miércoles, septiembre 17, 2008

Loriga comes back!

Así es, justo cuando se había convertido en un fantasma de las librerías, y dar con sus novelas era poco más que imposible, va y reaparece: Ray Loriga volverá a ser editado. Ray, además, como es un tío con suerte y el mercado siempre le ha mirado con buenos ojos, vuelve por partida quíntuple. Alfaguara no sólo va a editar su nueva novela, Ya sólo habla de amor, sino que además ha comprado los derechos de otras cuatro: Héroes, Caídos del Cielo, Lo peor de todo y Tokio ya no nos quiere.

Y uno se alegra de veras, porque hace tiempo que busca las primeras novelas del autor por todas las librerías por las que pasa, y ya se ha paseado por media geografía nacional (no buscando las obras de Ray, pero sí aprovechando) sin éxito. Librerías de viejo, grandes librerías con polvorientos almacenes, mercadillos, librerías con pinta de no cambiar el catálogo desde hace veinte años, etc etc en las que uno está cansado de recibir como respuestas el escueto "está descatalogado" y su versión extendida "plaza&janés lo ha descatalogado", sin olvidarse de los grandes éxitos "¿¿¿ray qué...???", "¿con i o y?" o "lo siento, no tenemos música."

Aunque hay que decir que la noticia no habrá sido acogida igual de bien en todas las casas. El bueno de Ray no suele dejar indiferente a sus lectores, y es que su imagen de escritor-fucker levanta tanta admiración como odio. Sus admiradores lo defienden cual hijo pródigo, y no les tiembla el pulso al etiquerarlo de último gran escritor. Del otro lado, los que no lo soportan no encuentran consuelo en dejar de leerlo, antes han de condenarlo a la pira a cuatro voces, que todo el mundo se entere. Curiosamente es ahí, entre sus detractores, donde reside uno de los mayores puntos a favor de su crítica: los que le atacan suelen recular pronto, cerrándose en seguida en el aspecto personal del autor; que si es un pedante, que si vaya pintas se nos trae con sus tatus y su pose, que si su vida privada es un desastre (antes mal porque estaba con la Rosenvinge, y ahora mal porque ya no está con ella), y es que no hay nada mejor para subir el ego que cruzarte con rivales que no sabiendo atacar tu trabajo se tienen que limitar a criticar tu vida, dále a un vanidoso vanidad.

Sin embargo el que escribe, si bien no quiere apuntarse a ninguno de los dos grupos, ha de reconocer que está más próximo de los admiradores que de los detractores. ¿Por qué? Pues muy bien no sabría explicarlo, es un sentimiento un poco irracional, supongo que ligado al hecho de que se trata de uno de los primeros escritores que leí más allá de las fronteras que marcaban el barco de vapor, Ende, Gripe, Tolkien, y demás libros de mi infancia / pre-adolescencia. El culpable fue el dr.Alergia, y no olvido el día que estábamos en su casa y sobre su escritorio yacía un libro con un Piolín de peluche y proporciones gigantescas en la portada. Me lo recomendó con énfasis, y no me defraudó; se trataba de Lo peor de todo, su primer relato. Algún tiempo después me topé con Tokio ya no nos quiere, y esa mezcla de ciencia ficción, road movie, comedia, tetas y pitos y psico-drama... psico-drama!! se mantiene como una de las mejores historias que he leído. Luego vinieron Trífero, El hombre que inventó Manhattan y Días aún más extraños, no llegando nunca al nivel de Tokio, pero sin que mis ganas por leer más Loriga decayeran.

En cuanto a la novela que va a estrenar, Ya sólo habla de amor, prometen que se trata de una realidad ficcionada, un relato basado ligeramente en sus propias vivencias, y de seguir la pista que Alfaguara nos da:

Es la historia del desastre sentimental de un cuarentón divorciado, que cree encontrar su modelo de vida en un joven al que conoce en una fiesta. Ese encuentro quizás le lleve a reconciliarse consigo mismo y a una nueva esperanza.

Parece que el divorcio Rosenvinge-Loriga ha sido más que fructífero. Así que aquí me quedo esperando al otoño cargado de Loriga, escuchando a Nacho Vegas, y dando las gracias a Eugenia Silva por motivar a todo el mundo. ¡Vivan los artistas divorciados y las modelos de piernas infinitas!



Tatus así daban con el kilométrico boomer

4 comentarios:

Álvaro dijo...

Vaya vaya Eugenia Silva, eso no lo sabía yo. Pero tal hecho no influye para nada en tu valoración del tito Ray, ¿no? O su rol de archienemigo de Lucía Etxeberría ;-)

Anónimo dijo...

Citando al maestro: "uno no tiene en la vida lo que se merece sino lo que no logra esquivar". Fdo: otra pro-Loriga.

srcocodrilo dijo...

a mí me hacía gracia la de lo peor de todo que decía algo así como que las experiencias que más definen a una persona son las soñadas y no las vividas, ya que al fin y al cabo lo que uno sueña es decisión de cada uno, y lo que a uno le ocurre no.

A menudo se pasa con las citas, eso es cierto. Tiene pasajes enteros que simplemente son sucesiones de citas, una detrás de otra. Claro que el jodío las clava.

CaesarHec dijo...

Pues supongo que entre los admiradores entregados y los detractores furibundos nos situamos los indiferentes... ¿Loriga? Sí, bueno... a veces te ries, otras te entretienes y llegas a la última página con una sensación ambigua; como si te hubiera gustado y desencantado a partes iguales. A mi me resulta imposible no acabar haciendo la comparación con Bukowski, Kerouac o Ginsberg.... Pierde Loriga.