miércoles, enero 13, 2010

Mi 2009 musical

¿Repetir algo tres veces en sendos años implica tradición? Probablemente no. Probablemente no sea más que un acto de falta de imaginación, pero también podría ser la semilla de algo, un nuevo ritual que los reptiles podrán celebrar durante decenios, todos unidos en armonía y rodeados de misticismo, esforzándose en no perder ese respeto por las tradiciones de sus ancestros, hasta que la SGAE les haga pagar derechos. Aquí os dejo mi lista de discos anual.

Y este año vuelvo a cambiar el criterio. Desde que Christina Aguilera sacó un disco llamado Back to Basics, en el que se dedicó a hacer el mismo ridículo de siempre solo que con trompetas, uno tiende a usar la expresión “vuelta a los clásicos” con sumo cuidado. En el 2009 he seguido desconectado de la gran mayoría de novedades musicales que se han publicado, y he decidido no arriesgarme con los nuevos discos que iba escuchando. Algunos los he recuperado, pero la gran mayoría estaban ahí y yo no les había prestado atención. Por lo tanto este año la lista no pretende enseñaros nada que no conocierais, sino que más bien viene a refrendar lo que cualquier lista de los 100 imprescindibles, los 200 inolvidables, los 500 mejores o los 1001 que tienes que escuchar antes de morir os contaría.

Roxy Music – For your pleasure, 1973
El segundo álbum grabado por Roxy Music, y el último en el que participó Brian Eno. Destaca el Do the Strand que inspiró a ROGELIO a cometer actos extremos. Ya era hora de escuchar algo de Glam que no fuera Bowie; también escuché el Electric Warrior de T-Rex, pero en principio me quedo con éste.

George Gershwin – American in Paris / Rhapsody in Blue, 1924
Berto podrá decir más y con mayor juicio que yo, pero las composiciones de Gershwin, combinando la música clásica y el jazz, son uno de los mayores hitos de la música sinfónica en el s.XX. Al margen de que Gershwin sea uno de principales culpables de que las bandas sonoras de películas suenen hoy en día como lo hacen, el sólo de clarinete con el que arranca Rhapsody in Blue es inconfundible.

Bob Dylan – Highway 61 Revisited, 1965
El primer álbum de Dylan, grabado por completo con banda de rock (en el anterior, Bringing It All Back Home, una cara era folk). Arranca con Like a Rolling Stone, lo que ya justifica el disco, pero luego no cede ni un poquito. A mí siempre me ha costado ponerme a escuchar a Dylan en serio, no sé bien por qué, puede que sea por lo extenso de su discografía, pero este disco es, desde luego, de los que no me podía perder.

Joao Gilberto – Chega de Saudade, 1959
En 1958, Joao Gilberto grabó un tema de Vinicius de Moraes y Tom Jobim llamado Chega de Saudade. Ahí empezó la bossa nova, dicen. Este disco es algo así como el primer álbum de ese estilo de música tan agradable que puso a Brasil en el punto de mira musical de todo el mundo, y todavía no ha sido superado. Difícil lo tienen.

Wilco – Summer Teeth, 1999
El tercer disco de Wilco. Yo nunca había pasado del Yankee Hotel Foxtrot, así que este año me propuse escuchar qué habían hecho antes, y me encontré con esto. Vale, el A Ghost is Born es más completo, pero este disco lo firmaría cualquier banda que se precie. No perderse A shot in the arm.

Simon & Garfunkel – Bookends, 1968
Un disco que tiene Mrs. Robinson no puede estar mal. Corrijo. Un disco que tiene esa canción tiene que ser un discazo, aunque sea de Simon & Garfunkel. Por mucho que resulten un poco ñoños, y por mucho que los Beatles y los Beach Boys y Bob Dylan ya hubiesen hecho cosas parecidas antes, este disco no deja de ser una gozada.

Radiohead – In Rainbows, 2007
El más reciente de todos los discos. También el último de Radiohead hasta la fecha, y el que yo más he disfrutado. Este es otro grupo al que llegué tarde, y probablemente In Rainbows fue el primer disco que disfruté de ellos según salió, y no a tiempo pasado. Weird Fishes/Arpeggi es una canción para escuchar en Repeat1 sin miedo, pero el resto del disco en general, extremadamente cuidado, es de lo mejorcito que ha salido de las islas en este siglo XXI.

The Smiths – Meat is Murder, 1985
A la segunda escucha del disco que sacó este año Morrisey, el Years of Refusal, me dije a mí mismo: ¿qué coño hago escuchando a este tipo si todavía no he escuchado The Smiths a fondo? Y así llegué al Meat is Murder, y más tarde a esta versión de Radiohead del Headmaster Ritual, canción que abre el disco. La verdad que daría igual qué disco de los de Manchester elegir, cualquiera está a la altura de cualquier recomendación, pero yo elijo quedarme con este. O no.

Neil Young – Harvest, 1972
El mayor éxito de ventas del canadiense Young. Lo grabó tras haber reñido con Crosby, Stills y Nash y dejar el grupo (Crosby, Stills, Nash & Young). Se juntó con unos cuantos músicos de country, y grabó este discazo en Nashville. El vinilo está en mi casa, y no sé bien por qué, no lo escuché hasta este año. Obviamente, flipé.
Ahora tengo pendiente escarbar más en la discografía de este incombustible dinosaurio.

Leonard Cohen – Songs of Leonard Cohen, 1968
Y por fin, el tío al que más he escuchado este año con diferencia. Antes sólo conocía algunas canciones sueltas, las míticas, pero para prepararme bien el concierto que dio en Granada y del que ya hablé en su día en cierto sentido, me bajé sus primeros discos (Songs of, Songs from a room, Songs of love and hate y New skin for the old ceremony) además del I’m your man, excesivamente ochentero para mi gusto. De nuevo, podría haber elegido cualquier disco, pero Suzanne, So long, Marianne, The Stranger Song o Master Song bien justifican toda una carrera musical. Larga vida a los cantautores canadienses, oiga.

3 comentarios:

Morvader dijo...

Soy al único que piensa que Cohen de joven era igual que Dustin Hoffman en el graduado??

srcocodrilo dijo...

Jajaja... Pensé presentarlo como el Dustin Hoffman canadiense, pero al final se me olvidó. Parece que no eres el único, no.

dr.alergia dijo...

Oye Pablo, gafas de pasta ya, por favor! antes de que empieces a renegar de ellos con algo así como "yo ya volví a escuchar esto antes de que fueran famosos por segunda vez"

Y ya puestos a recuperar clásicos, recomendaría un par de Cat Stevens "Tea for the Tillerman" y "Teaser and the Firecat" y otro par de Stevie Wonder "Innervisions" y "Talking book".