domingo, julio 22, 2012

De moderno a quinqui solo hay un pasito



Este corto titulado "C'était un Rendez-vous" y dirigido por Claude Lelouch es, cuanto menos, impactante. Rodado en 1976, la historia es sencilla: un coche conduce por las calles de París, en algún momento de la madrugada, y no parece que nada le pueda parar. Se salta semáforos, toma carriles en dirección contraria y no respeta a ninguno de los otros usuarios de la vía con los que se cruza (coches, motos y peatones). No hay heridos, y la policía no llega a detenerlo. Apenas se escuchan un par de pitidos en toda la secuencia. Tras pasar por varios sitios icónicos de la capital francesa (Arco de Triunfo, Place de la Concorde, Louvre...), acaba subiendo a Montmatre donde, a los pies del Sacré Coeur, una mujer le espera. Se abrazan. Fin del corto.

Está rodado en un sólo plano (dura 9 minutos y pico porque era lo que daba el carrete de la película, 10 minutos) y, aunque pueda parecer que el sonido es real y simultáneo, en realidad sólo lo es el de las ruedas. El motor y los cambios de marchas, tan elocuentes, son de un Ferrari 275 GTB grabado aparte y montado, mientras que el coche empleado fue un Mercedes 450SEL 6.9. Para estos y otros detalles del corto no os lío más, aquí tenéis toda la info.

Al margen de los tecnicismos y leyendas que rodean el film (el director fue arrestado al estreno del mismo y liberado sin cargos al momento), no cabe duda de que las imágenes son muy potentes, sin efectos especiales (más allá del doblaje del motor del Ferrari) ni complicados planos. La simple sucesión de semáforos rojos hace que el cuerpo genere una buena cantidad de adrenalina, por mucho que uno esté sentado en la poltrona.

Pero me queda una duda. ¿Qué diferencia hay entre este corto y este otro vídeo?



El primero está enmarcado en el movimiento llamado "Cinéma vérité" que, cuestiones de fondo y forma aparte, y a nivel de barra de bar, todos podemos aceptar como de "cierto nivel intelectual". El segundo, por otro lado y siguiendo la misma línea superficial de análisis, entraría sin mucho esfuerzo dentro de la categoría de "quinqui de barrio, aunque con pasta".

¿Y eso por qué? ¿Dónde está la diferencia? ¿En que Lelouch fue el primero en hacer algo parecido, acaso sólo es una diferencia temporal? ¿Acaso la diferencia radica en que Lelouch tiene un discurso alrededor de "C'était un rendez-vous" que no existe para el segundo vídeo, donde lo único que se deducen son instintos primarios sin ninguna reflexión posterior? ¿No es todo eso una paja mental enorme, y Claude simplemente un buen vendedor, capaz de cometer la misma temeridad que un quinqui pero siendo capaz de vendérnosla como si fuera otra cosa?

O sea, que todo es mentira, que nada es verdad, y que todo discurso o expresión artística no esconden detrás más que un impulso primario, un deseo de poder, fuerza y sometimiento, sustituto del sexo pero nunca de igual magnitud. En otras palabras, una paja.

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