Grenoble 12. La visite à l'entreprise

- Pablo, recuerda que manhana hemos quedado a las 8 en frente de la gare.- Me dice Magnin mientras agita la mano en el aire y mira en otra direccion con el cenho fruncido; esta pensando en otra cosa.
- De acuerdo, pero una pregunta; ya que vamos a visitar la empresa que nos ha encargado mi proyecto, es necesario vestirse bien? Lo digo porque yo no tengo corbata.- Respondo hablando rapido para que no se me escape y me de tiempo a decirlo todo antes de que se marche.
- Espera Pablo, espera. Nosotros somos cientificos. Nosotros no llevamos corbata. Si la llevas, nos reiremos un rato.- Y levanta las cejas y sonrie de medio lado.
- De acuerdo, comprendo. Hasta manhana.

Llego tarde. Veinte minutos. Al llegar a la gare de tren les encuentro y entro al coche rapido, llueve. Vamos cuatro. Magnin, mi jefe implacable, armado con su discurso demoledor y una camisa y un pantalon que se pone por tercer dia seguido. Jossic, su subalterno; algo asi como starscream pero bizco. El otro a parte de mi es un chaval que no he visto en mi vida, se me presenta sin que yo me entere de su nombre, y nadie me explica quién es, ni qué conho hace aqui. Tiene soriasis hasta en los parpados. Para completar la tropa, me doy cuenta que llevo sin cortarme el pelo ni afeitarme casi los tres meses que llevo aqui. Parezco un ewok.
En el camino hablan de muchas cosas que no escucho. Profesores de la uni y cosas aqui. Tan solo salgo de mis pensamientos cuando escucho el chaval dice la palabra "abracadabrantesco", "inventada" por Dominique de Villepin...terrible. El resto del viaje de 300km sin contratiempos.

Llegamos a las 11:30. Edificio blanco, con ventana corrida, de dos plantas; buena imagen. En el mismo hall, nos piden que esperemos hasta que aparece un hombre joven, el cual se presenta con un nombre que no entiendo, y nos comienza a hablar de la empresa. Es un tio de marketing, parece ser. En esto, cruza el hall un senhor mayor, de unos 70, bien vestido con traje y corbata, pero llevando una oreja vendada entera, lo que le resta seriedad. Nos mira con sonrisa divertida, de ninho, y se va. El joven sigue hablando cuando el de la oreja vuelve a hacer aparicion para esta vez presentarse. Es el presidente de la empresa. Nos pregunta tres veces si somos farmaceuticos, y ninguno de los tres "no" le convence lo suficiente.

De pronto, como planeado, aparecen cuatro mujeres de cuatro pasillos distintos y vienen para el hall. Se quedan paradas detras mio, hablando en corro, y cuando me fijo en mi grupo de charla veo que el senhor mayor entranhable ha acentuado su sonrisa mientras mira el culo de una de ellas. Mientras el otro habla de colirios, el mayor le interrumpe:
- Fulanita, saluda a nuestros visitantes farmaceuticos, no se vayan a quedar con las ganas. -Toma ya! La senhora, sin ruborizarse mucho, nos dice que "Bonjour" y sigue a lo suyo.

Nos llevan a comer, "a un sitio del centro con comida tipica de aqui". Alli, y siguiendo normas de cortesia aunque sea mi primera comida de empresa, entiendo que el joven comercial, el unico de la empresa que nos acompanha, es el que va a pagar la comida, con lo que decido que hoy no comere como una alimanha.

Mientras elegimos, él le pide al camarero un plato de embutidos de la region. La conversacion en estos momentos va sobre trafico y multas. A mi no me interesa y al bizco tampoco, que de cinco trozos de jamon (uno por cabeza, calculo yo) él va y se come cuatro, dejando lo blanquito en el plato que eso le da asco. Lo hace una pelotita, y lo pega en el plato del que picamos todos. El salchichon no le gusta, y solo se come dos.

Pedimos, y el de soriasis y Magnin quieren plato del dia, y el de marketing solomillo. Va el bizco y pide un entrante y no sé qué foie de canard con algo mas de segundo... A mi me faltan reflejos, y pido el plato del dia a ciegas. Este llega y de pronto me veo transportado a sexto de EGB, cuando un companhero mio decia: "ye que a mi, gustenme los bocadillos de lentejas. oh", pues tengo uno ante mi, y encima es cocina de disenho. se trata de lentejas entre dos tostadas de hojaldre. Veo el solomillo de al lado, y me entran ganas de llorar.

Ajeno a la conversacion durante la comida, vuelvo a escucharles para pedir postres. Son las 13:55 y hemos quedado a las dos para una reunion con otras personas de la empresa, asi que el de merketing habla primero y dice que no quiere nada. Magnin y yo pedimos un cafe para no dormirnos, y antes de que se marche el camarero, que inocentemente cree que nadie se va a pedir nada, el bizco le dice que espere, que el tomara tarta de manzana. El de soriasis sonrie aliviado, y se une pidiendo una mousse de chocolate.

Ya en la empresa y ya en la sala de reuniones, nos presentan a otros dos y comienza la charla. Empiezan ellos, y con un bonito power point nos explican como el tio de la venda en la oreja pertenece a una de las cinco familias mas ricas de La France!, gracias a las cuatro generaciones que llevan trabajando en la oftalmologia. Explican qué productos hacen, y en media hora han acabado.

Nos toca, Magnin lo sabe, y por eso contraataca.

Durante las dos horas siguientes, solo habla él. Durante las dos horas que van después, monopoliza la conversacion al 90%. Mortal. Los de la empresa evitan que se vean sus bostezos mordiendo los boligrafos, hasta que al final no lo resisten y le acaban bostezando en la cara a ver si sirve de algo; de nada.

Por mi parte, me han dejado una cafetera delante con ocho tazas, asi que me inflo a cafés durante las cuatro horas. Aun y asi, no soy capaz de aguantar la paliza de mi jefe, y mis esfuerzos por mantenerme despierto son increibles.

A todo esto, a media reunion Magnin hace una curiosa anotacion; el tio de la soriasis ha hecho un proyecto de cuarto anho llamado "medidas de la viscosidad del cerumen humano", espectacular. Resulta que a nadie le da por partirse de la risa, y yo no sé donde meterme...

A las siete de la tarde nos echan de la fabrica con escusas poco creibles, y todos al coche. No quiero escuchar mas a Magnin, que nos cuenta como ha triunfado con todo lujo de detalles, como si no lo hubieramos sufrido nosotros también. Consigo dormirme y solo despertarme para cenar en un area de servicio. A las once de la noche entraré por la puerta de casa y mas me vale escribir todo lo ocurrido hoy, que no quiero que se me olvide ninguna anecdota; asi podré hacer otro post, lo llamaré "La visita a la empresa".