martes, septiembre 02, 2008

Hockenheimring & Hungaroring & Valencia

Hockenheimring.- Lo primero de todo, hacer mención al lamentable circuito. Puede que hace años tuviera su lustre, y puede que la reforma de Tilke sea lo mejor que se podía hacer con el circuito, pero el resultado es desastroso. A tramos el circuito resulta increíblemente estrecho, no llegando a pasar ni dos coches en paralelo, y la única parte "emocionante" es la horquilla opuesta a meta. Lo demás, un aburrimiento de curvas por vías estrechas en la que sólo los temerarios y los muy buenos adelantan, y un desfiladero para los demás. Nürburgring le da mil vueltas a este obsoleto circuito.

Segundo comentario al margen: por dios, que le quiten ya a telecinco la retransmisión. Esos dos personajes que hablan son lo más lastimoso y cañí que se puede echar uno a la cara hoy en día en TV. Les falta el serrín por el suelo, el palillu asomando pola boca, y las madreñas en la puerta. Sus comentarios de barra de bar con la estructura "Alonso es el mejor, lo estáis viendo todos, y el resto son unos mierdas" huelen mal. Comentarios fétidos. Podridos. Un dolor. Supongo que el hecho de que Alonso hiciera una de las peores carreras que se le recuerdan mientras estos dos lameculos le piropeaban no ayudó mucho. Y una vez desahogado, empecemos.

Al igual que en Inglaterra, asistimos a un recital de Hamilton; manda huevos. Va a ser campeón no por nada, simplemente porque es el único que se lo merece. Puede que Ferrari coja una buena racha y si Kimi se centra, vuelvan a dar la campanada, pero si seguimos así, Hamilton debería encajar una larga racha de victorias. Afortunadamente para sus detractores su comienzo de temporada plagado de fallos tontos se dejaba disfrutar, pero ahora tiene el toro cogido por los cuernos. Se le ve confiado, ha dejado de cometer errores infantiles, e incluso se sobrepone con facilidad a los errores de su equipo (mira que no parar a repostar con el safety...).

Con Hamilton en la pole y Kimi sexto, pintaba claro. En la salida el inglés mantuvo la posición, y detrás de él Massa y Kovalainen se entretenían. Alonso empezó a perder puestos, y lejos de adelantar a Trulli (4º el italiano y 5º el español en la salida), vio como Kubica y Raikkonen le adelantaron en sendas maniobras lamentables. De la que el español intentaba adelantar a Trulli por el exterior de la horquilla (¡pero es que no ves que no se puede por el exterior!) con la consiguiente pérdida de agarre por coger la trazada exterior, los otros dos en condiciones similares le adelantaron. Posteriormente en cada una de las dos paradas que hizo, Fernando perdió un par de posiciones en cada una para finalmente entrar en meta el 11 y luchando con un irreconocible Rosberg. Lastimosa mención a parte (y perdón porque me estoy repitiendo) merecen los comentaristas que, sin darse cuenta de que el español no tenía un buen ritmo de carrera y además era absolutamente incapaz de adelantar a nadie en pista (punta del Renault, esperemos), no hacían más que vitorear las estupendas salidas del box del asturiano hasta que finalmente se daban cuenta de que no, que en realidad le habían adelantado otros dos.

La primera parada en boxes dejó las cosas similares para el resto de pilotos, y cuando todo parecía indicar que la segunda iba a ser igual de aburrida y por consiguiente el gran premio en total, va el bueno de Timo Glock y se pega un tostón en plena línea de meta con todo el estilazo que se puede emplear en estas maniobras: carpado hacia atrás e impacto de culo contra la barrera de boxes, un lujazo. Siendo ya tiempo de repostar para la mayoría de los pilotos, es fácil apostar a que todos iban a entrar del tirón... pero no fue así, no al menos para McLaren y el bueno de Lewis Carl. No sé en qué coño pensaban en el equipo de Woking cuando decidieron que no parara (pensar que tiene combustible de sobra para ganar, cuando finalmente tuvo que parar a 17 vueltas del final no es una opción posible).

El caso es que nos encontramos con todos repostados salvo Hamilton, Heidfeld y un sorprendente Piquet que por salir el 17 en parrilla optó por repostar una sola vez, y tuvo la suerte de hacerlo justo antes de que el safety car hiciera su entrada en pista; conclusión: Piquet entraba en la lucha por la victoria. Hamilton mientras tanto tiró todo lo fuerte que pudo pero para cuando entró y salió del pit, se encontró con unos cuantos coches por delante, entre ellos Massa (Kimi sufría por detrás para conseguir la sexta posición al final, resultado más que discreto para el vigente campeón).

Pero como nos lleva acostumbrando esta temporada, el inglés comenzó a adelantar adversarios como si de doblados se trataran. Mención especial merecen Massa, el cuál le duró un intento (mal va si quiere ser campeón) y Kovalainen, el pusilánime por excelencia del momento. El finlandés está plenamente dispuesto a heredar el título de lameculos / cagón que Barrichello lució con honor en sus años en Ferrari. Da igual lo que hagas chaval, si el número uno del equipo viene, tú te quitas. Y así fue. En cuanto el casco amarillo de Hamilton apareció por su retrovisor, se echó a un lado en la primera pasada por la horquilla de forma lamentable y haciendo caso a ciertas órdenes de equipo no escritas ni dictadas por radio, pero manifiestas a los ojos de cualquiera. Yo ni soy ni seré en mi vida director de una carrera de F1, pero al monstruo espagueti volador pongo por testigo que un simple vistazo a la telemetría del finlandés me bastaría para descalificarlo de la carrera (y a su equipo también) y prohibirle acudir a las dos siguientes. Por supuesto que el inglés no recibiría sanción alguna, ya que el no hizo nada más que adelantar a un coche que se quitó de en medio; aquí la culpa la han de compartir Heikki y Ron (el director, no la bebida).

Tras librarse del pobre Piquet (que a estas alturas de carrera ni tenía ritmo, ni ganas, ni capacidad de plantarle cara), Hamilton recuperó brillantemente una primera posición que le pertenecía por derecho y su propio equipo había estado a punto de arruinar. En meta: Hamilton, Piquet, Massa, Heidfeld, Kovalainen, Raikkonen, Kubica y Vettel. Hamilton más cerca del mundial.


Hungaroring.- El tortuoso circuito húngaro parecía que se ponía de cara de los McLaren cuando el sábado copaban, otra vez esta temporada, la primera línea de parrilla y con Hamilton en pole. Massa les seguía y Kimi se quedó sexto.

No obstante, el domingo todo cambió. El cielo se debió volver oscuro, los astros creo que se alinearon, y por primera vez en la Tierra vimos como Júpiter eclipsó al Sol; o lo que es lo mismo: Massa salió bien... ¡Y adelantó!. Que superara al panoli de Heikki a nadie sorprende, pero que se cepillara al inglés por el exterior, oh my god!, que le den más de esa coca rica a este chaval, que me lo pone a cien.

A partir de ahí el brasileño tiró fuerte y el inglés no era capaz de adelantarle. Por detrás, Alonso rodaba bien habiéndose follao a un par en la salida (uno de los cuales era Kimi "el hechizado") y los Toyota rodaban más que bien. Tras el primer pit stop los cuatro primeros (Felipe, Lewis Carl, Heikki y Timo) mantuvieron posiciones. Kubica perdía posiciones y Alonso y Kimi seguían marcándose de cerca aunque manteniendo posiciones. En éstas estábamos cuando Hamilton pinchó. Si estás pensando que tuvo mala suerte, te equivocas. Si estás pensando: "que se joda, que aprenda a frenar y que deje de hacer planos a los neumáticos por blocar las ruedas en TODAS las frenadas", then you are reading my mind. Se arrastró por tres cuartos del circuito, entró a boxes y volvió en décima posición cargadito de combustible. El resto de coches de cabeza mantuvieron sus posiciones, salvo por Kimi y Fernando, ya que el finlandés consiguió adelantar al español en el segundo repostaje. Y por dios, señalad con el dedo índice acusador de la que gritáis ¡sunormal! a todo aquel que os haya soltado así como quien no quiere la cosa, disimulando, la batallita del "pues yo no sé cómo le pudo adelantar, si se había salido justo la vuelta anterior. Yo no quiero decir nada, pero algo raro pasó ahí." De paso, y para desahogaros aún más, sugeridle que eche un vistazo a las vueltas rápidas en carrera y que deje de hacer caso a ciertos comentaristas televisivos.

Y ya está. Se acabó la carrera. Ah no... un momento... se me olvidaba... que Massa pinchó a tres vueltas del final!!! todo lo que puedo decir es: jajaja.
Justo cuando el brasileño se veía líder del mundial, por delante de su compañero y por delante del mismísimo Lewis Carl en la clasificación a la mañana siguiente, va y pincha. ¿Que lo merecía? Pues la verdad es que no. ¿Que nosotros lo merecíamos? Creo sinceramente que sí, que la afición merecía verle pinchar, verle llorar y ver la cara de diarreico que se le quedó al padre. De paso, se habría una luz de esperanza al conseguir Kimi, por una carambola, ponerse a tan sólo cinco puntos de Hamilton en el mundial y por delante de su compañero de equipo, lo que en teoría le daría cierta ventaja en la elección de estrategias en carreras futuras. No se preocupen, ya sé que me adelanté a los acontecimientos, y que Kimi arruinaría tal ventaja en la siguiente carrera.


En fin, que Heikki ganó su primera carrera (y la F1 lloró a coro; qué vergüenza), Glock logró su mejor puesto so far (este chaval sí que me gusta, ves), y Kimi se encontró a sí mismo en el tercer lugar del podium y con sus rivales por el título far away. Lewis Carl no tanto, eso sí, ya que acabó quinto finalmente. Alonso quedó en medio, cuarto, y cuajó la mejor carrera que le hemos visto esta temporada, lo que no es decir mucho pero tampoco está mal del todo. Piquet, para rematar el resultado de los franceses, puntuó por segunda vez consecutiva tras su segundo de Alemania (que nadie se acostumbre).


Valencia.- Creo que puedo afirmar sin temor a equivocarme (y sin haber leído todavía la opinión de los expertos), que el GP de Europa celebrado en Valencia fue con diferencia la carrera más aburrida del campeonato, y también, por qué no decirlo, un serio candidato a ser one of the most boring races of all times. ¿Quién nos engañó? No lo sé. Fuese Ecclestone, Camps, Rita (Barberá, pero mejor Rita a secas), el calvo de telecinco o mi madre con siniestros susurros en mis noches de sueños oscuros, alguien nos prometió una carrera emocionante. Adelantamientos, safety cars, cambios de líder, diferentes estrategias... para al final brindarnos nada. Ni un safety car, ni una estrategia distinta (al menos entre los importantes), ni un puto adelantamiento... todo lo contrario. Este estupendo compendio de curvas y rectas y pretiles cercanos no permiten que dos coches se acerquen a menos de 3s los unos de los otros. Soporífero. Tan sólo la lírica de Lobato con imágenes literarias tales como: "vamos a jugar a que Glock es Alonso" nos permitió sobrevivir a mi padre y a mí a esa hora y media de tedio y sopor.

Ahora encima te dicen que la FIA tiene planeado llenar el calendario con circuitos de este tipo (Corea, Moscú, Nueva Delhi, Singapur, Las Vegas, todos quieren su circuito urbano), y llegas a la conclusión de que la carrera esa en Inglaterra donde persiguen un queso gigante monte abajo es mucho más emocionante, divertida, táctica, entretenida e interesante de ver que estos bodrios de laberintos con un solo camino.

En lo deportivo poco que reseñar: Alonso la diñó en la tercera curva y con él medio público se fue para casa; Massa, Hamilton y Kubica mantuvieron las posiciones de podium desde la parrilla hasta la meta, y Kimi, tras errar perdido por el circuito, acabó rompiendo el motor mientras luchaba torpemente por sumar tres puntos. Mal el finlandés, que deja el mundial ya prácticamente en manos de los dos peores pilotos del mundial: el capullo y el malo. ¡Qué desastre!

No hay comentarios: