lunes, marzo 26, 2007

Salamanca ya no nos quiere

Viernes, 17:30h. A ritmo de de "Camino Moria" (himno oficial) preparamos los macutos, cojemos pan de lembas los curasanes y el zurrón y dejamos Gijón. Mitrulk, Uosdwis y yo mismo nos dirigimos a recoger a Fer, la cuarta alimaña en discordia en nuestro testosterónico viaje. No habíamos llegado a Oviedo y el himno oficial del viaje ya había sonado tres veces. Iba a ser un viaje largo.

Tras una breve parada en una de las áreas de descanso más acogedoras que he visto en mi vida (bosque oscuro, caseta de ladrillos cerrada, aullidos en la noche) llegamos a Charromanca, planeta Guarrakis: La Ciudad Amarilla, capital de la cultura.


Ingentes cantidades de curry nos dan la bienvenida a la humilde morada de Avalon, donde las psiquiatras y las belgas campan a sus anchas. A este respecto he de decir que el sr.Avalon no sólo no nos presentó a sus respectivas compañeras, sino que hizo lo posible por que nuestras enfermas lenguas no escupieran algún comentario que pudiera comprometer su frágil estado de buena convivencia. Es decir, que nos escondió a las chicas. Sólo el tiempo determinará si obró con prudencia o si sus esfuerzos fueron baldíos. Quizá no ayudase el que una de ellas se levantase por la mañana y encontrase a 4 maromos babeando delante de unas fotos de Elsa Pataky. Evidentemente un honorable caballero como el abajo firmante no se encontraba en tan bizarra escena. Insto a los protagonistas de tal evento a que aporten más detalles al respecto.

Viernes por la noche. Afortunadamente, contamos con la presencia de una verdadera habitante de la ciudad, mi prima Isa, a la que denominare Isa1 para evitar futuras confusiones. El profundo desconocimiento de Avalon acerca de cualquier tipo de establecimiento y/o monumento salmantino, hace que sospechemos seriamente si nuestro amigo vive allí realmente o si todo es una tapadera para un clandestino negocio turco-belga de contrabando de especias. Todavía por esclarecer.


Afortunadamente, unas buenas pintas de Guiness hacen que nos olvidemos de estas estupideces y nos concentremos en un hecho que salta a la vista: la increíble concentración de especímenes de género femenino de notable calidad fisionómica, pero de baja receptividad para con nuestro material genético. Por lo demás como en casa. Cambiemos el Soho por el Country y el añorado Varsovia por el Potemkin y nadie notaría la diferencia. Este último bar, todo hay que decirlo, resultó un poco engañoso, pues al igual que ocurre con los bollos preñaos de estos lares, promete mucho, pero al final da poco. En otras palabras: "Ye too pan" (slogan oficial del viaje). Uosdwis y yo podemos dar fe de ello.


Gracias a la hospitalidad de mis primas Isa y Cris, duermo en una cama como un señor. Aunque de camino a casa las ecuaciones fallaban (2 primas + 1 amiga + 1 primo) / 3 camas = 0,75 camas por persona. Un oportuno colchón en el suelo puso a cada uno en su sitio. Me levanto a eso de las 2 y compruebo que mi hígado ha hecho bien el trabajo. Ni rastro de resaca. Casi puedo oir en el viento la alarma de "todo va como dios manda".

La tarde pasa rápida. Astronauta, rana, huerto con poeta yonki, rocódromo, calle y puente. Lo típico. Un buen zumo de mango de toro rosso ayudó a limpiar la grasa pizzera de la comida. Mención aparte merece nuestra alimentación duarante el fin de semana. Una alimentación rica y variada: Triglicéridos, grasas saturadas, esfingolípidos, diglicéridos, grasas insaturadas, omega 3, colesterol, omega 6, fosfolípidos y monoglicéridos. No nos faltó de nada.

De noche nos encontramos con Isa2, de la que lamento no tener registros fotográficos. Un intento por ingerir alimentos saludables casi acaba en cangurofagia, así que todo esfuerzo por mi parte resulta inutil. A riesgo de que nos den koala por canguro optamos por un clásico: vinos y tapas. El resto de la noche transcurre sin novedad por bares similares a los mencionados. Nuevos planes, idénticas estrategias. De vuelta a casa me toca compartir colchoneta con Fer. Qué raro. Sin ser mi plan ideal de cómo pasar la noche, me consuela que el efecto belcro barba-con-barba desapareciera gracias a mi semiapurado afeitado.

Domingo por la mañana. Día de partida, y para celebrar la despedida nada mejor que una saludable comida compuesta por una parrillada doble de carne para 5 personas y un poco de ensalada para disimular. Fiel a mi espíritu y mi fama, trapiño toda la comida que soy capaz, trascendiendo toda limitación espacial de mi primitivo y unidireccional sistema digestivo. Cuando di cuenta del último trozo que flotaba en la bandeja, hubiera dado mi vida por un chupito de KH7.

La hora de salir se acerca. Uosdwis no perdona su momento "alcohol-bran" y a punto estamos todos de fenecer bajo los efectos de una nube tóxica que deja el piso de Avalon en estado de alarma nivel naranja. Mientras tanto, nos estrujamos el coco para cuadrar las cuentas con el dinero. ¿Quién pagó las cervezas, pizzas, gasolina, peajes...? Decidimos engañar a Avalon y darnos dinero unos a otros de manera aleatoria hasta que todos consigamos tener un múltiplo exacto de pi euros. A las 17:30 emprendemos la marcha. "Camino Moria" retumba en los altavoces del volkswagen de Mitrulk. Va a ser un viaje largo...

(...Canción de la semana: Air - Once upon a time...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo mostrar mi envidia por este viaje (ya me conoceis, me gustar meter las narices en todo) y comentar mi interes de apuntarme a cualquier otra incursion a partir de junio.

Álvaro dijo...

Os aviso que, por nueva directiva comunitaria, en cualquier futuro viaje se obligará a los participantes a presentar un análisis clínico detallado y a usar únicamente prendas hipoalergénicas. Además se les afeitará, exfoliará, duchará con hipoclorito sódico y se les castrará. Eso suponiendo que no me muera antes de la gripe que me pasasteis, cabrones. Que sepáis que sois toos pan, y del que tiene moho verde