viernes, octubre 17, 2008

Bartleby, el maestro

Me duele la espalda, el respaldo de la silla baila inestable y no es capaz de encontrar la postura correcta; mi espalda digo. Otro documento, otro pasar a limpio, otra base de datos, otro excel de cinco mil entradas... los papeles se entremezclan, el inventario del lunes aparece con los planos del martes y del miércoles... del miércoles no me queda nada; no sé dónde está el miércoles. Levanto la cabeza, dos docenas de mesas delante mío... una extensa retícula, todas iguales a distancias iguales como en la película del Apartamento pero en color, algo que le quita todo el romanticismo. En blanco y negro cualquiera luce más.

Es una oficina fácil de diseñar para el interiorista pero en la que resulta difícil distinguir si el que tiene puesto Radio Olé a tope es el tercero de la cuarta fila o el segundo de la tercera. Toma este informe, a ver si mañana lo tienes ya con el formato dado. Corre prisa.

También es difícil saber quién es el que pone sus altavoces a tope para reproducir los ruidos de pedos a eso de la una y media, cuando ya se ha cansado de trabajar. Por otro lado sí que tengo claro que los que más se ríen de los dichosos pedos son los de las filas tercera y cuarta. Todos los días el mismo ruido, y todos los días se ríen como si lo escucharan por primera vez. Tierno. ¿Dónde estabas el martes? De vacaciones. Me quedaban dos días y me los cogí la semana pasada. Mucho es eso, habla con Arturo y que te pase las hojas de ruta del 52, él te dirá cuáles tienes que modificar. Quién coño será Arturo. Levantas la cabeza y por un momento todos tienen cara de llamarse Arturo.

Sí que tengo claro, por otro lado, que la que está buena es la de la última fila en la esquina izquierda, aunque sólo sea por el tumulto que se arremolina a su alrededor todas las mañanas siendo el sitio más a desmano de todo lo demás, allí sólo ella está a mano; también se nota en que los de la penúltima fila tienen todos tortícolis de tanto volverse. También es fácil distinguir quienes son del Betis (los lunes entran cabizbajos) y quienes del Sevilla (sonríen mucho más). Los que trabajan de veras también destacan sobre el resto; normalmente están de reuniones o viniendo de acá para allá con agilidad, traeme tal documento, envíame aquella presentación de powerpoint, sube al directorio común esas tablas para que las mire. Mañana te digo qué hacer con ellas. La barba pica... quizás debiera afeitarme... no deja, ahora no... al fin y al cabo ya ha pasado todo el verano, el calor se ha ido para no volver hasta el junio siguiente y en el invierno siempre bien... mucho frío... y mucha pereza...

-¿Quieres ayudarme con algo?- venga va, tampoco puede ser tan malo- Toma aquí tienes.

Seis folios garabateados.

-Son los apuntes de la reunión de ayer, una pena que no pudieses venir, ¿me los puedes pasar a ordenador para hacer el acta?- y enarca las cejas, las sube y así le queda cara de ruego, le queda cara de por favor sin necesidad de decirlo, mira qué dócil.

- Sabes una cosa... creo que preferiría no hacerlo.

Una pena que sólo lo haya pensado, que no me haya atrevido realmente a pronunciar las palabras mágicas, podría inventar el abracadabra de la oficina, pero todavía no puedo, no me atrevo aún; tendré que aprender del bueno de Bartleby hasta conseguirlo.

Pausa para un café, y mejor lo tomamos rápido abajo donde máquina, en el rellano, que la última vez que me lo subí a la mesa empapé todo. Aún huele a torrefacto al abrir el cajón. Y nos tomamos el café en el rellano sin hablar mucho y tratando de no pensar en nada. El fin de semana, el tiempo, el sporting, ¿vas al cine? Últimamente poco (creo que quiere decir nada), llego cansado a casa y de lo último que tengo ganas es de ver cine. Otra vez la espalda vuelve a tirar... ¿otro café? Venga, pero rapidito que a las once hay reunión y antes tengo que acabar el post. ¿El post? No perdón, el informe quería decir. Maldito seas Bartleby.

3 comentarios:

CaesarHec dijo...

Si todos fueramos Bartleby la vida sería aún peor, pero ahahhh si Yo fuera él cuán feliz sería..... siempre podemos alcanzar una acuerdo de mínimos a lo "juego del prisionero" y establecer un sistema rotativo de Bartlebysmo, me pido primer!!! Como?? que empiece a hacer el diagrama?? "Preferiría no hacerlo"

Anónimo dijo...

mi reino por tu capacidad de escritura...

dr.alergia dijo...

el mejor sr.cocodrilo ha vuelto, larga vida al maillot amarillo de nuestro VB!