Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo…
pongamos que hablo de Madrid.
Hace tres años vivía en Madrid. Hace tres días he vuelto. Vivo de nuevo en Carabanchel, junto al río y el Calderón; el estadio vive sus últimos meses, pronto será un solar destinado a edificar viviendas y llenar bolsillos. El Atleti se muda a publicitario para cada hogar madrileño incluido) lo único que encontramos es terrenos abandonados que hacen
las veces de aparcamiento pirata, nido de ratas y fugaces magreos. La obra ha elevado la altura de la rivera y desde muchos puntos ni tan siquiera se ve el río, eso sí, oler se huele. Afortunadamente las elecciones son cada cuatro años y seguro que para el próximo mandato la promesa se tornará en realidad, con elecciones anuales las cosas funcionarían mejor, o no.
El viernes por la noche salí a pasear el palmito por la noche madrileña, de la que dicen que nunca se acaba. Primera parada:
Cuando volvíamos a casa con la derrota adherida a la piel como Miñññ a una moneda de 10 céntimos abandonada en el suelo, David expuso con trabada oratoria su teoría altamente contrastada sobre el nombre de las chinas, todas se llaman Susana. Le exigí pruebas así que a cada china que nos encontramos en el camino vendiendo cervezas o arroz con niño muerto le preguntaba su nombre. Cuatro chinas después no había dudas: ninguna china se llama Susana. Al llegar a casa cargábamos con un par de litros de alcohol y una pizarra de bar robada en la que se podía leer Todas las chinas se llaman Susana.
3 comentarios:
carabanchel no es lo que era, amiguito!
ya te derás cuenta... yo tb volví hace meses de un largo exilio y todavía no he conseguido cogerle el punto a los madriles y menos aún a la noche madrileña...
te dejo, que he quedado en la latina...
Has conseguido componer algo coherente separando las palabras "salir por la noche" y "fubolo", algo que parecía impensable hace unos días.
Las grandes urbes cambian a la gente, Caesar tú antes molabas....
nada, nada... cualquier post que incluya la palabra oligofrénico merece no sólo todos mis respetos, sino mis mayores alabanzas.
por lo demás, de madrid sólo tengo que añadir que, muy sospechosamente, sevilla es la única capital de provincias que disfruta de una relación amistosa con ella, probado y conocido el odio que el resto del mundo le profesa. seguiré indagando...
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