viernes, junio 12, 2009

La fuente de inspiración

Ah, la inspiración. Perseguida musa de los autores. Hecho #1: Fuente de inspiración tiene 882.000 entradas en Google, y las tres primeras son la mujer, la revolución comunera y Cuenca. Supongo que este ejemplo basta para demostrar que puede aparecer en cualquier sitio y puede ser inspirada por cualquier acontecimiento.

Hecho #2: Picasso decía algo así como que "la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando." Quizá esa sea una de las citas más famosas que sobre ella se han dicho, y muchos se han apoderado de ella tiempo después.

Yo no la buscaba, la fuente de inspiración digo. Pero la encontré. Ni trabajaba, ni pensaba en trabajar, ni pensaba en escribir un post ni nada por el estilo. Simplemente vagueaba, actividad que me interesa mucho últimamente y en la que he decidido centrarme una temporada y me topé con una imagen, ¡qué digo una imagen!, una instantánea que sé que esconde una historia formidable detrás. El problema es que no he dado con ella, con la historia digo. La inspiración me llamó a la puerta pero yo estaba dormido y la dejé pasar, así que os propongo que sigáis con el juego vosotros, a ver si os llama a la puerta cuando estéis despiertos. Os reto a que deis con el texto que ha de hacer de pie a la dichosa instantánea. Os dejo los míos, aunque como ya os he dicho, la musa inspiración no debe estar muy satisfecha con ellos, porque me sigue dando con el dedo en la espalda insistentemente, como protestando. Completad el post.

texto #1: La conversación.
Conductor: Te digo que es así. No creo en el determinismo. No hay nada determinado en el futuro, más allá de la muerte de cada uno, claro está.
Copiloto: No estoy de acuerdo. Hay cosas que sabemos que ocurrirán o no, cosas que vienen dadas en nuestra vida, sin margen al azar.
Conductor: Te digo que no ¿Como qué? Pon un ejemplo.
Copiloto: Pues por ejemplo, yo te puedo asegurar que al girar la curva no nos encontraremos con un avión.
Conductor: Bah, vaya tontería...

texto #2: El paciente.
Tras el accidente fue imposible. Ningún psiquiatra logró que Douglas McDonnell, superviviente del 11-S, abandonara la idea de que los aviones tenían algo personal contra él.

texto#3: La literatura.
El policía, animado por sus recientes lecturas de Corín Tellado, se sintió inspirado y escribió en el atestado: "El flechazo fue instantáneo, y los dos medios de transporte se fundieron en un beso; eterno."


Y se me olvidaba, la fuente:

No hay comentarios: