viernes, abril 08, 2011

Reflexión política #2

A mediados de los noventa, el PP sólo pudo arrebatar el gobierno al PSOE, con la ayuda de parte del poder judicial (Garzón) y del poder mediático (Pedro J.), haciendo uso de dos fantasmas: el terrorismo (los GAL) y la corrupción (Filesa).

Casi veinte años después, las portadas de El Mundo se llenan con dos historias: Faisán y los ERES.



Lo de siempre: nuevos planes, idénticas estrategias.

3 comentarios:

mitrulk dijo...

fantasmas?

CaesarHec dijo...

En los noventa el PSOE perdió las elecciones porque había auspiciado terrorismo de estado, tenía varios casos de corrupción muy graves (incluyendo financiación ilegal del partido) y, en medio de una grave crisis económica, había llevado a cabo una dura reforma laboral (¿os acordais? Las ETT´s eran ilegales!)

FAISAN (aún por probar) no tiene nada que ver con los GAL, ni por su trascendencia ni por su significado. En el caso de los ERES, si se demuestra, que pague quien tenga que hacerlo. Pero a diferencia de en los noventa, ahora el PP ha tenido y tiene sus buenas cuotas de poder, y a demostrado que es un Gran Maestre en esto de la corrupción. Como mínimo, empate. El tener elemento, la crisis, sus consecuencias y las medidas adoptadas. Ese sí va a ser decisivo.

Una última reflexión, normalmente en torno al favorito todo son elogios y meapilas arrimándose al árbol que más sombra da. En cambio, a Rajoy no lo quiere nadie en su propia casa. Raro, raro, raro...

srcocodrilo dijo...

Vaya por delante: yo también pienso que el terrorismo de Estado y la corrupción son inaceptables en un estado democrático; no estoy tan desnortado (pero quería levantar polémica).

Y ahora explico mi pequeña reflexión demagógica.

Fantasma: Imagen de un objeto que queda impresa en la fantasía.

Los GAL no tuvieron coste político para el PSOE mientras actuaron, sino una década después. Cesaron sus actividades en el 87, y hasta el 96 la sociedad no castigó a los socialistas. Es decir, que no fue por la actividad de los GAL, sino por la imagen que se tenía diez años después (con ETA mucho más débil) de los GAL.

Faisán no es comparable, pero si enchufáis dos minutos "El gato al agua", os podéis echar a temblar (cualquier no diría que se trata de un canal de TV de Costa de Marfil... salvo por el color, claro está)..


Y en cuanto a la corrupción, ocurre lo de siempre. Si un tío de Somió se compra un Mercedes, a mí me da igual, pero si mi vecino de la Arena lo estrena... ¡dios como lo odio!

La corrupción tiene coste político para la izquierda, pero no para la derecha, y eso es algo que no alcanzo a comprender (por mucho que no llegue al extremo de amarillismo de
Público).