domingo, noviembre 05, 2006

Knowledge brings fear


Leyendo esta semana unos articulos del doctorado, volvio a mi mente el apellido Sokal. Alan Sokal es un famoso físico americano que hace 10 años dejo en ridiculo a buena parte de los sabiondillos postmodernos que pululaban por las américas. Las consecuencias de sus escritos (que se han dado en llamar el Affaire Sokal) alcanzaron incluso el viejo continente, y con especial virulencia ese gran país (ahora me luzco) que empieza por A. La polémica la hemos tenido nosotros mismos muchas veces, aunque expresada de distintas formas. En este caso Sokal trato de demostrar que la falta de rigor intelectual al expresar ideas, unida a un lenguaje críptico (presente sobre todo en ciertas areas), estaba adueñandose del panorama cultural de manera alarmante. Esta es una de las razones por las que odiamos a los mods (vale ya se que no tiene nada que ver pero tenia que decirlo).

El articulo original de Sokal se titula Transgressing the Boundaries: Towards a Transformative Hermeneutics of Quantum Gravity
Ya solo con el titulo mete miedo. "Argumenta" que la teoria cuantica tiene implicaciones politicas, que la realidad fisica es en el fondo una construccion social y linguística, o una de las mejores perlas,
"Asi como las feministas liberales se contentan habitualmente con unos objetivos minimos de igualdad legal y social para las mujeres, los matematicos liberales (e incluso algunos socialistas) a menudo se contentan con trabajar en el marco hegemonico de Zermelo-Fraenkel (que, de acuerdo con sus origenes liberales del siglo XIX, incorpora ya el axioma de la igualdad) acompañado solamente por el axioma de la eleccion."

No le busqueis el sentido porque no lo tiene. El articulo se publico en una revista importante (Social Text), y mas tarde el mismo Sokal publico un analisis del experimento aqui

Esto nos lleva a preguntarnos hasta donde llega la falta de rigor, dicho coloquialmente, el hablar por hablar en todo lo que nos rodea. Ahora llegamos a la parte que mas me gusta, la de los ejemplos, donde puedo tirar de Pedro J's world y de la red de escepticos.

Este tio reinterpreta la famosa ecuacion de Einstein como le sale de las pelotas, acojonante.

Otra perlita, la del doctor José Cabrera, psiquiatra forense, y posiblemente suspenso en física en el colegio, que últimamente se ha convertido en colaborador habitual de Cuarto Milenio
"El cerebro primitivo se ve afectado por las radiaciones magneticas que provienen de la Luna. Es la misma influencia que crea las mareas del mar Cantabrico". Bueno, dicho asi espero que sean solo las del cantabrico.

En fin, el viejo debate, puede alguien decir lo que le de la gana sin ningun fundamento ni rigor? (vamos pablo te estoy poniendo a huevo que hables de tu amigo Dan)

Para terminar este post-moderno (ahahaha), os dejo un enlace cientifico de verdad que explica claaaaramente (con videos, supongo que presentados por Troy McCebo) la teoria de las supercuerdas.

Vaaaale, este post no tiene sentido alguno asi que premio para los que llegasen al final (blog de kirai culos-tetas-coños)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

eheehehe¡¡ post-moderno, es lo más gracioso desde aquel niño que bebía agua con pintura.

Para hablar por hablar ya están los estudios. Invéntate una tontería, endulcórala y rellena 300 o 400 páginas sobre ello, dale aspecto de trabajo de investigación, y hasta puede que salga en los minutos basura del telediario, donde todo lo que se dice va a misa, y más si el presentador empieza la noticia diciendo "un estudio revela que...". Dios, como me gustaría que un día la noticia sea, "Un estudio revela que los que hacen estudios son gilipollas". Deseo esto más que una aspirante a Miss España la paz en el mundo, no, no, más que una aspirante a Miss España que Ansón le babée la entrepierna ¡¡eheehehe¡¡.

srcocodrilo dijo...

quien ye mi amigo Dan?? toi despistao, tantos enemigos y tan poca vida para acabar con todos...
Lo de Midvale Colegio para Superdotados convierte al Blog en algo respetable. Deberiamos dejar de decir pijadas y poner chistes de Gary Larson, y a correr...