martes, septiembre 15, 2009

VIRTUA WARSZAWA; Sub Machine Washing

La vida está hecha de pequeñas cosas, que diría alguno. Pequeñas cosas buenas, sí, pero también pequeñas putadas. Y no tener lavadora en un piso en el que vas a pasar tres meses es una de estas. Aquí, además, no se estilan las laundrys, por este barrio no he visto ninguna. Así que después de unas pequeñas gestiones (lo que viene a ser un evidente eufemismo de dar la brasa) consigo que me dejen usar las lavadoras del hotel del centro. Es muy sencillo, sólo hay que conseguir una autorización del director del instituto, con ella tengo que pedirle una llave al guardia de seguridad (quien tiene un nivel inglés como avalon de portugués), bajar al sótano del centro, recorrer un pasillo estrecho y oscuro y abrir la puerta número 013. Despúes de todo esto, uno esperaría encontrar algo así como la sala de control del Sistema Antimisiles del Pacto de Varsovia, y no a la señora de la limpieza (que habla el mismo inglés que el guardia de seguridad) en bragas, como me pasó ayer, pero lo más normal es que encuentres una sala con tres lavadoras y unos cordeles para tender la ropa.

Esto de encontrar a gente en ropa interior empieza a ser una costumbre, como pasó con el Señor Misterioso, quien por cierto se llama Andrei, es del madrid, trabajó para Campofrío, y sólo sabe decir en español, y con un acento muy gracioso: "mucho trabajo, poco dinero". A mi me gusta seguir llamándole Señor Misterioso.

Al menos este hombre sabe una frase como dios manda, no como yo, que aún suelo confundir buenos días "dzhen dobri" con gracias "dzhen kuye" lo que genera en los polacos caras raras con bastante frecuencia. Tampoco ando muy fino con los números: el que mejor me sale es piench (5), así que de momento lo compro todo de cinco en cinco (cinco filetes, cinco tomates...) tendre que pulir eso un poco.

El tema gastronómico es otra cosa aparte, merece un post para él sólo. De momento sólo diré que, para hacerle la competencia a la cocina de Caesar, ya he completado la receta de Tortillòwa Patatdza. No quedó nada mal y fue degustada por mis compañeras de piso y amigos anexos (polaco y japonés). Supongo que les gustó, aunque ese mismo día me llevaron a un bar donde la costumbre local era, entre chupito y chupito de vodka, comerse un... arenque! No se si sería una venganza.


En el próximo episodio:
Ángel casi es aplastado por un numeroso grupo de adolescentes polacas histericas, con gran pesar para él.
Ángel es aplastado por el equipo nacional polaco de rugby, con gran pesar para él.
Se admiten apuestas.

(...muzika: The Maccabees - Young lions...)

3 comentarios:

mitrulk dijo...

esa tortillowska tiene buena pinta, aunque regado con un poco de zubrowka todo sabe mejor. Yo voto por las adolescentes. Cuidate Dr. Alergia!

srcocodrilo dijo...

Pero si no son adolescentes, te digo; que son putis.

Ten cuidado, dr. Alergia, no vaya a ser que en una de esas excursiones subterráneas, acabes llegando a unas duchas de gas, o a una central nuclear post-soviética, o cualquier otra cosa por el estilo.

Un abrazo y acumula queso hasta nuestra visita.

Caparina dijo...

Me parto con lo de la señora de la limpieza en bragas, jajajajaja... Si es que estás en racha... Adolescentes en bragas??? Hum... :) Muchísimos besos!!! seguiré tus andanzas, ya lo sabes :)