sábado, abril 17, 2010

CÓMO ME CONVERTÍ EN HOMER SIMPSON



CAPÍTULO I. LA FORMACIÓN


Después de varios cursos de formación he obtenido el carné necesario para entrar cada día en la central nuclear. Empiezo el lunes, durante un mes pasaré doce horas diarias allí dentro, ejerciendo de supervisor de un área de “Foreig Material Exclusion”. Na bueno, acabo de llegar y ya estoy al mando, encima de esto qué hay??? Ministro de Industria? Si lo fue el “Bachiller Montilla”, como lo calificaba César Vidal, todo es posible.

Estaré sentado en una mesa y mi cometido será hacer un inventario del material que se introduce en el área y comprobar que es lo mismo con lo que se sale. Es decir, que los técnicos no olviden ningún material extraño en la zona. Por lo tanto, está prohibido entrar con cualquier tipo de objeto personal y hay que asegurarse que las herramientas salen en el mismo estado que entran. Esto quiere decir que durante muchas horas, mientras están trabajando o mientras espero que alguien llegue para hacerlo, no tendré nada que hacer. Voy a tener decenas de horas muertas, “horas nucleares” las llaman, así que me pasaré la jornada leyendo. Puede que también lleve una libreta y vierta en ella todo el resentimiento que tengo dentro. Prepárate Moro. Intentaré escribir algún post con las lecturas que haga allí dentro. Se titulará “catalogo nuclear”. La originalidad está sobrevalorada.

También trataré de hacerme fotos por las instalaciones, pero no sé si será posible. Entre mi barba y las fotos igual me sueltan a los perros. Por ahora nada más, sólo que sepáis que intentaré que sigamos siendo amigos cuando me convierta en un superhéroe y no existan para mí las barreras del espacio y el tiempo. Podré estar al mismo tiempo escribiendo los post, viendo la cara de Miññ en el bar de salamanca al enterarse que a Cris le tiró los trastos hasta el apuntador, jugando al “stupid ball” y haciéndome una foto con berto y Ernesto Sevilla. Ocurrió, no fue un sueño. Aunque todos sabemos que probablemente esté en todos las dimensiones posibles jugando al futbolo en la Xarana.

De la formación no he contado nada, lo sé. Pero me pareció un título con gancho. ¿Cómo? ¿Qué no lo era???

3 comentarios:

srcocodrilo dijo...

No he entendido nada del post, dr. Hec-Manhattan.

¿Pero tú no eras el de letras? Novela negra, política, historia... cosas de esas. Opino que para cambiar de rol en este contubernio, sea necesario la aprobación de al menos cinco miembros, y que el voto de Juanolo valga por dos.

Por lo demás, espero que hagas un buen inventario de las rosquillas que entran y salen en la central, y pronto nos ofrezcas una nueva crónica-aclaratoria.

Álvaro dijo...

Primero tengo un amigo que trabaja en extracción de uranio. Luego tengo un cuñado que trabaja en prevención de riesgos en una nuclear. ¿Ahora tengo un amigo que trabaja en no hacer nada -por otro lado, dada su formación, casi mejor- en el mismo sector?

Esto ye una caza de bruxes, oyisti?

Hec, esto requiere más detalles y una explicación más coherente y menos virtua-bartolil. Me uno a Pablo en su rascado de cabeza.

Morvader dijo...

Yo lo que estoy deseando es que tengas un hijo, a ver si tienes suerte y sale con tres pirulas. Así, los días en los que muera una folclórica serán los mejores de su vida.