunal cantidad de referencias y guiños que, viñeta a viñeta, el sr.Moore y el dibujante Kevin O’Neill nos dejan. Cada cartel, cada viandante y cada edificio del paisaje pueden estar abriéndonos una puerta a un alternativo mundo de ciencia ficción, terror o fantasía. ¿Resulta abrumador? No realmente. Yo he leído los volúmenes sintiendo que la historia me atrapaba, como cualquier buena historia de aventuras, y además me recompensa al ofrecerme, de vez en cuando, alguna referencia conocida que me ha hecho sonreír, o alguna otra desconocida para mí, que me ha hecho dudar y buscar su origen, hasta conocer o reconocer otra obra que no tenía más remedio que apuntarme para leer más adelante (y para los inconformistas, aquí y aquí hay un par de guías más que exhaustivas). En definitiva, La Liga funciona como una estupenda guía sobre la literatura y el cine de géneros menores.

1969, el volumen que acabo de leer, está totalmente influenciado por la psicodelia, el ocultismo, el boom pop de los sesenta, y el cine de gánsteres de aquellos años. No se debe desvelar mucho de una historia que se lee de un tirón, pero digamos que en el mundo de La Liga, sus Satánicas Majestades iban más allá de la pose en sus relaciones con el maligno. El concierto de Hyde Park en 1969, la muerte de Brian Jones, el LSD, Rosemary’s Baby y el anticristo… juntos en una realidad que, sin duda alguna, resulta mucho más divertida que la nuestra.

lunes, marzo 19, 2012

El fantasma de Hoppers, de Jaime Hernández

 Al final me ha salido un texto sobre Locas, en general, y no tanto sobre El fantasma de Hoppers. Mejor así.

Me resultaba extraño que tras ya casi seis años de Virtua Bartolo no hubiera mencionado para nada la obra de Jaime Hernández, pero revisando los diferentes volúmenes de su “Locas” he llegado a una sencilla conclusión: no me atrevía, me imponía demasiado.

¿Y ahora qué pasa? ¿Me he hecho más sabio? ¿He subido de nivel? Qué coño. Donde hay confianza, ya se sabe, y de tanto seguir las vidas de los personajes del más joven de los Hermanos Hernández parece que les he perdido la vergüenza.

Jaime, junto a sus hermanos Beto y Mario, es el co-creador del fanzine Love & Rockets, que se publicó entre 1981 y 1996. Aquí se recogían las historias que cada uno de los hermanos desarrollaba, siendo Locas la serie que pertenece a Jaime. Love & Rockets es una de las obras cumbre del cómic underground americano, y desde luego una de las más recomendables y adictivas.


En concreto, la saga Locas, cuenta la historia de unas amigas chicanas que viven en California, desde su adolescencia punk hasta su edad adulta. Las principales protagonistas son Margarita Luisa "Maggie" Chascarrillo y Esperanza Leticia "Hopey" Glass, Maggie y Hopey para los amigos y los lectores. Tras unos inicios en los que las historias derivaban en la ciencia ficción, pronto la serie se centró en contar las vidas ordinarias de las protagonistas, de sus centenares de personajes corales, y sus idas y venidas amorosas. Podemos definir Locas como el culebrón hecho cómic. ¿Y eso es bueno? Veamos. Si decimos slice of life o tranche de vie parece que hablamos de algo mucho más elitista, pero no estaremos diciendo nada diferente. La palabra culebrón, desenfadad y autocrítica, la define mucho mejor.

Son varias las razones por las que se pueden recomendar las historias de Maggie, Hopey, Izzy, Penny Century, Ray Domínguez, HR Costigan, la Rena Titañón y demás, pero el apartado técnico es el más fácil de defender. Tras haber dibujado a estos personajes durante más de treinta años, Jaime ha logrado uno de los méritos más notables de su obra, y es que sus personajes han crecido con el paso del tiempo, tanto psicológicamente como gráficamente. La evolución de Maggie y su tropa desde que eran unos niños hasta que se acercan peligrosamente a la cincuentena, seguir sus subidas y bajadas de peso, sus cambios de tinte, de peinado y de vestimenta, pero siempre dibujados por la misma mano, consiste probablemente en el más variado y complejo catálogo gráfico de unos personajes de tebeo (insisto, dibujados por el mismo autor). El estilo de todos los hermanos Hernández se puede calificar como de trazo sencillo, figuras simples y fondos austeros, casi inexistentes. Sin embargo, sus viñetas están cargadas de una simbología muy rica; prácticamente no aparece un objeto que no tenga un doble significado o un peso específico en la trama. Además, la maquetación de sus páginas es ejemplar, dotando a sus historias de un ritmo narrativo muy ágil, que lleva al lector de la mano por toda la historia, parándonos donde importa, y corriendo cuando le conviene.


Y por otro lado tenemos las historias. Habitualmente son historias cortas, que no llegan a las diez páginas, aunque las tramas se extienden y reaparecen entre las distintas historias. Relatos con humor, superficiales, se alternan con historias más profundas que indagan en la psicología de los personajes. Sus idas y venidas amorosas, las relaciones interpersonales, la soledad, la vida adulta, la enfermedad y el miedo a la muerte comparten páginas con la lucha libre femenina, tetas y culos a más no poder, cultura chicana, superheroínas, un poco de género negro y sobre todo muchos personajes. Todas las personas satélites que pueden aparecer en la vida de uno tienen sus páginas aquí, y llegamos a conocerlas también. La forma en cómo el autor va introduciendo a estos personajes en la historia, de forma progresiva, tal y como ocurre cuando conocemos a una persona real, es una gozada. Y lo verdaderamente sorprendente es que uno se lee historia tras historia y tiene la sensación de que todos estos temas y personajes cuadran perfectamente, y que es perfectamente normal mezclar tías que van por la calle en bikini con la soledad, y sexo lésbico con el miedo a la muerte. En Locas todo esto vale, y funciona.

A lo largo de todas la saga (publicada aquí por La Cúpula, y recopilada en tomos a leer en el siguiente orden: Locas I, II y III, Penny Century, El fantasma de Hoppers y La educación de Hopey Glass), llegamos a formar parte del universo de Hoppers (así es como llaman a su pueblo natal), acabamos por intuir cómo se va a comportar Maggie ante tal o cual situación, nos identificamos a veces con sus actos, y otras simplemente discrepamos. Tras treinta años, Jaime ha creado unos personajes que son reales. Casi nada.


Y ya para terminar, el último tomo publicado aquí (que no el último en la cronología de Locas, como ya he dicho) es “El fantasma de Hoppers”. Se trata de un volumen pequeño, 124 páginas, que incluye varias historias pero todas capítulos de una misma trama. Se podría decir que es una novela gráfica en sí misma, y que puede leerse sin haberse leído el resto (aunque zampárselo todo sea recomendable). En particular, “El fantasma de Hoppers”, destaca del resto de historias por unos tintes de realismo mágico muy marcados, más que en los otros tomos (pero menos que lo que se puede encontrar en Palomar, la obra de su hermano Beto), propiciados por un viaje de vuelta al pasado, al lugar en el que se crió. Un reencuentro con los fantasmas del pasado de Maggie, que aunque uno diría que suelen viajar en la cabeza de cada uno, otras veces da la impresión de que nos esperan allá donde más los tememos, habitando casas que hacía años que no pisábamos, sin prisa, sabiendo que tarde o temprano nos tocará volver.


martes, agosto 09, 2011

Asterios Polyp, de David Mazzuchelli

No es que se trate de una novedad editorial, pero es que Asterios Polyp –la esperada novela gráfica del americano David Mazzuchelli- se merece unas líneas por mucho no sea una novedad. Y es que la última obra del que dibujara a Daredevil y a Batman en algunas de sus más míticas historias, y asombrase con la adaptación de “La ciudad de cristal” de Paul Auster al tebeo, forma parte del olimpo de las novelas gráficas, y hasta parece que tenía el sitio reservado.



Se narra la historia del viaje iniciático de Asterios Polyp, un “arquitecto de papel” que merced a sus miedos y a estar centrado en sí mismo ha terminado por aislarse del mundo que le rodea y de sus seres queridos (su pareja), y en el camino se ha comportado toda su vida como un engreído egoísta, incapaz de valorar los logros ajenos por inferioridad (creo yo). Se relata todo el proceso de aprendizaje que el protagonista ha de cumplir, desde la chispa desencadenante hasta la culminación, pasando por numerosas pruebas, o más bien situaciones que ponen a prueba al protagonista. Es decir, se nos narra la Odisea personal de un hombre de nuestro tiempo.

Al parecer la novela gráfica ha recibido no pocas críticas a causa de su “poco profundo” argumento. En mi opinión, si bien no estamos ante una historia reveladora que jamás haya sido contada, la crítica se pasa de largo. Asterios Polyp, es, por así decirlo, una nueva forma de narrar la antigua historia de la búsqueda de uno mismo y su propia aceptación. Pero el hecho de que no sea nueva no significa que no sea buena.

*** Ojo, que viene spoiler ***

Las casi 400 páginas conforman un relato que mezcla dos secuencias temporales distintas, a las que se añaden los reveladores sueños del protagonista, y la historia está repleta de detalles. Las menciones a la cultura griega, a través de La Odisea o del mito de Orfeo y Eurídice por ejemplo, son numerosas. En un momento dado, el protagonista dice que su apellido “Polyp” es una contracción de su nombre de familia de origen griego. Eso nos podría llevar al nombre de “Polyphemus”, el gigante de un solo ojo que fue vencido por el propio Ulises. Así mismo, podríamos decir que Asterios sufre una “pérdida de visión” en el plano sentimental, al ser incapaz de interpretar las manifestaciones de sentimientos ajenas. Y curiosamente, su tara se corrige al quedarse físicamente tuerto, momento en el que pierde la profundidad de campo de su visión a cambio, esa que le ha servido en su carrera profesional. Ironías de la historia que marcan sutilmente el cambio de prioridades del protagonista.

*** Tranqui, fin del spoiler ***



Pero es en la estética donde Asterios Polyp brilla más. Es formalmente sensacional. El autor pone a su servicio todos los recursos que el tebeo posee: el color, el espaciado entre viñetas, la tipografía, el trazo de los dibujos… todo para poder mostrar diferentes sentimientos y sensaciones que solo podrían narrarse con unas cuantas páginas descriptivas. Notar como poco a poco dos personas van congeniando gracias a que los estilos con los que están dibujados se van entrelazando hasta formar un nuevo estilo, percibir como el protagonista va polarizando la conversación para acabar quedando por encima del resto de forma muy condescendiente gracias a un foco que ilumina a los personajes o evocar a una persona amada a través de las instantáneas que conforman los recuerdos de una vida compartida, son recursos que escapan no sólo a otros géneros como el cine o la literatura, sino también a la mayoría de los tebeos.

David Mazzuchelli da una auténtica clase magistral sobre las posibilidades del tebeo, llevándolo hasta extremos donde sólo las obras más emblemáticas del género han llegado. Los tonos de color, por ejemplo, marcan los distintos tiempos en que transcurre la historia, dejando el amarillo y el violeta para el presente y los sueños del protagonista, y el cyan y el magenta para el pasado. El verde y el naranja sólo aparecen cuando ambas historias convergen.



Asterios Polyp lucha contra sí mismo (su hermano gemelo Ignazio, en sus sueños), y contra sus parciales y tajantes visiones de la vida y la muerte, la relación con los padres, la pareja, la gente que nos rodea, el trabajo y nuestras aficiones… Nada con lo que no tengamos que luchar cada uno de nosotros, lo que hace que seamos tan capaces de despreciarlo y desearle mal, como de comprenderlo y ponernos en su lugar, e incluso desear que su historia sea nuestra historia, como el autor nos permite en una de las viñetas finales, borrando las caras de los personajes y dejando espacio para que la imaginación de cada uno complete esas caras como quiera. En resumen, en vuestra próxima visita a Salamanca pedirle este tomo a vuestro Álvaro, merece la pena.

Referencias:
Shades of Meaning, de Douglas Wolk para el NY Times.
Some Thoughts on Asterios Polyp, de Scott McLoud en su blog.
Annotations for Asterios Polyp, de Stumptown Trade Review.

miércoles, mayo 12, 2010

Umberto mala suerte

Aquí os dejo una tira que dibujé en su día y había olvidado por completo. Como al encontrarla de nuevo al cabo de dos años me ha seguido haciendo gracia, he decidido colgarla.

La he tenido que redibujar y colorear (me quedaría pendiente reescribir el texto, ay la pereza...), pero aquí está la historia del pobre Umberto. Me temo que tendréis que hacer clic sobre la imagen para verla decentemente.


lunes, mayo 03, 2010

Un alegato a favor del tebeo

Probablemente yo no sea el más indicado de este contubernio para hablar sobre tebeos, pero al terminar el libro de Scott McCloud “Cómo entender el cómic” no he podido evitar la tentación de escribir un comentario sobre el mismo, y es que este tebeo-ensayo sobre tebeos es uno de los enfoques más originales e interesantes que se ha realizado sobre el mundo de las viñetas.

El ensayo del señor McCloud se marca dos objetivos claros: el primero es demostrar que el tebeo o cómic es un género en sí mismo, tan válido como cualquier otra forma de expresión artística, y no un simple hijo bastardo o pastiche entre el dibujo y la escritura. El segundo consiste en realizar un estudio detallado del tebeo, a través del análisis de los métodos y recursos que se emplean.

Comienza McCloud su argumentación sobre la legitimidad del cómic como un género en sí mismo con un argumento muy simple: es más antiguo que otras formas de expresión artística, razón por la cual es imposible que sea un torpe sucedáneo. ¿Y cómo que es anterior? Pues porque las más tempranas manifestaciones del cómic, o de las “imágenes yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada” como el autor las define, las podemos encontrar en pinturas rupestres, precolombinas y egipcias. Antes de que el ser humano inventara la escritura, ya utilizaba secuencias de imágenes para narrar acontecimientos e historias.

Continúa su descripción del género estudiando el vocabulario que emplea. Uno de los puntos fuertes del cómic es la capacidad que tiene involucrar al lector en la historia, objetivo de cualquier forma de expresión y que alcanza su punto álgido en los videojuegos. Comenta el autor que “cuando abstraemos una imagen mediante la caricatura, lo que hacemos no es tanto suprimir detalles, sino más bien resaltar ciertos detalles. Al descomponer una imagen a su “significado” esencial, el dibujante puede amplificar dicho significado de una manera que no está al alcance del dibujo realista.” La caricatura de una cara se puede convertir en la cara de cualquiera. Así el lector, al contemplar la caricatura no sólo es testigo de la historia narrada, sino que se involucra en ella de una forma que otros medios no permiten. Si vemos a George Clooney robando un coche, no podemos pasar de ser testigos de ese robo. En cambio, si el robo lo perpetra un personaje caricaturesco, nuestra imaginación vuela con más facilidad hacia la acción narrada.


Los siguientes capítulos los dedica al análisis de unos aspectos muy particulares del tebeo: el efecto de las calles (esos espacios en blanco entre viñetas), la relación de las viñetas con el tiempo y el trazo del dibujo. Llama clausura al fenómeno de ver partes sueltas de una acción, y sin embargo percibir el todo. De aquí parte para demostrar la importancia de calles a la hora de narrar en los tebeos, casi tan vital como la de las viñetas en sí. Por su parte, la relación con el tiempo es un tanto particular, ya que coincide exactamente con el espacio. Según avanzamos en la página el tiempo va transcurriendo, pero un tiempo variable cuyo avance no depende simplemente de carteles que nos anuncien “tres minutos después”, sino también de los juegos entre viñetas y calles que el tebeo realice, los cambios de plano y secuencia, etc. Por último el trazo del dibujo resulta otra herramienta de vital importancia para el tebeo. Al igual que la pintura desde finales de s.XX exploró la transmisión de sentimientos y sensaciones, alejándose de aquel afán realista que persiguió durante siglos, el cómic persigue el mismo objetivo razón por la cual, tanto el trazo del dibujo como los elementos que componen cada viñeta pueden resultar tan importantes.

El libro se completa con una teoría sobre el proceso creativo del artista, un proceso que bien podría ser aplicable a cualquier otro género. Este resulta probablemente el apartado más subjetivo del texto, aunque no por ello menos interesante. Argumenta el autor que dicho proceso se compone de seis pasos, a saber: idea/propósito, forma, estilo, estructura, destreza y superficie (apariencia). Curiosamente el autor argumenta que aunque el proceso de creación de una obra ha de seguir este orden, el proceso de aprendizaje se realiza al revés, y los dibujantes y creadores de tebeos suelen iniciarse en este mundo copiando los dibujos de sus artistas favoritos, y poco a poco evolucionan su estilo hasta (si tienen suerte y son tenaces) finalizar su formación artística creando su propio estilo definido e independiente de los demás (aunque no exento de influencias, obviamente).

Añadimos unos breves comentarios sobre el uso y efecto del color y un resumen sobre todas las ideas expuestas anteriormente, y tenemos en nuestras manos una de los tebeos más importantes y característicos que se hayan hecho, y que forma parte del Olimpo del cómic junto a los Maus, Persépolis, Watchmen, Contrato con Dios, y demás obras cumbres.

Se podría decir que este libro ha creado su propio género (tebeo ensayo), lo que probablemente ya hace valga la pena acercarse a él, y aunque su publicación en España se ha retrasado un poco (la obra data de 1992, pero aquí Astiberri lo publicó en 2005) sigue siendo plenamente vigente, y es que el tebeo no ha tenido tiempo para evolucionar y dejar obsoleta esta obra de referencia. En resumen, se trata de uno de esos tebeos que ningún aficionado se debería perder.

sábado, enero 30, 2010

Frankenstein's womb, de Warren Ellis y Marek Oleksicki

Distinguía el crítico John Clute en su fantástica obra “Enciclopedia de la ciencia-ficción” entre auténtica ciencia-ficción y protociencia-ficción. Más allá de temas y estilos comunes, la segunda carece de conciencia de identidad. La ciencia-ficción nace en los folletines y pulps de principios de siglo, a la vez que las revistas de nicho, los aficionados que pronto serán fandom y cierto tufo a entretenimiento marginal, del populacho y escapista. La ciencia ficción nace cuando Hugo Gernsback le da nombre; pero un siglo antes, la protociencia-ficción vestía los mismos trajes sin un espejo al que mirarse. La guerra de los mundos, Una princesa de Marte, El mundo perdido, De la tierra a la luna; y mucho antes que todos ellos –la primera en lo que por muchos años fue un club eminentemente masculino- Mary Shelley con Frankenstein.

De entre los escritores de cómics de ciencia-ficción americanos, Warren Ellis es el capo mayor. Ellis es un escritor cerebral. Se conoce bien la historia y la teoría del género. De cuanto lee anota, disecciona, analiza, clasifica, guarda como referencia futura. No está interesado en la brillantina y los adornos, en las naves espaciales y los futuros apocalípticos (aunque patina hacia la tecnofilia con sus temas fetiche cada vez más a menudo: modificación corporal, el viaje espacial, teléfonos móviles…). Ellis sabe que la ciencia-ficción es un género especulativo. Cuando nos preguntamos “¿qué haríamos si…?” una y otra vez, en mil escenarios distintos, realmente podemos reducir la pregunta a “¿quién somos?”. Hablando del mañana que será, del pasado que pudo ser o del presente que puede estar ocurriendo ante nuestros ojos cerrados, hablamos en efecto del aquí y ahora. Escapamos en las historias para al final volver atrás.

No es de extrañar que cuando decide hacer en Frankenstein’s womb un cómic sobre el nacimiento de la famosa obra, decida conjugar múltiples elementos íntimamente emparentados. Asistimos al nacimiento de la edad contemporanea, del racionalismo y la ciencia, con sus milagros y sus monstruos -ficticios y carnales- y sus ideologías y tinieblas de superstición; y en paralelo a la extraña vida de Shelley, Shelley y Byron, enhebrados en ese momento de la historia de manera única, hasta confundirse la casualidad y la conspiración, y ser difícil distinguir si fue la recién nacida época la que les marcó o ellos quienes catalizaron su venida al mundo. Por si esto no fuera suficiente, da una vuelta más de tuerca. Shelley es la primera escritora de ciencia-ficción porque conjura visiones imposibles del futuro para explicar su inexplicable presente. Y así como tal persona sólo pudo aparecer en una época convulsa y extraña, una literatura así sólo comenzó existir de la mano de la nueva era, en la que todo se acelera, los milagros y las pesadillas están al alcance del hombre y más que un moderno prometeo parece un moderno Dios, comandando el rayo y dando vida. Es entonces cuando ha de mirar mucho más lejos y en todas las direcciones a su alrededor para entender su lugar en el universo.

Ellis defiende, en resumen, que la ciencia-ficción es la literatura más consustancialmente del “ahora” que existe, porque el espíritu que la mueve es el mismo -a partes iguales asombro, duda, alienación y potencial infinito- que el de la época que nos ha tocado vivir. Nada más apropiado que presentar esta hipótesis en un tebeo como este. Ya la portada retrotrae a los primeros tiempos de la ciencia-ficción como literatura con conciencia de clase, con ese “A graphic novella” tan de revista añeja. Pertenece a la serie de cómics Apparat, en los que el autor intenta reinventar en historias breves géneros que comapartieron época y publicación con los futuros dominadores, la ciencia-ficción, la fantasía y los superhéroes. El ejercicio que plantea la línea Apparat es, ¿podemos imaginarnos nuestro paisaje cultural si las historias digamos de detectives hubieran seguido marcando la pauta? Interesante como es dicho ejercicio mental, también sufría grandes limitaciones por el formato elegido, y en las últimas entregas –este Frankenstein’s womb o la recreación histórica-tarantiniana Crecy de la famosa batalla- plantea una pregunta alternativa: ¿podría un formato alternativo haber marcado el cómic americano? 48 frente a 24 páginas, lomo frente a grapa, autoconclusivo frente a serializado y, sobre todo, con temas y géneros infinitos frente a la hegemonía del superhéroe.

Libre de seguir al pie de la letra los cánones de este o aquel género, esta es fácilmente la mejor de todas las de la línea y una de las mejores que ha dado el escritor en los últimos años. En gran parte el mérito pertenece al dibujante Marek Olecksicki: atmosférico, ominoso, crepuscular, excelente en la ambientación y en la expresividad de los personajes. Al fin un dibujante que logra apartarse del estilo de la casa de la editorial Avatar, limpio y detallista, pero no recargado y excesivo. Sin disimular las carencias técnicas con una erupción de cristalitos, arrugas de la cara y mechones de pelo. Algo falto de un estilo más personal, pero muy prometedor, y en perfecta sintonía con el guión.

De lo que podía haber sido un entretenimiento breve o un curioso experimento técnico, acabamos con una gran historia. Y si os pica la curiosidad, no está editado en España, pero Internet proveerá.

jueves, mayo 14, 2009

Liniers

Liniers es un conocido dibujante argentino, sucesor de Quino podríamos decir. Prescindiendo de la vena política del creador de Mafalda, ambos comparten un sentido del humor un tanto surrealista, una defensa radical de la literatura y de la infancia (esto último no es tan obvio como parece; últimamente la televisión tiene unas ganas enormes de que los niños dejen de serlo pronto), y una cierta nostalgia... no sé, será común en Argentina.


Recopila sus tiras en unos libros titulados "Macanudo", que creo que en España han alcanzado ya su quinta edición y en Argentina van ya por la sexta. En internet lo podéis encontrar en su página web, y en un blog en el que publica sus tiras a diario, así que no os hace falta gastar ni un duro para leerlo.

Normalmente no habría hecho un post para hablar de él, pero la serie de tiras que pego a continuación me parece que lo merecen. Espero guste.


jueves, enero 29, 2009

miércoles, octubre 10, 2007

Tokyo a Go-Go

La lámpara del microscopio ha muerto, alguien se bebió mi zumo esta mañana y escribo esto en un rato libre algo escaso. Si hay partes con poco sentido, culpad a la sociedad. En efecto, va a ser uno de esas entradas discontinuas que tanto me gustan.
* * *
El otro día vi una carrera de Fórmula 1. La segunda o tercera que aguanto entera, si no me falla la memoria. Vueltas y vueltas y más vueltas, al menos lo hacen entretenido siguiendo las enseñanzas de las retransmisiones ciclistas: di chorradas, grita como un descosido e identifícate con tu público, di no a los comentaristas imparciales y distantes. No obstante sigo sin verle la gracia al deporte, insisto en que mejoraría mucho pasándolo a cámara rápida (imaginaros a Alonso con voz de pitufo) o dejándo que los coches se lanzaran unos a otros bolas de fuego y cáscaras de tortuga. Por un lado me gustaría que ganara para oir lo que le cuenta la hermana a mi padre en el hospital; por otro, sería un puntazo que ganara Raikonnen y causara un suicidio colectivo tanto en Gran Bretaña como en España.
* * *
Me acaba de llegar una tableta gráfica Wacom modelo Bamboo One. Para los que no sepáis lo que es, imaginaros un touchpad como los de los portátiles de tamaño A6 (una cuarta parte de una hoja) que funciona con un lápiz en vez de con el dedo. Al pasar el lápiz por encima -no hace falta tocar la superficie- cada punto en la tableta equivale al mismo punto en la pantalla. Es un poco rara de usar como ratón, mueves mucho más la mano, aunque es cómoda. Podéis verla aquí.
La verdadera gracia del chisme es que tiene sensibilidad a la presión, y bastante. Con un programa adecuado como el Photoshop puede usarse para pintar digitalmente. Mientras le voy pillando el tranquillo mis primeras impresiones son: muy cómodo, muy versátil, más fácil de controlar de lo que parece y con muchas posibilidades. La función de pinceles del Photoshop lo convierte en el reactor nuclear de los programas de dibujo: con dos clics puedes pasar de pintar con una plumilla a usar acuarelas, spray o Plastidecor. Sí, incluso imita esa irritante incapacidad de cubrir el papel por completo de color.
Hec, ahora no hay excusas. Empieza a mandarme material, me quema la mano y Antón debe de conseguir una cara.
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Martes, 9 de octubre de 2007. Mi primera clase de japonés.
18:30 - Me abuuuuuuuuuurro. 1 hora. Nñññññ a ver si han actualizado algún blog.
18:50 - Me abuuuuuuuuuurro. 40 minutos. Nñññññ a ver si han actualizado algún blog.
19:10 - Me abuuuuuuuuuurro. 20 minutos. Nñññññ a ver si han actualizado algún blog.
19:15 - Recojo. Salgo. Miro el reloj.
19:35 - "¡Mierda! Putos relojes atrasados". Corro.
19:40 - "(Ruido de oveja axfisiada) Dónde... está... papel... reserva... vaya... tampoco... justificante... banco..." Al menos llevo bolígrafo y papel
19:42 - Entro por la puerta. Profesora, joven. Fácil de manejar; no, sucio, sucio, SUCIO. "Hola". "Konbanwa". Vaya, vaya, parece que tenemos una listilla que me quiere pillar. "Konbanwa, sí". Ala, a sentarse.
19:45 - Sigue hablando de no sé qué rollo de las aduanas, de pedir los libros a Amazon. Necesito confirmar mis prejuicios sobre la gente que acude a estos cursos. En ese momento llaman a la puerta. Una señora de mediana edad, seguida de un crío con cara de susto y una mocina cuya cara dice "No, mamá, si me quieres tocar un poco más los cojones y eso..." ¿O quizás estoy siendo Bartolocéntrico - piensa el ladrón que son todos de su condición? "Hola, ¿éste es el curso de primero de japonés?". "Hai, sí, sí". "Ala, pasa" La mirada de la cría confirma que no tiene una katana en casa o su madre yacería muerta tiempo ha.
19:48 - Mientras apunto cosas en automático es el momento de hacer un recorrido por mis compañeros.
Hay varios algo más mayores. Universitarios curiosos, clasifico. Una chica nos informa que Yulene no es nombre vasco, sino vasco-francés. Doy gracias al FSM por no llamarme Xuan Xosé, nombre de profunda raigame astur, en concreto de las estribaciones occidentales de la sierra del Cuera: la vida de ninguna persona debería de ser tan interesante.
Hay algunas crías más jóvenes, les echo entre quince y dieciocho. Son las primeras en contestar, las que conocen más palabras, con un afán casi exhibicionista. Una combinación entre la energía de la juventud y el vigor del friki que por fin encuentra su sitio en el mundo. Podrían llevar tatuado en la frente "Lectora de Nana" y adornar sus camisetas con un neón fluorescente de "Clamp es mi panteón", y no lograrían ser más transparentes.
Ohhhhh tenemos dos góticas, esa subespecie cuya filosofía de vida es "lo único mejor que Robert Smith o los vestidos de sirvienta del siglo pasado debe de ser, forzosamente, una mezcla de los dos". Apuesto a que les gusta Victoria Francés.
Que grande el abuelo. Agapito. Después de soltarnos el rollo del origen de su nombre, no sé que conjugación de no sé que verbo en no sé qué castellano antiguo, añade: "No se estila mucho el nombre hoy en día, aunque es muy tradicional de la región castellanoleonesa: no suena muy bien, y se presta a chistes fáciles". Añade "el chiste, lo cuento cuando tengamos más confianza"
20:05 - Esta es mi tercera profesora de japonés, y comienzo a encontrar un patrón. Se ríen solos. Hablan muy bien otros idiomas, pero son incapaces de dejar de mezclarlos con el suyo. Están nerviosos. Son desorganizados. Muuuuy desorganizados. Saltan de una cosa a otra como una abeja va de flor en flor. Pero nada es casual. Tiene un plan.
20:08 - En tres minutos nos ha dado una docena de saludos. Espero que no espere que nos aprendamos todo esto. Esperanza vana sería, proclamo.
20:13 - Las cosas claras. "Podéis decidir no aprenderos los silabarios. En un año se notará la diferencia". Bueno, el silabario Hiragana más o menos lo tengo controlado, aunque habrá que repasar el orden en que se escriben los trazos. "Tiene su lógica", dice, aunque no nos aclara cuál. ¿Dos semanas por silabario? Optimistaaaaaaaaaaa. No me vendría mal ir adelantando tarea con el otro, Katakana. Esto puede ser el mayor obstáculo al empezar con esta lengua.
20:15 - Dibujamos kana en el aire. Me gustaría vernos desde fuera.
20:18 - Enjabonar, aclarar y repetir.
20:25 - Pido el libro de texto y también el de Kanji, que coño, este idioma será mi ruina pero luego Clint Eastwood hará películas sobre mi.
20:30 - Hoy nos dejan salir antes. Justo antes de abandonar la clase atisbo una carpeta con un dibujo entre gótico, lánguido y vagamente sexual. No necesito buscar la firma para saber quién es el artista, y no necesito ver quien sostiene la carpeta: el guante de rejilla negro la delata.
* * *
Ya aproveché nuesta experiencia culinaria en Grecia -el cuaderno de Bitácora on-line llegará, pero con tiempo- y preparé, el mismo día, tzatziki, ensalada griega, empanada de espincas y queso y musaka.
El tzaziki bien, aunque sabe más dulzón el mío que el de allá. La próxima vez lo intentaré con yogures normales.
La ensalada bien, no tiene mucho misterio.
La empanada es lo que más me gustó. Aquel sabor peculiar que parecía pepinillo era claramente eneldo. Eso sí, 1 kg de espinacas, 300 g de queso feta, leche condensada, un huevo... solo falta que una vez hecha la empanada, la fría. En sebo de cordero.
La musaka bien. Mejora dejándola un día, y la receta no dice que el toque de canela y nuez moscada a la besamel es fundamental para que quede como la griega. 8 huevos parece una burrada, pero es lo que de verdad le da la consistencia. Y hay que hacer mucha besamel, yo me quede corto con medio litro de leche. Eso sí, en una fuente bien alta. El tito Ávalon también recomienda, a toro pasado, hornear las berenjenas en vez de freirlas para que no quede tan aceitoso y no sobrarse con el vino en la carne, o quedará aguada.
* * *
Esta semana también me llegó paquete de Amazon. Tres enormes tochos de mil páginas cada uno con la continuación de "Canción de Hielo y Fuego". Oh, que poco pero que bien voy a dormir las siguientes semanas. Con ellos, algunos libros más y algunos tebeos: el último tomo de Powers (¡Gracias por dejarme tirado, Planeta!), Channel Zero, Phonogram y Fell, una de detectives de Warren Ellis y Ben Templesmith. Muy bueno, si queréis saber si merece la pena pedírmelo prestado lo comento con más calma en el trastero. Y también hablo de algunas series que sigo.
* * *
Hasta aquí, el mapa de mi camino por la cuarta dimensión. El viernes y sábado andaré por les Asturies de Uvieu y de Santillana, y aunque me olvidé completamente de preguntar a mis compañeros lo de la visita del puente del 1 de Noviembe supongo que no haya mayor problema, pero os mantendré informados a los implicados. O no, no se me conoce por mi constancia y fiabilidad.

martes, septiembre 11, 2007

Siete puntos

Es desmoralizante cuando no salen las cosas en el laboratorio, es un subidón cuando salen dos o tres seguidas. ¿El resto del tiempo? Un término medio, las cosas salen a medias, o no tienes muy claro si salen y vas a ciegas hasta que puedas afirmar que lo hiciste bien o que la cagaste en un paso indeterminado. Conclusión: este es un negocio muy existencialista.

Si tengo que recomendar un cómic esta semana, que sea Ex-Machina. ¿Qué pasaría en el mundo real si existiera un superhéroe? Que acabaría de alcalde de Nueva York, jodido por la política municipal y con ganas de fusilar a la mitad de su electorado. A medida que esta serie genial se vuelve más política y menos superheróica me gusta cada vez más, y si no es una de las mejor dibujadas de la actualidad que baje Rob! y que lo vea. Para compensar, dos tebeos horribles, uno de Spider-man angustiado (tocho cagándome en él en el anexo I) y uno del Capitán América en Irak. Para echar cohetes. Captain America: Chosen es un panfleto tan panfletario que a ratos puede pensarse que es ironía, sátira, qué sé yo... Es decir, nadie puede escribir viñetas como las siguientes en serio, ¿no? Quizás olvidé decir que es la primera incursión viñetil del creador de Rambo, ese gran personaje. Hacer clic en la imagen, es de chiste:

La semana pasada tuve visita de Paloma y Vicky, las únicas personas más setas que yo: un sábado, Pulp Fiction y un cacho de Jackie Brown. Muy, muy decadente, pero como suele decirse, La decadencia es el nuevo negro. Gracias a esa visita vio mi salón la escoba por vez primera desde mi llegada. No, no es que me avergonzara del lamentable estado del suelo y barriera, es que tras tres días obligadas a dormir a escasos cuarenta centímetros por encima de esa fina capa de pelusa fueron ellas quienes no aguantaron más. En forma de vergonzante recordatorio escribieron los nombres en la capa de polvo que recubre la pantalla de la televisión y una carita sonriente. Sobra decir, ahí siguen y todos los días cuando apago el televisor me digo "Debería limpiar eso... naaaa mañana"

También vi esta semana la última de Medem. Es un poco irregular, pero las partes buenas son muy buenas y puede que sea su película más... cerebral. Merece la pena (tocho comentando alguna cosilla más en el anexo II, esta semana me arden los dedos de teclear). Y por fin, tras muchos años, un libro de fantasía que me engancha como los de Tolkien o Le Guin. Juego de tronos, de George R. R. Martin. Justamente famosa, espero ansioso que la señora Amazon me envíe más material. Si os apetece fantasía áltamente realista, que casi puede leerse como ficción histórica de la época de los caballeros medievales, es muy, muy adictiva.

Mis compañeros se van al Perú 3 meses y despejan la habitación. No, no me quedo solo en un piso de 4 habitaciones... aunque casi. Para compensar, me avisan mis caseros de que en breve vendrá una chica. "Noruega, o Sueca, o Suiza". Parece que reservó la habitación por Internet, sin verla siquiera. "Nórdica, pues" digo yo. Que frialdad, que confianza, que desengaño se puede llevar. Cogió la habitación pequeña, que sinceramente, para una rebaja de 230 a 220 € no merece mucho la pena. Sólo espero que sea como todos los erasmus con los que he vivido hasta ahora: silencioso, casi inexistente, y con tendencia a criticar la cocina española, especialmente los sofritos que "tienen mucha grasa", mientras tira de mantecaza, precocinados y bollería. Si además es chica y tiene unas tetazas empezaré a encontrar un patrón. Juro que yo no tengo nada que ver, estas cosas me suceden, es como el poder de la pornoquinesia de Diego, que no necesitaba bajarse porno, el porno iba a él motu proprio.

Y acabo no con una recomendación, pero si con un anhelo. La psicología masculina es básicamente básica, así que ¿por qué es tan difícil? ¿Por qué no podemos llevarnos bien?

domingo, agosto 26, 2007

La tercera venida del zorro llameante

Creo que la mayoría usais Firefox. Es posible que Juanolo use Safari, y seguro que Hec dirá "No, yo uso Internet". Ignoradle como estáis acostumbrados a hacer con los mayores de 30 años al hablarles de ordenadores. Si alguno sigue usando Internet Explorer, sabed esto: cada vez que haceis clic en esa gran e , los terroristas ganan.
No voy a contaros las ventajas que tiene uno sobre el otro, la revolución es sólo para los elegidos. La versión 2 fue una actualización maja, con algunas mejoras pero ningún cambio radical. Por lo que he podido ver, el Explorer nuevo del Windows Vista se ha puesto las pilas en algunos campos, y quizás por eso han metido caña con esta tercera versión. Y aquí está el tito Avalon, que tiene poco que hacer más que leerse el blog de los desarrolladores de Mozilla y desvelaros... ¡EL FUTURO!
Avances tecnológicos
Lo que está detrás de las ventanitas. Las características nuevas serán importantes en el futuro, y las mejoras no lucen porque realmente no solucionan problemas "visibles".
Tuneando la plataforma detrás del navegador (lo que lee el código de las páginas web y las convierte en lo que vemos) logran superar el test Acid2. Eso, para los que no lo sepan, es un test que hicieron unos jartos para poner "al límite" los navegadores. Con tablas, estilos y cosas así dibujan una carita sonriente. Creo que el único navegador grande que queda por superarlo es el Explorer. Actualizan también la librería de imágenes, el soporte de gráficos vectoriales, PNG animado con transparencias variables y posibilidad de hacer zoom a la página completa. Meten nuevas tecnologías para que páginas web complejas estilo gmail puedan funcionar sin estar conectadas, como auténticas aplicaciones, y para que se puedan hacer cargo de determinadas funciones. En teoría, al igual que ahora puedes abrir el programa de correo al hacer muchas acciones en Windows, puede configurarse para que te abra y se comunique con hotmail, gmail o lo que sea, y lo mismo podría usarse para páginas de chat, calendarios, etc.
Lugares
Si alguna vez habéis abierto el menú Historial después de llevar un rato navegando habréis visto que es lento, lento. Si tenéis un buen montón de marcadores puede que os haya llevado más de la cuenta encontrar uno que hace tiempo no visitáis, o que hayais pasado de marcar una página para no enguarrar la colección que ya tenéis con páginas que realmente no vais a usar mucho. Con lugares pretenden mejorar ambas cosas, y es el mayor cambio de esta versión.
Lo primero que hicieron fue meter una base de datos "de verdad" (SQLite, creo), lo que les permite hacer búsquedas instantáneas: de elementos recientes (historial) o de páginas similares a una que se empieza a escribir (el autocompletar de la barra de direcciones). Los marcadores también van a la base de datos, con lo que pueden salir un poco de la estructura jerárquica carpeta/subcarpeta/marcador. Ahora se pueden añadir etiquetas como las que ponemos en este blog para describir un enlace, y en teoría otros datos: el icono de cada página (también aparecerá en el autocompletar de la barra de direcciones), fecha en la que se añadió, tiempo que se estuvo la última visita, tenía la página vídeos, tenía imágenes, cosas así. No es que vayan a añadir todas esas características, pero en principio podría registrarse y buscar posteriormente esos datos con una extensión adecuada, porque el programa va a tener la tecnología para ello.
Lo de las etiquetas es especialmente interesante porque se van a centrar en dos cosas. En primer lugar, añaden un icono de estrellita como el de gmail. Normalmente está apagado, con un clic marcas la página con estrella y va a una especie de "cajón desastre". Este batiburrillo no aparece en el menú marcadores, eso está reservado para los marcadores que nos molestamos en ordenar, que se supone son los importantes. Si abrimos el panel lateral de marcadores hay una opción de búsqueda, y desde allí sí que se pueden encontrar estos "marcadores rápidos". También se pueden guardar búsquedas que se actualizan dinámicamente, hay varias por defecto como "elementos recientemente marcados" y cosas así. Por supuesto se puede eliminar esa marca de una página que deja de ser interesante, o describirla mejor añadiendo etiquetas o dándole una localización el menú de marcadores. En resumen, se mantienen los marcadores de toda la vida, en carpetitas y de acceso "rápido", y se crea además un sistema más laxo útil para marcar lo que se encuentra en la navegación casual (podéis ver una "simulación" de como va a quedar aquí) Esto podría permitir que el navegador se comunicara con lo que llaman "folcsonomías", que son como los antiguos directorios tipo Yahoo organizados por etiquetas. Poco útil para gente asocial como nosotros, pero puede ser interesante para los que gustan de participar en redes sociales, compartir intereses y cosas así.
Mejoras de la interfaz
Estas cosas siempre se pueden pulir. La verdad, era un poco raro que los plugins fueran por libre, así que tiene sentido que añadan un gestor del estilo del de las extensiones, aunque no sé como organizarán lo de qué plugin se ocupa de qué tipo de archivo. Otro componente que sale mejorado es el gestor de descargas: ofrece más información de cada descarga, se puede buscar si el listado es largo y -lo más importante- se puede reiniciar una descarga interrumpida. También mejoran la función Información de página, y aquí si hay una novedad importante: se pueden definir para cada página, y el navegador lo recordará, características como tamaño de texto, permitir imágenes, permitir javascript... no tengo muy claro como de completo va a ser ese juego de permisos ni como se accede a él, pero lo que ahora habría que hacer con un buen montón de extensiones se puede simplificar bastante. Algo parecido se hace para las cookies y los passwords, se pueden consultar para la página en la que se está sin tener que consultar listas ni nada parecido. La barra de direcciones cambia un poco, mientras no estemos escribiendo en ella enfatiza parte de la dirección para que quede más claro dónde está uno (cuando escribes vuelve a ser todo como tradicionalmente, para no liarse). Por supuesto maquearán un poco los iconos y reorganizarán la ventana de preferencias.
Éstos tres grupos de cosas son las novedades que sacarán en algún momento del invierno. Para Firefox 4 quedan cosas más radicales, como separar la plataforma y correr tanto el navegador como el programa de correo como subaplicaciones de la misma (XULrunner) o el la máquina virtual multilenguaje (Tamarin) que están haciendo con Adobe. En general me parece que va a quedarles un programa guapo, guapo, con unas tetazas... digo, con lo de lugares que puede ser bastante cómodo si se acostumbra a usarlo. También tiene muchas mejoras, las más "tecnológicas" no se notarán tanto y las más "de usuario" parecen interesantes. Aunque ninguna vaya a ser un cambio cataclísmico, el programa no necesitaba ninguno porque ya funcionaba bien de por sí. Promete y aún están en versiones muy preliminares (alpha 6 ó 7), a ver ahora que tal va.
Este es mi rollo de la semana. Sí, soy un friki por andar mirando estas cosas, pero esto y no 5 años de carrera es lo que me enseñó a comprimir las imágenes que mando por correo. Si queréis más información podéis buscar en el wiki de Firefox, en el blog The Burning Age y, diariamente, en Planet Mozilla.
Por cierto, como siempre me alargo mucho con lo de los tebeos los voy a poner en otro blog. Sí, es la versión 2.0 de Ruidos y Cuadrinos, con muchos más cuadrinos y nada de ruído. ¿O es la 3.0? Esta semana me subo al carro de Death Note, inducido por Luis. Ala, recomendados e informados, ¿qué más queréis? ¿Eh? ¿Tetas? Eso lo dejo para otros... ¿ehhhh Miññññ?

domingo, abril 22, 2007

Popurri

Como hace tiempo que no publico y veo esto un poco dejado de la mano del FSM, nada mejor que un post deslavazado, de esos que no tienen principio ni fin ni estructura ni nada de nada. Un montón de cosas tiradas a la pared, a ver qué se pega. El Architecture in Helsinki de los post, vamos.

Me encanta ir al Carrefour


Ya conocéis alguna de mis vivencias, como la búsqueda del sésamo o mi constante pelea por el reconocimiento de la legitimidad del cilantro. Ese soy yo, un luchador por la libertad culinaria. Lo que nunca he contado claramente son las verdaderas razones que me llevan a someterme a tales experiencias. Podría decirse que es parte fascinación por el comportamiento de la raza humana (sí, vouyerismo y del insano), parte sadomasoquismo y parte haber recibido, gracias a las reverendas madres U.U. de J.C., una educación judeocristiana. De élite, que diría Emma Frost, pero judeocristiana.
Fascinante es comprobar que, un sábado más, con 25 ºC y un sol de justicia, familias enteras tienen que pasar aquí su tarde. Bueno, familias y algún estudiante de doctorado pringado. Digo tienen que, porque no puedo creer que lo hagan por su propia voluntad. Me niego a creerlo.
Es increíble la cantidad de ellas que acuden con niños al hipermercado. Los niños, esa subespecie de los seres humanos con la asombrosa capacidad de ignorar lo que sus progenitores -mayores, con poder sobre su vida y capacidad de ejercer la violencia sobre ellos- dicen, siete veces siete si es preciso. Si los pequeños Martines y Timmys son dignos de estudio, más aun lo son sus padres. Me encanta como pierden la batalla ante seres diez veces más jóvenes y, supuestamente, inexpertos.

Un niño sólo tiene que ponerse cerca de la estantería de los chicles, manosear con delicadeza algunos envases y, si acaso, mirar muy de vez en cuando a los que tienen la cartera con cara de pena. En una primera fase el padre le dira "Pedrito, deja eso". Ignorado, repetirá "Pedrito, DEJA eso y ven para acá". Ignorado pasará a "Pedrito, ¡Ven para acá que ahí no haces nada!" y sin darle tiempo a ignorarle dará dos zancadas, coge al niño de la muñeca, le zarandea un poco y le agarra el envase: "¿Qué es esto? ¡No lo vamos a comprar! Déjalo ahí ya". Si el otro 33% de la familia ya ha vuelto de comprar anchoas o lo que sea, se afirmarán airados y deseosos de aprobación mutua en las palabras que acaban de decir. Inevitablemente, después de unos minutos, Pedrito volverá a la estantería a pasar el dedo por las cajas y a poner cara de pena. Inevitablemente los padres se volverán a cabrear. Inevitablemente le comprarán los chicles, o el queso rallado (¡lo he visto, lo juro!) o lo que sea y comentarán "A ver si así para" o semejante.
Claro, yo no tengo hijos, sólo clones, pero me pregunto qué hace el niño para causar tanto estrés. No se aleja de la vista de los padres porque la estantería está bien cerca, y suele ser suficientemente listo como para no revolver las cajas: las mira, toquetea, pero poco más. Tampoco insisten a lo Dewey ("lo quiero, lo quiero, lo quiero y lo quiero y lo quiero y..."). No hablo de los niños que se dedican a coger paquetes de pan rallado y colocarlos sin preguntar en el carro de la compra: a esos futuros arquitectos, albañiles y poseedores de Lego es fácil sobornarlos dejándoles meter en el mismo lo que de verdad se va a comprar. Generalmente los padres están ocupados mirando las musarañas enlatadas en packs de 3 o las pintas de la gente rara que llega al Carrefour. Y sin embargo veo escenas calcadas a esta sábado sí, sábado también. ¿Por qué tanto estrés?
Si al final superan la angustia existencial que les provoca escoger entre 80 servilletas de capa sencilla o 50 de capa doble y se cambian de pasillo, ¿qué creen que pasará? El niño irá detrás, se parará en el siguiente sitio y se quedará fascinado con otro estante de productos. "Ohhh maicenaaaaaa". ¿Dónde están los chicles ahora? Sigue el familiar toqueteo, mirada con pena, etc. No creo que vaya a guardarles rencor el resto de sus sucias y miserables vidas por haberle privado de harina de maiz en su más tierna infancia, ni que realmente les moleste que el niño esté, esencialmente, no haciendo nada.
En resumen... si vas a llevar al niño a un local lleno de productos de colorines que gritan "¡Mírame! ¡Tócame! ¡Soy tu amigo!", deja que el niño actúe como un puto niño y curiosee por todas partes. Los niños aprenden, los que obedecen se llaman soldados.

El cómic de la semana


Como no voy a escribir nunca el tocho de Crisis Infinitas (suspiros aliviados, algún que otro "¿Eiññ?", en el fondo sé que todos queréis decir "Ohhhh") por falta de tiempo, voy a recomendaros Sleeper, recién finalizado por Norma Editorial en cuatro tomos. Es una historia de crimen, espías y agentes dobles, de las que nunca sabes exactamente qué piensa cada uno, quién se está adelantando a quién, quién está manipulando a quien... Tiene unos personajes cojonudos, empezando por el protagonista: un agente doble que, para todos menos para su jefe, realmente parece haberse cambiado de bando. ¿Qué pasa cuando su jefe se queda en coma y él se queda en bragas? Empieza a tener dudas sobre qué es realmente su vida y qué es una ficción. Bastardos desalmados pero entrañables que protagonizan una historia densa, con constantes giros, tensión creciente, humor negro, mucha violencia, bastante sexo y muchas, muchas sombras. ¿Es un tebeo de superhéroes? Alguno hay, aunque suele acabar tiroteado en tres viñetas. Lo que en verdad define este tebeo es contar el punto de vista de los criminales, sin idealizarlos pero consiguiendo que te preocupes por ellos. Más Los Soprano que El Padrino, pero en lo suyo tan buena como cualquiera de éstas.

Tengo nueva compañera de piso


Es decir, la habitación de al lado está perdida para la resistencia. Si alguien va a venir a verme tendrá que dormir junto a mis amorosos pies. ¿Ehhhhhhhhhhhhh Moro?
Ah. La pregunta. Ehh NO

Tenemos nueva miembra de la familia


Para los que aún no lo sabéis, mi prima (no preguntéis cual, total siempre las confundiréis. Dejémoslo en "la que estaba embarazada") echó ayer por su cloaca a una nueva larva. O algo así, no presté demasiada atención a las clases de embriología. El nombre de esta nueva Marbana es Marina, y os podéis ir preguntando por qué conocemos a siete Letis y Doce Marinas pero ninguna, qué se yo, Ana. Mantengo mi moción de que todos nos cambiemos legalmente el nombre a Berto, así lo de "Yo, lo que diga Berto" tomará un nuevo y caótico significado.
En fin, contemplad: arrugada pero desafiante, ¡el futuro del frikismo!
Cuando hable con mi prima pienso exigir condicionamiento pavloviano: My Bloody Valentine==>Leche Materna, Sonido de Los Simpson==>Potitos y Olor a cómic recién impreso==>Caluroso abrazo materno. Para que vaya acostumbrando la nariz al papel poroso y la tinta fresca, a nadie le gusta la primera vez pero luego es imposible dejarlo.
Ala, con Dios.

lunes, marzo 19, 2007

Días de cómic por Alvaro Gasset - Capítulo 2

Matlab, C++, música balcánica... sólo falta un post de fotos de Juanolo, porque por supuesto éste es de cómics. Hoy vais a oírme llorar sobre Identity Crisis, un tebeo de DC. No tan malo como La Dinastía de M aunque igual de indignante; y desde luego mucho peor que tebeos de verdad como mi tebeo de la semana: ¡Nextwave, te eligo a ti!.
El formato: miniserie de 7 números más largos de lo normal. Por estos lares Planeta lo arrejuntó en 3 numeritos.
Es de agradecer que es una historia completamente independiente. De lo aquí narrado sacaron una serie nueva, un arco argumental de Flash y uno de la Liga de la Justicia que continúa los sucesos de esta serie, pero son aquellas las que necesitan de Crisis de Identidad y no al revés.
Los autores:
  • Brad Meltzer es un escritor de novelas, parece que bastante conocidillo allende el Atlántico; por aquí, ni flores. Hizo un arco de Flecha Verde bastante majo, un pelín nostálgico-ñoño, y a raíz del éxito de Crisis de Identidad le dejaron hacer doce números de la Liga de la Justicia. Lleva 7, leeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeentos, aburridos y llenos de tics molestos. Como un tebeo de Loeb, vamos. Uno de tres, no es tan terrible.
  • Rags Morales parece que lleva años ya en el gremio, aunque se hizo famosete con esto. Yyyyyy poco más sé de este tipo, creo que lo pusieron a hacer Wonder Woman después, Dios sabe por qué merecería ese castigo.
Los antecedentes: así, en pocos puntos.
  • Hay superhéroes en el Universo DC: Batman, Superman, Wonder Woman, gente así. Como no es el universo Marvel y salvan el mundo día sí, día también, no les tiran piedras sino que más bien son admirados por el público. Flash tiene un museo y todo. Los buenos se juntan en la Liga de la Justicia de América, y antes de que alguien lo pregunte, una vez fueron la Liga de la Justicia Internacional, con sucursales en Europa y la Antártida. Un miembro de la Liga, medio retirado, es el Hombre Elástico, y como su mujer era muy maja, pues miembro (¿miembra?) honorífica.
  • Un apunte sobre el contexto de los cómics de DC: en general -sobre todo hasta los 80- eran más simples e inocentones que los de Marvel, y los superhéroes eran más tradicionales: buenos buenísimos, con muchísimos poderes, siempre ganaban, sin defectos ni "pies de barro"... vamos, nada de tíos muertos, abogados que se toman la justicia por su mano, minorías perseguidas por turbas o supercientíficos alcohólicos. Baste con ver a Batman, con su origen trágico, sus neurosis y su oscuridad, y cosas como la serie de Adam West que se vieron reflejadas en los cómics largos años.
La historia: como la última vez, a número por boliche.
  1. Mientras varios componentes de la Liga de la Justicia se dedican a hacer sus cosas -visitan la tumba de sus padres, cenan en un restaurante, se entrenan en el gimnasio con la familia- el hombre elástico anda vigilando un trapicheo sospechoso en un callejón. En mitad de la operación recibe una llamada de su mujer que se corta. Cuando llega a su casa se la encuentra calcinada entre muebles rotos y aspersores contra incendios: drama. Además le estaba esperando con la noticia de su embarazo: más drama. En el funeral, lleno de antifaces, capas y mallas, se viene abajo. Las lágrimas dan paso a los dientes apretados, mientras se reparten en equipos que se lanzan a perseguir a los sospechosos. Atrás quedan los que componían la Liga cuando el Hombre Elástico formaba parte de ella. Mencionan un secreto del pasado mientras se reunen con él en una habitación. Invirtiendo el orden normal, tras la depresión viene la ira y con cara de psicópata grita "¡AYUDARME A ENCONTRAR AL DOCTOR LUZ!" (¿veis lo que decía de los dientes?)
  2. Mientras se preparan para ir a por el famoso Doctor Luz, pillan a Flash y Linterna Verde espiando, así que no les queda más remedio que contarles la verdad. En su tiempo el villano este (que, por cierto, tiene perilla de cabra y un gorrito con una aleta) entró en la base de la Liga. Allí no se encontró a nadie más que a la mujer del Hombre Elástico, a la que violó antes de que los demás regresaran y le detuvieran. Desquiciado como estaba decidieron darle un tratamiento de choque para evitar que se repitiera en el futuro, y "limarle algunas asperezas" de tipo sádico de su mente. La cosa no salió como esperaban y el tío quedó medio lobotomizado: de violador degenerado psicótico a pardillo. Flash y Linterna Verde les increpan, y los otros no lo mejoran diciendo que no fue la única vez que lo hicieron. Mientras, El Doctor Luz en su modalidad de pardillo se ha enterado mágicamente de que le buscan y contrata para protegerle a un tío muuuuy malo que se llama Deathstroke the terminator. Sí, Muerte + Golpe + Exterminador, todo en uno. Además lleva botas con superdobladillo, cota de escamas, varias correas y colgajos, una espada y una pistola. Y un parche debajo de una máscara. Sí, es un personaje de comic, no un diseño para un juguete lleno de accesorios. Mientras están a punto de enfrentarse a él, la autopsia revela que ya estaba muerta cuando la calcinaron, así que el Doctor Luz probablemente no tuviera nada que ver.
  3. El tío de las correas les da de hostias y les deja en ridículo, incluso al tío que se mueve a la velocidad de la luz y al que tiene el arma más poderosa del universo, pero al final todos se unen y el juego en equipo vence, como tanto le costaba aprender a Mark Lenders. Durante la pelea sujetan al correas todos a la vez, y esa pose le recuerda al Doctor Luz como le habían sujetado a él antes de hacerle el frotis de lóbulo frontal. Sí, ya sé que no podía haberse visto a si mismo. Da igual, recupera la memoria y también la personalidad. Si preguntan, fue un mago. Después de la pelea Flash sigue tocando los cojones. Entre el número 2 y el 3 el problema pasó de "¡LOBOTOMIZASTEIS A UN TÍO!" a "¡CUANDO AVERIGUABAN VUESTRA IDENTIDAD SECRETA SOLÍAIS BORRAR CON MAGIA DE MANERA INOCUA ESOS RECUERDOS!". Superman, ese tío que es más santo que Jesucristo pero con ropa ajustada de metrosexual, lo sabe todo, pero lleva callándose muchos años. Después de la el funeral, la pelea y tan terrible revelación viene la resaca, todos se vuelven a casita a estar con sus familias... y alguien a quien no vemos ataca a la ex-mujer de Átomo y la ahorca.
  4. El Átomo llega nadando entre los electrones por la línea de teléfono y salva a su ex antes de que se asfixie. Nuevamente están sin pistas. Interrogan a un malo malos especialista en nudos como el usado en el frustrado intento, y el tío no sabe nada. Pasan más tiempo con sus familias, dan vueltas como pollos descabezados y no pasa nada relevante. Finalmente Lois Lane recibe una nota amenazadora que dice "ERES LA SIGUIENTE"
  5. Siguen interrogando sin sentido ni pista alguna. En una de las peleas un superhéroe llamado Firestorm muere de manera gratuita. Tampoco es muy relevante, porque acto seguido tenemos a gente pasando tiempo con sus familias: ¿suena familiar?. Robin se va de patrulla con Batman, su padre se queda en casita y recibe un paquete con una pistola y una nota: "protégete". Aparece en su casa un villano de cuarta, con sobrepeso y barato de contratar: el Capitán Boomerang. Acojonado, el padre llama a Robin y le va contando lo que pasa y que le quiere mucho, espero que en voz baja si no tiene tendencias suicidas. Batman y Robin, el dúo dinámico, dan la vuelta, pero no llegan a tiempo, y el padre muere atravesado por un Boomerang a la vez que dispara y mata a su asesino.
  6. Robin llega a su casa y mientras sube las escaleras se va quitando la ropa: nada mejor que la estar en calzoncillos para abrazar el cadaver de tu padre. Al día siguiente todo sigue igual pero todo ha cambiado: la gente pasa momentos con sus familias y, como se han cansado de dar vueltas sin saber a donde van, unilateralmente culpan al tío de los boomerangs de todas las muertes y se quedan tan anchos. ¿Móvil? ¿Oportunidad? ¡A quién le importa! Claro, la nota de "PROTÉGETE" daba al traste con esta endeble teoría, así que Batman se la lleva convenientemente sin decir nada a nadie. Abusón, quiere toda la gloria para sí mismo. Flash llevaba un par de números sin tocar los cojones, así que aparece para decir que cuando el Doctor Luz recuperó la memoria el "vio" lo que estaba recordando -no os olvidéis, todo esto fue un mago- y allí estaba Batman. Nadie había hablado de Batman. Resulta que les pilló en pleno "limpia, fija y da esplendor" al cerebelo del violador y se puso como un energúmeno. La solución que se les ocurrió a este conflicto fue borrarle la memoria a Batman. Porque... uh... era muy problemático y les iba a estar recriminando lo que habían hecho toda la vida. Y nadie quiere tener al murciélago en plan mosca cojonera, para eso nos basta y nos sobra Flash. Por supuesto, si Superman todo lo oye, Batman todo lo sabe, así que tampoco les sirvió de mucho. Por qué se mosqueaba tanto cuando borraban la mente de un maloso y no se toma a mal el que le hayan borrado la suya, no lo explican. Mientras en la sala de autopsias -deben llevar una semana encerrados con el cadáver, vaya peste- descubren que la mujer del hombre elástico murió de un infarto cerebral. En la región donde se produjo el bloqueo encuentran minipisadas. Ese peaso tejido cerebral hecho de barro, tu lo pisas y las huellas permanecen. En ese mismo instante Batman, al modo del mejor doctor House, ata cabos simplemente mirando un montón de fotos desparramadas sobre una mesa y mesándose la barbilla. Todos se lanzan a buscar al Átomo.
  7. El átomo está poniéndose meloso con su ex. Los intentos de asesinato es lo que tienen, que acercan a los irreconciliables. Ella pregunta, de manera muy casual, si ya saben quién mandó la nota de "protégete". El Átomo responde, "¿Cómo sabes lo de la nota? No salió en la prensa. Batman se la llevó. ¿No la mandarías tú, eh pillina?". Aja, todos sabían lo de la nota, entonces no es que pensaran que había sido el tío de los boomerangs y dejaran de investigar el asunto con un cabo suelto del tamaño de Escocia... es que dejó de morir gente y, bueno, se fue dejando pasar... total, si estamos todos bien, ¿qué importa resolver el crimen? Al final, la ex confiesa que sólo quería darle un susto a la mujer del hombre elástico, para que, preocupados, todos hicieran piña con sus familias -¿Es la voz del escritor lo que oigo en el viento?- y el Átomo volviera con ella. Le robó uno de sus trajes de increíble hombre menguante y por accidente el susto se convirtió en una apoplejía. Suerte que había guardado algunas otras armas "por si acaso", como por ejemplo un lanzallamas, y antes de ir a la cárcel prefirió hacer parrillada de embarazada. Su propio intento de asesinato empujó más al Átomo hacia ella, además de desviar las miradas, y lo del padre de Robin... bueno, esto no lo explican, ni lo de la nota. Ah, sí, sería el mago. El Átomo, triste como un sauce, se da cuenta de que está como una regadera y la mete en un psiquiátrico donde tienen a todos los frikis enemigos de Batman, Joker y compañía. Ríete tú de las políticas de rehabilitación de presos en España. Al final todos vuelven a su trabajo, a -¿os lo sabéis ya?- pasar tiempo con su familia... y el hombre elástico, del que nadie se acuerda desde hace cuatro números, está hablando sólo/con su mujer muerta. Como un cencerro, vamos, fijo que acaba matando a alguien.
Que falló & ¿Algo bueno? : bufff, por donde empezar...
Por las portadas. Son de Michael Turner, y si con eso no lo he dicho todo me explico: mujeres con 5 vértebras lumbares de más, labios estilo morcilla de Burgos, mandíbulas bidimensionales capaces de cortar acero por su filo, abdominales y serratos con más bultitos que un redondo de ternera metido en su redecilla... vamos, su anatomía es de lujo. Los personajes son inexpresivos: en la portada del número 1, ¿Superman está llorando, cagando, esta viendo La Sexta...? En fin, es malo de cojones, llamativo pero difícil de defender tras el análisis más superficial. Como narrador es atroz, como portadista no es tan ofensivo aunque tiene alguna composición de risa: en esa misma portada, ¿por qué dibuja a Superman más grande que el resto, aunque no lo suficiente como para distinguirlo claramente del resto de figuras? ¿Lo hace sólo para que pueda coincidir ese ataud con el punto en el que Superman tiene la polla? Preguntas, preguntas. Hay que quitarse el sombrero ante el diseñador gráfico: 5 fuentes distintas, el título bailando pero los nombres de los autores en perspectiva cónica y el texto de presentación en un párrafo normal... todo muy abigarrado, los huecos de la imagen no están para darle equilibrio sino para rellenarlo con letras. ¡Cuantas más, mejor!
El dibujo del interior es harina de otro costal. Leí que este tal Morales fue alumno de la escuela de Joe Kubert, y algo le debe de haber quedado porque los fundamentos los tiene bien aprendidos: claridad, ritmo, páginas equilibradas, una narrativa eficaz en resumen, que es lo básico en un cómic para que sea legible. El estilo de dibujo es peor. Para las sombras usa una mezcla peculiar de líneas bastante gruesas, muy fluidas, y manchas negras, que acaban dando una textura homogénea a todo, desde la pared de una cueva al pómulo de una cara o a una pierna cubierta de licra. Le falta consistencia en la anatomía y, sobre todo, en las expresiones faciales, con lo que a veces acaba con jetas deformes. Tiene un estilo poco adecuado para tebeos de superhéroes. En éstos se busca sumergir al lector en la historia y hacerle olvidar las cosas que serían ridículas en el mundo real, como los supermúsculos o los trajecitos de daltónico-camerunés. El estilo de morales es fundamentalmente realista, pero con superhéroes estilizados. Quedándose entre dos aguas resalta lo fantástico en un escenario que no le pega y que lo rechaza. Se da una sensación curiosa: aparentemente no hay elemento alguno que funcione realmente mal en el dibujo, pero el conjunto es grotesco.
Mejor es el estilo propio del escritor. Los personajes tienen voces distintas, y hay muuuuuchos. Son realmente cargantes las etiquetas de situación ("Gotham City" - "Now" - "Nightwing and Starfire" - "Former Lovers", así al inicio de cada secuencia) y la narración en off en primera persona, con frases cortas, contundentes y efectistas. Muy Frank Miller, o como hacía Frank Miller antes de empezar a degenerar en Sin City. A esto me refiero con "tics molestos como los de Jeph Loeb"
Los momentos más brillantes del tebeo son sin duda las reacciones e interacciones entre los personajes. Hasta el momento en que empieza a ser cansina y facilóna la continua alternancia escena tensa-gente apreciando el estar con su familia, son momentos creíbles. Cada personaje actúa de manera particular, pero humana. Suena real. El mejor número en ese sentido es el primero, las escenas del funeral llegan a ser estremecedoras. Hay una escena en la que el hombre elástico intenta hablar en el funeral de su mujer. Todas las miradas se clavan en él, ansiosas, apenadas. Al final no puede con ello, se viene abajo entre lágrimas y la cara se le deshace como una vela. No puedes evitar sentir pena por el pobre diablo: un héroe de segunda en el mejor de los casos, cuya única característica propia era tener un matrimonio relativamente normal, feliz y sin complicaciones, y en un instante se le desmorona el mundo. Curiosamente, aquí sí funciona el estilo del dibujante.
Hasta aquí no hay nada especialmente llamativo: un tebeo con cosas buenas, cosas malas y la mayoría en el medio. De la parte alta del montón, diría yo. El problema que tiene Crisis de Identidad es de planteamiento. Es una historia de misterio: un asesino anda suelto, los protagonistas intentan detenerlo. Eso es la espina dorsal de la historia. El resto no es menos importante, yo diría que los misterios que se desvelan, las historias del pasado y el análisis de la humanidad de los personajes es la chicha del cómic. Pero si los huesos son endebles, la carne se viene abajo. En el caso de las historias de misterio la trama depende en gran medida de la resolución. Y la resolución es, hablando en plata, una mierda pinchada en un palo.
Como punto a su favor, Meltzer no hizo la trampa de sacarse un asesino de la manga. La mujer del Átomo está ahí desde el principio de la historia. Durante la investigación se preguntan varias veces por el posible móvil del asesino. Sin embargo sus motivaciones no tienen sentido alguno. ¿Donde está ese desequilibrio mental? ¿De dónde viene esa desesperació por recuperar a su ex?. Usar la locura para encajar cualquier comportamiento que convenga a la historia no sólo es facilón, además es tramposo para con el lector. Se le escatima una resolución, ya no satisfactoria, lógica y coherente, y se dice "el asesino estaba chalado, todo vale". Aunque en realidad las cosas sucedieran así, esta historia no está basada en hechos reales. Es una historia de misterio, juega con las convenciones de las historias de misterio y el lector entra al trapo desde el principio. Y en el último número el escritor frena, "no, lo siento, donde dije digo digo Diego; esto de lo que hablé tanto al principio no me interesa realmente, el asesino no era más que un MacGuffin para llevar la narración por los derroteros que me interesaban, así que ahora lo barro bajo la alfombra" y eso es todo lo que hay.
Una vez falla el final, el resto de la historia queda coja. Sin resolución satisfactoria para la trama principal, quedan tramas secundarias que surgen y no van a ninguna parte. Al hombre elástico se le deja de lado a partir del capítulo 3. Al Doctor Luz tras el 2. Las apariciones de los villanos son un señuelo que se ventila de manera expeditiva en una pelea que aparece de no se sabe donde. El conflicto moral se olvida y se recupera apresuradamente en el último capítulo. Se presta mucha atención a personajes secundarios, de manera insistente, y al final parece un retablo costumbrista más que las reacciones de muchas personas relacionadas. Todo hincha una historia que por si misma no se sostiene, y cuando acabas de leerlo te queda cara de tonto."Todo... para ESTO".
Conclusión: es un bluff. Pulido, maquillado y vestido con lentejuelas, pero un bluff. Curioso que la campaña publicitaria convenciera a alguna gente de que esto era la segunda venida de Watchmen, porque lo único que comparte con esa obra es precisamente la debilidad de la trama y la resolución. Pero Watchmen era una locomotora perfectamente engrasada que chirriaba un poco al final y esto es un Talgo que llega a un puente a medio construir, cae doscientos metros y se estrella. A ver quien es el guapo que dice que el viaje había sido bonito hasta entonces.
Una nota final: el punto más polémico de esta serie fue la violación de la mujer del hombre elástico en el número dos. Aquí tenéis las viñetas de marras.
Por un lado es lamentable que siempre se oigan las mismas quejas: que si un tebeo de superhéroes no es lugar para mostrar según que cosas, que si yo no quiero esto en mis tebeos, que si estamos de regreso a los 90 y todo es oscuro y horroroso... Por dios, la historia comienza con una calcinada, que además estaba embarazada. Uno de los superhéroes estalla, literalmente. A un señor que no tenía nada que ver le clavan un boomerang en el pecho. Clavan una flecha en la cuenca ocular de uno, disparan a bocajarro a la cara a otro, se borran la mente entre amigos por razones que nunca quedan claras... ¿todo es aceptable pero mostrar una violación es tabú? Espero que la misma gente se quejara cuando en X-men asistimos al genocidio de 10 millones de mutantes por exigencias del guión, porque no entiendo como una cosa no puedes ni leerla y la otra te deja indiferente.
La otra cara de la moneda es que, ya pasados un par de años desde la publicación de este engendro, una antigua trabajadora de DC contó su versión de la elaboración del cómic. Resumiendo, el hecho de mostrar una violación fue un movimiento deliberado para llamar la atención y cambiar la percepción del público. Cuando yo os decía que los cómics de DC solían ser un poco simplones, no era una opinión de Marvelzombie... o no sólo. Parece que usaron esta serie como una especie de llamada de atención: "¡Eh! ¡HOLA! Sí, somos relevantes. Tenemos muertes, drama... y hasta una violación. Somos la hostia, ¿a que sí?". Momento significativo: cuenta que entraban en el despacho de un editor, recién recibidas las páginas del dibujante, gritando "¡THE RAPE PAGES ARE IN!". El enlace os lo dejo por aquí, aunque está todo mezclado con sus experiencias y frustraciones de tipo personal-sentimental-sexual y es una lectura bastante ardua.