Vuelvo a este abandonado blog, donde ya no quedan ni escritores ni lectores, pero que algun dia, cuando la humanidad se acabe y no quede rastro de nosotros, una nueva civilizacion vendra... joder que coñazo, me da pereza hasta el primer parrafo.
Poco que contar desde mi refugio alpino rodeado de estalactitas y estalagmitas, que no son lo mismo sino lo contrario, formadas por las gotas que llevo tirando durante ya casi seis meses. La semana pasada y por contaros algo, tuvo lugar en grenoble esto:
yo, como buen aficionado al genero, me acerqué y descubri a ese tal Toppi, el cual tengo que decir en mi defensa o detrimento, que no habia visto en mi vida. Resulta que el viejecito entrañable que se esconde tras unas enormes gafas de... pasta, ejem, dibuja que da vértigo, y os lo cuento de primera mano, porque hasta ahi se lo llevaron al pobre hombre para que firmara libros a legos como yo. Muy amable y sonriente, tomo entre sus manos de Gepeto mi tebeo, ironicamente dibujado por él, y lo completo añadiendo un dibujo que antes no estaba y ahora si. Me pregunto mi nombre, y cuando me véais por gijon podréis comprobar que no miento, que en la primera pagina tengo dibujado un hombre junto a un chacal en lo alto de una piedra sobre una llanura enorme... no escuchais San Juan de la Cruz de fondo? Mi nombre y el suyo al lado.
Poco mas ocurre ahora por aqui; los dias los paso dentro del laboratorio imaginando como debe ser la vida ahi afuera, y soñando con un mundo sin gotas ni españoles de erasmus, ni franceses en las aceras. Que si todo va como debe este es mi ultimo mes aqui, vamos. Y no es que no esté bien aqui, es que ya esta bien de estar aqui, que no es lo mismo.
El otro dia, tuve un pequenho percance con la bicicleta. Me dirigia feliz yo, botella de vino en mano y españoles a la zaga, hacia un bar que llamaremos... Biomanan (con todo lo que digan aqui, "Au vieux manoir" en francés suena igual), atravesando calles, aceras, columnas y farolas hasta que dejé de atraversarlas.
-A diez metros de distancia me parecia un paso entre dos bancos.
-A cinco metros de distancia me di cuenta de que no era un paso, era un bloque de hormigon entero. Su proposito lo desconozco.
-A tres metros me di cuenta de que el freno de la derecha no funcionaba.
-A dos metros me di cuenta de que en la mano izquierda, donde si tenia freno, tenia cogida una botella de vino.
-A un metro decidi que lo mejor era impactar de frente contra el obstaculo que se me oponia.
-Dos metros mas alla del bloque de hormigon apareci yo. La bicicleta quedo encima del bloque, pero yo logré pasar de largo, haciendo una voltereta en el aire siempre segun los testigos presenciales, yo no fui consciente de mi vuelo. Cai sobre la via del tranvia.
-A cincuenta metros habia un coche lleno de franceses asustados por mi salto, y no se fueron hasta que me levante y alcé el pulgar.
-La botella quedo rota en fragmentos muy pequeños, el vino se evaporo.
-La papelera contra la que mi cabeza debia estrellarse, quedo a cincuenta centimetros a la izquierda de mi vuelo.
-La bicicleta y mi pierna izquierda estan bien, pero las dos cojean.
la cancion de la semana ya la he puesto.
3 comentarios:
Saint John of the Crucifix lo oigo, pero mientras me descojonaba leyendo tus aventuras en slo-mo no podía quitarme esto de la cabeza:
Voyage Voyage
¿Y por qué? Para los desafortunados que no poseáis el Boom ¿11? con grandes éxitos como Ellegibo o una canción de Sergio Dalma, aclaro que traía una versión hipercastiza traducida como Vuela, vuela
El nombre del grupo, que por cierto era mexicano, no tenía desperdicio.
Y como esto empieza a parecerse a un mini-post y ya os he hecho reír y llorar sangre, paro.
Dios, por qué habré abierto esta caja de pandora... era el 8. Pablo, la próxima vez que te desesperes en un bar con música de mierda al que te obliguen a ir... piensa en este disco. Piensa en el joven Álvaro, no el adonis atlético que hoy conoces sino un joven trinchín más parecido a un kebab (el rollo carnoso giratorio) disfrutando de todas estas canciones... menos de la de Rosario, esa siempre estuvo en mi lista negra. Algún día caerá, como su madre.
Vaya hostiazo! vas a volver al taller autoservicio en "tu bici alpina derrapante"? (potopóm, potopóm...)
Hubo un verano en el que yo gasté la suela de un playero y la rueda delantera de mi bici apurando frenada, aunque no soy el único, el Dr. Alergia quema un par de botas a la semana bajando en Twingo por la cuesta de Cabueñes.
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