miércoles, julio 11, 2007

HOMENAJE NEGRO

Los que penséis que esto va a tener algo que ver con cavidades sexuales, dejad de leer. Al resto (si es que queda alguno) deciros que esto es un humilde pero sentido homenaje a la novela negra, un género del que soy devoto lector. Sobre la Semana Negra no diré demasiado porque Berto ya abrió el debate, simplemente manifestar que para mi es un lujo que la mejor feria de literatura negra del país sea cada verano en Gijón, y que aunque por la noche es la fiesta del bocadillo y la noria, por la tarde está llena de presentaciones, charlas, mesas redondas etc. (me remito al programa, programa, programa del Califa de Somio) a las que apenas va nadie lo cual es aún mejor.


Pero de lo que yo quiero hablar no es de la Semana Negra sino de la novela. En los años 20 aparece la literatura policíaca, un género de baja calidad que aparece como manifestación de la cultura de masas; el éxito del público es espectacular y cada vez se escribe más y más. A la cabeza del éxito están Sir Arthur Conan Doyle con Sherlock Holmes y Agatha Christie con Hercules Poirot, autores que gozaban del favor del público pero no así de la crítica, en una época en la que escribían entre otros Joyce y Faulkner. La novela negra reacciona contra la literatura policíaca en el periodo de entreguerras, son novelas hard-boiled, con tipos duros, sexo, drogas, violencia etc. elementos extraídos de las revistas Pulp, donde escribían entre otros Dashiell Hammett (padre del género) o Raymond Chandler. En la novela policíaca el crimen es una excusa para el lucimiento del investigador, todo vuelve a la paz burguesa una vez resuelto el caso; los autores negros reaccionan frente a esto, en palabras de Vázquez Montalbán (autentico maestro del género en España con la serie del inigualable y ecléctico Pepe Carvalho) "lo que la novela negra denuncia es una sociedad hipercapitalista, supercompetitiva e instaurada en la doble moral, donde el delito ya no se muestra en clave lúdica ni altruista sino como expresión de una sociedad donde todos luchan contra todos".

La novela negra refuerza la idea de Todorov de que los géneros nuevos surgen de los viejos, y lo hace con elementos de la novela gótica, la de aventuras, el wester (algunos afirman que es el correlato urbano del wester).Si en la novela policíaca los importante eran los elementos estéticos, aquí lo son los éticos; el asesinato tiene por primera vez un sentido, esto es lo que hay que mostrar y sobre lo que hay que reflexionar, el crimen ya no es un juego intelectual. Las causas del crimen no se resuelven con el descubrimiento del asesino, son mucho más profundas y nacen de la base del conflicto social. En determinadas circunstancias todos podríamos ser asesinos, así que la pregunta ya no es tanto ¿quien? sino ¿porque? La problemática esencial suele estar en relación con determinadas debilidades humanas (sexo, dinero, amor, poder, drogas...) tan reales que los personajes tienen que ser sacados de la realidad más inmediata.

Los protagonistas de estas novelas son tipos normales, tan vulnerables como cualquiera, tipos marginales de moral ambigua (y esta es otra característica muy importante del genero: la división entre el bien y el mal es tan tenue que no existe), tipos duros en una sociedad dura donde se pisa al débil. Son personajes cínicos que rechazan a la sociedad que les margina, habituados al fracaso y con un sentido de la justicia que no suele coincidir con la ley. Si la novela policíaca no hace sino defender el status quo, la negra lo denuncia y cuestiona,

supone el regreso del "héroe problemático". A Europa el genero llega a través de Francia, cuando la editorial Gallimart decide hacer una recopilación de los mejores relatos publicados en las revistas Pulp, y llama "negra" a la colección en homenaje a la revista pulp más famosa: "Black Mask".

Hay que destacar "Cosecha roja" (1929) de Hammett además de porque es cojonudisima, porque es considerada la primera novela del género aunque todas sus novelas así como los relatos, son excelentes. "El halcón maltes" es también una obra maestra del cine negro, dirigida por John Huston y con Bogard en el papel del detective Sam Space, es la mejor adaptación de una novela que yo conozca. También está Chandler que es excelente, las novelas de "Maigret" de G. Simenon etc... en España para mi el está Montalbán y luego el resto, aunque acabo de leer una que me recomendaron en negra y criminal que está al nivel de las mejores: "Prótesis" de Andreu Martín. En fin, si no os ha gustado el post deciros que no he hecho más que seguir el consejo de Avalon "yo cuando no se que escribir hablo de comics, y cuando si lo se, también".

4 comentarios:

BJ dijo...

Si... buen post salvo porque te estás desviando del tema principal. Has dejado poco claro que la semana negra es una cosa fea y mala que no me deja dormir. Menos mal que finalmente tendrán que llevársela del casco urbano. Y todavía me acuerdo cuando hace 2 meses la sra alcaldesa salió en la 2 (pensaría que nadie la veía) en "Enfoque" hablando del ruido en las ciudades y diciendo que se perseguía en la medida de lo posibe, cuando al mismo tiempo presentaba un recurso contra la sentencia de retirar la semana negra de su ubicación. Si en este país todo sigue valiendo en pro de negocios como la construcción y el turismo mal vamos. Si al menos dieran trabajos estables, pero está demostrado que tan sólo han incrementado las desigualdades.

En serio me gustó mucho el post, pero la novela negra no es precisamente mi fuerte. Yo, para hacer posts sigo, entre otros, el consejo de Robert Rodríguez (yaaa, soy un pesao)

Álvaro dijo...

Lo de las revistas pulp y semejantes es una cosa curiosa. En el caso de las novelas de aventuras del XIX y principios del XX (Conan Doyle, Verne, cosas así) se pueden aplicar muchas de las cosas que dices de las novelas policíacas. Los hijos bastardos de ese género son la ciencia ficción y los cómics, tanto de superhéroes como los de terror tipo Cuentos de la Cripta.
En ambos casos se da una evolución moral parecida: de aventureros de clase alta, señores ingleses paseándose por las colonias y cosas así se llega a los primeros Superman (sí, menos choteo, en los cuarenta comenzó como "El campeón de los oprimidos") o Batman, que iba con una capa negra disparando a los criminales. Luego se dulcificaron mucho, pero tomaron el relevo las historias de EC. Cuando estas cayeron salieron los héroes torturados y falibles de Marvel, que decían que ser adolescente no era tan shiny happy people sino bastante angustioso y emo, luego en los 80 se llenó todo de mugre, neurosis sexuales, conspiraciones y justicieros parafascistas, y había menos escapismo y más rabia.
En la cf la evolución fue más lenta, pero primero cambiaron el estereotipo de "aventurero" a un modelo más americano (sonriente, mandíbula cuadrada, arrogante, con una pistola de rayos en una mano y una mujer exótica en la otra) y lo fueron cambiando progresivamente: empezaron a aparecer protagonistas más o menos frikis enfrentados con la sociedad, se fueron volviendo más inseguros y menos perfectos y acabaron oscureciéndose hasta sustituir las aventuras galácticas y los héroes espaciales por las pesadillas urbanas y los perdedores colocados de Neuromante o Blade Runner.
Y curiosamente, en los últimos años en ambos campos hay un resurgimiento de géneros más primitivos (Superhéroes más puros y conservadores, Space Opera más fantástica y culebrónica) que convive con lo más "moderno". ¿Ha pasado algo así en la novela negra y la policíaca?

CaesarHec dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CaesarHec dijo...

Desde que apareció, la novela negra no ha cambiado demasiado en lo esencial; los elementos básicos siguen siendo los mismo hoy en día (denuncia social, ambientes marginales repletos de violencia, drogas, sexo, corrupción en las altas esferas de la política y la justicia etc.), si han cambiado sin embargo los protagonistas. En los orígenes de la novela policíaca eran personajes altruistas que ponían su inteligencia al servicio del bien común, identificado éste con la moral burguesa. De ahí pasamos a los detectives privados, que trabajan por dinero y se deben a sus cliente que es quien paga, y no a sus principios. En la actualidad el detective privado esta desapareciendo porque no resulta demasiado creíble (tenemos el ejemplo de Carvalho, cada vez más perdido en la modernidad, en una Barcelona que ya no reconoce), su lugar lo ocupan periodistas, abogados es incluso escritores (en la versión más experimental del género como en "La trilogía de Nueva York" de Paul Auster que ha sido también adaptada al comic, por lo menos "La ciudad de cristal", o en las novelas de Vila-Matas).
Es curioso como Europa el protagonista es en ocasiones un policía (como el inspector Maigret en París), pero esto no suele suceder en América Latina donde la empatía con un policía es bastante más jodida.

La verdad es que la novela negra tiene muchos lazos con la ciencia ficción ( Asimov también publicó en las revistas Pulp sus relatos) y con el comic, del que soy un gran desconocedor pero cada vez que veo una adaptación al cine (como "V de Vendetta" o "Sin City) está llena de elementos comunes con la novela negra. A ver si alguno de los amantes del comic me presta algo para leer....