jueves, julio 28, 2011

CARACAS, AÑO 444, MES 0

La casualidad ha propiciado la coincidencia de estas dos efemérides: año 444 del nacimiento de la ciudad de Caracas, mes 0 de mi vida en ella. Coincidencia en la que por supuesto nadie a parte de mí ha caído y que sólo yo, protagonista de uno de los sucesos, podría poner en plano de igualdad, pero si os paráis a pensarlo es un gesto de generosidad por mi parte... quiero empezar con buen pie.

La cuestión es que llevo tres semanas en la ciudad y es momento de preguntarme si ya estoy adaptado. Evidentemente me queda todo por descubrir, pero no se trata tanto de evaluar mis conocimientos sobre el país sino de valorar mi grado de adaptación al medio. A nivel logístico las cosas no fueron complicadas, llegué con trabajo y casa así que el resto son pequeños ajustes que voy solventando a buen ritmo. El apartamento está bien, y vivo sólo por primera vez en mi vida, para algunos una pesadilla, para mí la quintaesencia de la felicidad. El trabajo es interesante en lo relativo a los análisis políticos del país, el diseño de estrategias y la elaboración de acciones en consonancia con los dos pasos previos. En cambio, la implementación de las acciones resulta un tanto mecánica y tediosa. Pero el equipo de trabajo en la oficina es fantástico, y en ese sentido soy afortunado. Luego está el tema del dinero, un tabú público, todos lo saben, todos lo utilizan, pero que no te pillen hablando de ello, y menos en el ejercicio de tu trabajo, de forma que las instrucciones que recibí a este respecto antes de llegar no fueron muchas. Si tenía un cabo suelto al llegar al país ese era el del cambio de divisas. Hace unos años el valor del Bolívar comenzó a bajar de forma extraordinaria, a lo que el Comandante respondió quitándole tres ceros al Bolívar en su cambio por dólares, y pasando a llamarlo Bolívar Fuerte. Así de fácil. Ahhh si los griegos pudieran hacer lo mismo... Esta medida fue acompañada de un férreo sistema de control cambio, vamos que aquí no puedes ir al banco y decirle cámbieme estos bolívares por dólares o euros”, de haber sido así los Venezolanos hubieran multiplicado por mil su capacidad económica, pero los bancos les hubieran dicho “va a cambiarte perres quien yo te diga, oyisti”, así, con acento de Noreña. Aunque hubiera estado bien que por una vez ganaran los ciudadanos, cuenta el historiador inglés Eric Hobsbawm en su libro “Age of Extremes: the short twentieth century, 1914-1991que la inflación de entreguerras hizo que su padre se gastara el total de su jubilación tras toda una viuda trabajando en un café. Con Hobsbawn un amigo y yo iniciamos una curiosa tradición en la universidad, buscábamos un autor de referencia e interveníamos en clase cambiando el acento o la pronunciación de su apellido de forma exagerada, luego nos dedicábamos a ver cuantos prubinos se pasaban el año repitiendo la paletada. A veces creo que Pablo hace lo mismo con los pilotos de Fórmula 1. Pero me estoy yendo por las ramas, aunque parece lógico si como dice mi amigo Ale tengo la cabeza con forma de rama, que es la única explicación posible para entender la de paxiarinos que se posan en ella. Paxiarinos no, Ale, le dijo siempre, Accipiter gentilis, ya sabéis como los llamamos en Asturias. El caso, si cambias euros en un banco o pagas con tarjeta de crédito, esta ciudad es tan cara como Tokio o Moscú, un desfase. Afortunadamente existe el cambio paralelo, en el que multiplicas por dos el valor de tu moneda. ¿Pero quién es tan tonto como para darte bolívares a la mitad de su valor oficial? Gente que tiene cuentas en el exterior y necesita euros o dólares, porque como he dicho, aquí no puedes comprar las divisas extranjeras que quieras, ni mucho menos. Aún así, Caracas dista mucho de ser una ciudad barata.

Conocer y manejar los mecanismos de cambio era una cuestión fundamental, pero nada tiene que ver con estar instalado en una nueva ciudad. Yo, para sentirme en casa, necesito tener una rutina. Y en mi caso tener una rutina se limita a dos sencillas actividades: leer y hacer deporte. Una hora al día para leer, una hora al día para hacer deporte, no necesito más para ser feliz, con eso puedo llamar “hogar” a cualquier sitio. Al día siguiente de llegar ya estaba corriendo por el parque del este, epicentro de mi actividad deportiva durante la semana. A los ocho días de llegar corrí mi primera carrera, 10km, 43:54, entre 60 y 75 segundos más de lo que esperaba, pero no está mal teniendo en cuanta que el recorrido no era nada llano y que hacía mucho calor. Y eso que la carrera empezó a las 7 de la mañana, pero ni con esas. Claro, a esas horas salí de casa sin dorsal y sin chip, bastante que me acordé de poner las bambas. Afortunadamente en este país dan la camiseta cuando recoges el dorsal y no al final de la prueba, menos mal porque todo el mundo sabe que los atletas amateur corremos única y exclusivamente por la camiseta conmemorativa y los favores sexuales que creemos esta nos va a granjear (mmm, corriste la san silvestre vallecana mmm poséeme...). Difícil pero no imposible, sin embargo en previsión de no cumplir tales expectativas, la organización premió a los participantes con el impagable aliento de las chicas “rexona” a un kilómetro de meta, a sus falditas cortas, a sus labios carnosos, a sus pompones rosas rasgando el aire les debo un último kilómetro a cuatro minutos. Hay tanto que aprender de este país. Y por si fuera poco, en la meta nos esperaban las chicas “Dove”, con sus camillas y sus cremas dispuestas a masajearnos como si no hubiera mañana. En serio, tanto que aprender. Dentro de 10 días tengo una carrera de montaña por el Ávila, 12km partiendo de una cota de 1000m y acabando a 2100m, va, un desnivel acumulado curiosín. Creo que puedo decir que ya he conseguido incorporar el deporte a mi día a día. Con la literatura me costó más, me pasé casi dos semanas si leer una página, pero desde el pasado fin de semana he cambiado la tendencia. A ello ha contribuido conocer a Rodrigo Blanco Calderón, joven promesa de las letras venezolanas y profesor de teoría de la literatura en la universidad central de Caracas, me he comprado uno de sus libros de relatos y en septiembre me incorporaré a algún curso de la facultad. La lectura de “Las rayas” me ayudó a recuperar el ritmo y ya he logrado un espacio diario para literatura, lugar que ya han ocupado Herta Müller y Tabarovsky, Massiani espera su turno. Por tanto, también he encajado esta pieza.

En resumen, ya no sólo vivo en Caracas, ahora resulta que también es mi casa.... hay que joderse.

¿Y las mamellas? Bien gracias.

sábado, julio 23, 2011

Calorama

Abro los ojos. Tardo un instante en darme cuenta de que estoy despierto, justo cuando mi sistema nervioso se reactiva y siento toda mi espalda húmeda. Un calor sofocante invade la atmósfera y parece como si hubiera menos oxígeno de lo normal en el aire. Giro la cabeza a un lado, y tengo que pulsar un botón para ver que el reloj de la mesita marca las 2:04. –giro la cabeza al otro lado y adivino un bulto oscuro que yace a mi lado y respira profunda y pausadamente. Por detrás, la puerta que da al balcón está abierta. Y más allá, se oye llorar a un bebé.


Me vuelvo a despertar, el sueño ha sido ligero y no he conseguido dormir mucho. Miro el reloj de nuevo y esta vez marca 3:14. “Pi”, pienso, y cambio de postura para ponerme de costado ya que mi espalda está totalmente empapada. A mis oídos vuelve a llegar el llanto del bebé pero queda eclipsado por unas risas estruendosas, que intuyo son las que me han despertado esta vez. Las risas duran unos minutos más, vienen de uno de los pisos del otro lado del patio pero desde la cama no alcanzo a ver cuál es. Sólo calman cuando una voz de mujer suena en todo el patio:

- Silencio, respetad a los vecinos.

Las risas cesan, y una voz indignada las sustituye:

- Vamos, ¡estaría bueno que me manden callar en mi propia casa! –y las risas se renuevan. Al parecer hay un personaje en la televisión que es muy gracioso, o patético, o ambas cosas a la vez. Pero la voz misteriosa vuelve al ataque:

- Si no os calláis, ateneos a las consecuencias –y por fin puedo volver a cerrar los ojos.


El bulto que duerme plácidamente a mi lado sigue imperturbable, sumido en un sueño que se me antoja inalcanzable. “Sueño con un sueño.” Los llantos de bebé parecen haberme vuelto a despertar, pero esta vez los acompaña una voz de hombre:

- ¡No puedo más! ¿Me entiendes? ¡Ya no lo puedo soportar! –y mientras el bebé sigue llorando de fondo, transcurre el tiempo suficiente para que una voz inaudible responda, hasta que el hombre responde:

- ¡Te digo que no lo aguanto más! O los callas tú o no sé qué hacer…

Por fin decido levantarme de la cama, me quedo sentado unos segundos, me doy cuenta de que tengo que respirar hondo para poder sentir aire en mis pulmones. No sé qué temperatura puede haber, pero la suficiente para no poder dormir, salvo para el bulto, que no se queja, y que se sigue meciendo con su suave respirar.

Camino hasta la cocina, cojo un vaso, abro el grifo y dejo correr el agua. Dejo que pasen unos segundos, lleno el vaso y al beber tengo que escupir el agua, debo haberme equivocado porque está caliente. Vacío el vaso, abro el otro grifo y dejo que vuelva a correr el agua, pero no tarda en asomar el vapor de agua. Parece que sólo tenemos agua caliente. Me asomo al balcón y observo todos los pisos del vecindario. Todos tienen las luces apagadas y las ventas abiertas, todos esperan que entre algo de brisa por sus ventanas, pero todo lo que conseguimos son amenazas y llantos y risas y calor. Una noche así no parece real, y que el cielo en lugar de negro sea naranja no ayuda a cambiar de opinión.

Me salgo del balcón y me dirijo al cajón de las medicinas, a ver si encuentro algo que me pueda ayudar a descansar, pero no hay suerte. Omeprazol, paracetamol, sintron, aero-red, antibióticos, dylar, gasas, metamizol (caducado), un envase sin etiqueta pero lleno de pastillas blancas, caramelos de menta, espididol (caducado), plantabén, aspirinas, cremas varias, aután (caducado) y por último, al fondo de todo el cajón, un bote de betadine abierto que ha impregnado medio cajón con una capa roja ahora ya seca y parece una grande y oscura mancha de sangre seca. “¿Quién guardaría sangre en un cajón?” Meto todas las medicinas de nuevo en el cajón salvo las caducadas, y me vuelvo a acostar. Antes de cerrar los ojos miro la hora: 5:34.


No me sorprende abrir los ojos de nuevo, pero sí que me extraño al ver la hora: las 4:42. Juraría que antes era más tarde, y es que la noche se me está haciendo eterna. Me giro, y en lugar del familiar bulto a mi lado duerme un gato persa, blanco intuyo a pesar de la reltiva oscuridad, hecho un ovillo y con expresión de felicidad. Respira profundamente. Mi oído se despereza entonces, y escucho nítidamente las risas de un bebé junto a las otras, las de antes, pero en lugar de reírse de alguien de la televisión parecen estar burlándose de un hombre mientras este se lamenta: “¡no lo soporto más! ¿Por qué os reís de mí?” Desde otro piso una voz avisa: “Atente a las consecuencias, te habíamos avisado.” Me compadezco del hombre y cierro los ojos.


Me despierto otra vez, ahora porque algo me golpea la cara. El bulto que dormía plácidamente a mi lado, ha resultado ser una mujer, posiblemente mi compañera. Se ha cambiado de posición y me ha atizado con la mano, aunque parece no haberlo hecho a propósito puesto que duerme, o eso parece. Miro el reloj y marca las 5:58, casi he conseguido superar la noche. Por primera vez, ningún ruido parece perturbar la tranquilidad, así que una vez el bulto ha vuelto a encontrar la quietud, yo vuelvo a cerrar los ojos; y espero que sea la última.


Y de nuevo: vuelvo a despertarme. Miro la hora pero no sé cuál es, ya que el reloj tan solo dice ER:RO. Trato de cerrar los ojos, me cambio de posición, doy vueltas en la cama sobre mí mismo y no consigo conciliar el sueño, parece que mi cuerpo ya ha alcanzado el amanecer. Resignado, me levanto de la cama dejando atrás al bulto, que sigue disfrutando de un reposo que se me antoja inalcanzable; me dirijo a la entrada del piso y cojo unas llaves y la cajetilla. Subo las escaleras un par de pisos, abro la puerta y salgo a la azotea. Ante mí y bajo el cielo anaranjado se presenta toda la ciudad. El horizonte vibra y se derrite por culpa del calor. Saco un cigarrillo y este se enciende al contacto con el aire, le doy un par de caladas e inspiro profundamente. Miro a mi alrededor y la ciudad, al contrario que yo, parece dormir profundamente, como el bulto. Busco el sol hacia el este, pero todavía no ha salido. Tampoco se insinúa su aura y sin embargo, un neón rojo que jamás había visto brilla con intensidad a unas pocas manzanas en esa misma dirección. Se diría que él sólo es el culpable del color del cielo, de la temperatura y de mi falta de sueño. Una gran estufa, una sola palabra que lo enciende todo: CALORAMA.

lunes, julio 18, 2011

Una de Fourteneers

- Aquí es muy típico hacer Fourteneers, igual podíamos hacer alguno.*
- Alguno?! Tu yes margarito o que? Cagonmimaquina, esos hágolos yo de dos en dos.*

*traducido del inglés

Pues con esta conversación empieza la historia que os quiero contar hoy. Cada lugar de la tierra tiene sus cosas mas típicas, sus símbolos oficiales u oficiosos. La cuesta del cholo en gijón, la puerta del sol o el oso y el madroño en la capital, las ratas neoyorquinas, los rednecks en Texas, los atletas de élite en Boulder, y en Colorado tenemos los Fourteneers. Según mis cálculos, 14000 pies equivalen a unos 4200 metros, con lo que estamos hablando de montañas serias, en las que normalmente sigue habiendo nieve en verano, y a las que se llega tras ascender una media de 1000 metros de desnivel (salvo 2 a los que se puede ir en coche, Pablo conoce al menos uno). Hay algo mas de 50 en todo el estado, y la gente de Boulder y alrededores, en vez de irse a tomar unas cañas el viernes y dormitar la mañana del sábado pues se levanta a las 3 de la mañana y se va al monte. ¿Y por qué tan pronto?, os preguntaréis con razón. Pues porque en verano hay altas probabilidades de que aparezcan tormentas repentinas, cosa que no es muy agradable cuando estás por encima de la línea de los árboles.

Y como donde fueres haz lo que vieres, pues entre el sábado pasado y ayer hemos hecho 4 fourteneers. Con truco, eso sí: las dos rutas que hicimos incluían dos picos cada una. Mínimo esfuerzo, máximo rendimiento. O no.

Día 1: Grays-Torreys

El día comienza con el despertador sonando a las 4 de la mañana. Desayuno fuerte, nada de mariconadas, que nos espera un día largo. Nos juntamos a las 4:45, 8 valientes y valientas que diría la exministra, y partimos hacía el Front Range, los montes más cercanos. El grupo, 4 chicas y 3 chicos (algunas cosas van a mejor en este país) es heterogéneo: hay representación Americana, Española, Alemana, Vietnamita, Pakistaní y Rusa, que recuerde.

Como vale más una imagen que mil palabras, pues aquí tenéis: vistas del camino hacia la primera cumbre, ya cerca.



un ejemplo de las vistas desde la cima de Greys, la primera cima, mirando hacia Torreys, la segunda.


Y viceversa una vez llegados a Torreys:

Un gañán en la nieve

y una foto de grupo pa que veáis que no me inventé lo de las 4 chicas


Y diréis, buah, menuda mierda que nos estás vendiendo, esto hazlo mi primu tos los díes en Asturies. Y yo os contesto primero que os calléis la puta boca y me dejéis contar la historia, y lo segundo que esti ye el único sitio del mundo en el que cuando vas subiendo a 3900 metros con la lengua fuera y sin respiración, te pasa un tipo corriendo. Así esta el tema.


Aquí podéis ver el resumen del día:


Día 2: Bierstadt-Evans

Bueno, el otro día hicimos una rutita de nada, 12 kilómetros, 5 horitas, Clase 1 y casi sin Exposure. Ahora vamos a hacer una un poquito más seria. Clase 3 y exposure 3:

Moderate exposure along the immediate route. It should be avoidable with some slow hiking or scrambling.

Mmm scrambling, que significará eso exactamente para estos tipos. Pues nada, salimos prontito, esta vez un grupo de 13 personas, y a las 6:30 estamos caminando con un paisaje mucho menos rocoso y más bonito que el del otro día.


y foto del numeroso grupo


Bierstadt es fácil, y hacemos cima algo cansados pero nada más que tardamos hora y media.


Y empieza lo divertido. De los 13, 9 decidimos seguir adelante. Hay que cruzar una cadena de picos más pequeños que unen la cima de Bierstadt con el camino que lleva a Mt. Evans, el segundo objetivo. Esa unión se denomina Sawtooth, por razones obvias, y es la que le da la dificultad a toda la ruta. Aquí tenéis una vista del Sawtooth desde la cima de Bierstadt antes de empezar a bajar.


Nunca me había visto en una de estas, y es difícil de describir: hay que trepar constantemente entre rocas, no hay nada que se parezca a un camino. Ya no es andar. Hay que poner mil ojos, donde pongo el pié, resbala esto, siempre con las manos apoyadas, esta opción a dónde me lleva, luego lo voy a tener más difícil si voy por aquí. Para neófitos como yo, una odisea que requiere concentración, mucho esfuerzo físico y el corazón a 150 pulsaciones. Tardamos una hora en avanzar muy poca distancia. Y llegamos a la parte final del Sawtooth: aquí ya no tengo fotos porque la verdad estaba preocupado de otras cosas, así que os pongo una foto de la página web donde recomiendan cómo hay que subir.


Eso en mi pueblo ye escalar sin cuerda. Vale, un 5 muy bajo, pero escalar. Y sin cuerda. Pero los oriundos suben que se las pelan, pues yo también, que no se diga. Duro y asusta, pero mentiría si dijera que no lo pasé teta. Tras esta escalada, llegamos a la parte de la ruta que da al Este: muy inclinada y expuesta, en la que un mal paso te lleva al precipicio. Es raro dar un mal paso, pienso, y me olvido de la mujer que murió aquí hace 3 semanas. Qué coño, voy con uno de Colorado que va en vaqueros y converse, y trepa por las piedras como si su padre fuese una cabra montesa. En fin.

Aquí tenéis una foto de cómo se ve desde arriba, justo al terminar. Se aprecia una parte del "camino" al borde del precipicio.


El corazón a 200, adrenalina a tope y la sensación de superación y euforia que te invade. Merece la pena. Aunque siempre, siempre con mucho cuidado y atención, no es cosa de broma.

Y eso fueron las 5 primeras horas. Luego llegamos hasta la cima de Evans, la altura empieza a hacer mella en mi, me duele la cabeza, los hombros de llevar la mochila y empiezo a estar hasta los cojones de los hikings, las rocas y la madre que parió a Colorado. Eso hacen un total de unas 7 horas. Y ya no tengo más fotos, porque no me apetecía sacar el móvil. A las 8 horas y 45 se me acaba la batería, tras bajar por un gully lleno de guijarros y bastante peligroso por cierto, en parte debido al cansancio y la falta de atención.

Y las últimas 2 horas las pasamos caminando por un sitio en el que debía haber un trail, pero en su lugar hay una ciénaga inmunda llena de barro y mosquitos de la que tengo recuerdos borrosos y que recorrí cagándome en todo lo que se me ocurrió más o menos a taco por minuto. En inglés solo era a suspirar y decir Fuck. Bendita riqueza del castellano.

Llegamos al coche 11 horas después de haber salido, y yo ya habiendo superado ese límite a partir del cual el cuerpo entra en automático y simplemente es capaz de seguir y seguir hasta que sea necesario.


Un día un poco largo, la verdad, pero increíble la experiencia del Sawtooth, la sensación de proeza y la felicidad. Un día largo, pero excepcional y estupendo. Salvo por lo de la ciénaga inmunda.

Ahora nos espera Longs Peak, espero que solo sea un nombre...

martes, julio 12, 2011

V

Suena la cabecera y uno ya intuye dónde se mete… en los ochenta. Pero mejor aún: ¡en los ochenta con naves espaciales! Ese uuuuhhhh… de las naves de los visitantes marcó un antes y un después en los sonidos de los medios de transporte.



La premisa es conocida, y resulta prácticamente imposible reventar el argumento: Por fin unos extraterrestres llegan a la tierra en unos inmensos ovnis en son de paz, o al menos eso dicen estos seres antropomorfos, semejantes a nosotros, y que simplemente parecen humanos del mañana. Pero la realidad es mucho más dura, y la metáfora muy simple: bajo la piel, los visitantes esconden su verdadera apariencia. Son lagartos que comen cobayas, hámsters y lo que se tercie.

Unos pocos humanos descubren sus verdaderas intenciones, puesto que no vienen en son de paz, no. Vienen porque en su planeta no hay comida: vienen a comernos a nosotros. Esos pocos humanos (en su mayoría científicos), lo tienen difícil, ya que la inmensa mayoría de la población humana los recibe con los brazos abiertos. Lo que yo os decía: la masa es idiota. Así, estos pocos rebeldes forman la resistencia ante la invasión de estos seres que no cuentan toda la verdad… y ya tenemos argumento para una serie. Hasta aquí todo va bien.

Luego los visitantes deciden atacar a los incómodos rebeldes a base de enfrentarlos al resto de los humanos a grito de “¡son científicos! ¡Son malvados! ¡Quieren sus inventos sólo para ellos!” y la gente se lo cree. A partir de este punto en tu vida, da igual que seas biólogo, paleontólogo o MIR, como lleves bata blanca la has cagao, eres científico y vamos a por ti. Resultado: todos los rebeldes se van a la clandestinidad, y los científicos roban microscopios. Y todavía estoy entretenido.

Primero se editó una miniserie de dos capítulos y luego otra de tres llamada “La Batalla Final”, y aquí están los mejores momentos de la serie. Los rebeldes practican una guerra de guerrillas frente a los visitantes y a los humanos que se alían con ellos, mientras la estética pseudo-nazi de los lagartos lo invade todo: tienen uniformes guays, y eso siempre está bien. El bien lucha contra el mal por el bien de todos y a pesar de todos: la historia no es nueva y tampoco hace falta; la serie se ve bien a pesar de Donovan, el héroe con los pantalones más apretados de la escena del cine y que te deja inconsciente con una mera colleja, y Julie, la guapa heroína, que tiene una cara de monja arrebatadora. Ni cuando la besan parece motivada la chica.



Muy lejos, al otro extremo del libidómetro, está Diana (“Dayana”). Una de las malas más míticas de la tele cargada de laca hasta los dientes, esta mujer-lagarto, medio mantis, se pasa por la piedra a medio ejército visitante. Eso sí, todo el que yace con la jefa, acaba muriendo; mal negocio. Ella sola le pone gracia a la serie, pasando de ser científica, a militar, hasta que acaba por hacerse con todo el cotarro. Bien por ella. Además, nunca la matan y sus planes tienden a fracasar justo cuando está a punto de conseguirlo. Hasta me conmueve.

A la laca y a los paquetes hay que sumarle otro problema: la falta de ideas. Los guiones empiezan a languidecer, hasta el punto de que un intrigante cruce entre una humana y un visitante se convierte en “la niña de las estrellas”, una niña con poderes mágicos, que a las dos horas de aparecer ya es adulta; requisitos del guión y ventajas de ser medio-algo. Total, que entre las idas y venidas de los buenos, se equivocan y Dayana les secuestra a la niña. Esta, se pasa un capítulo entero diciendo “pritinama” o “pretinama” y cuando nos enteramos de lo que significa ya es demasiado tarde; la niña está diciemdo “paz”. Y esto empieza a oler mal.

Acaba la segunda miniserie con todos los visitantes muertos gracias a unas esporas que hemos descubierto que les matan, “el polvo rojo”, y para entonces los malos ya se han revelado como lo malos que son y no nos importa echarlos del planeta. Dayana, como no, sobrevive.



Ahora, cuando esto está terminando, coge la mala una nave chiquitita, vuela hasta la cara oculta de la luna, y allí ocho naves todo grandes nos esperan, dando lugar a una nueva temporada de 19 capítulos de cuarenta minutos, cada cual más soso. Ya sabemos qué son los visitantes, así que ejercen una represión sin ton ni son. La resistencia, por su parte, desbarata a plan por capítulo los planes de los extraterrestres con una facilidad pasmosa. Donovan reparte puñetazos mientras Dayana reparte miradas de rencor a propios y extraños, ¿el momento estelar? Cuando un actor cuyo personaje había muerto quince capítulos atrás, reaparece al grito de “soy Philip, el hermano gemelo de Martin, y he venido a vengar su muerte”. Fantástico, tiene un cierto aire shakespeariano.

Créditos finales, sabor agridulce y la sensación de que las miniseries bastaban para pasar un buen rato y quedarse grabadas en el imaginario popular, y sin embargo no puedo dejar de pensar en otra versión más nuestra

miércoles, junio 22, 2011

Es la moda en la Galaxia

Lo hacen los padres...



... lo hacen los hijos...


 

... y los padres hasta repiten.



¡Ya sólo quedas tú!

¡Apúntate a la moda y que te cambien un brazo!

viernes, junio 17, 2011

19-J, toca salir a la calle

Hay muchas razones para salir a la calle el 19-J:

- Protestar en contra del pacto del euro (más extenso, aquí).
- Reivindicar una marcha atrás en los recortes en sanidad y educación que se están firmando en algunos puntos del país.
- Exigir una revisión del sistema financiero, incluidos FMI, BCE y agencias de rating (Standard & Poors, Moody's).
- Imponerse contra la impunidad de la corrupción generalizada y consentida en las urnas.
- Porque en Islandia demostraron que salir a la calle no es inútil; es más, probablemente sea la única manera de mover algo.
- Para que no conviertan Europa en una nueva China, sino al revés.
- Porque no podemos permitir que se pierda la inercia conseguida por este movimiento.
- Para demostrar que los movimientos de protesta no son violentos, y que esto simplemente se usa como argumento para desacreditar todo lo anterior.


 Coged la queráis.

miércoles, junio 15, 2011

My hero

Hay trabajos de riesgo, y luego hay gente que es capaz de poner en riesgo cualquier trabajo...















Haz clic en la imagen, porque esto se merece un LOL bien grande.

miércoles, junio 08, 2011

Cambios en la estructura

Todo parecía ir bien; los dolores habían desaparecido, las noches las pasaba durmiendo del tirón y empezaban a quitarme los puntos.

Hasta que me hicieron la placa.

De primeras el cirujano no nos dijo nada, simplemente nos pidió repetirla. Nos acompañó hasta la sala de rayos X y verificó personalmente el trabajo de la enfermera. Media hora depués, mientras el cuarto doctor entraba en la consulta nosotros esperábamos fuera sin recibir información alguna. Tenía las pulsaciones a 150.

Finalmente todos los doctores se fueron y nos llamaron adentro. Al salir me miraban con espanto, pero no decían nada. El cirujano se secó el sudor de la frente, divagó, trató de explicarse con un vocabulario fuera de nuestro alcance, y volvió a secarse el sudor. Lo único que pude entender fue algo así como que un exceso de calcio debía haber producido aquellas malformaciones, pero que tenían que seguir investigando. Me citó para el día siguiente a primera hora, y me dio un sobre con la placa. Mañana tratará de explicarme qué signfica esto. A ver si consigo dormir hoy.

lunes, junio 06, 2011

VBRL3: The story so far

Llevamos ya casi un tercio de la VBRL3, la tercera edición de la liga fantástica de F1 más codiciada de la red, y las espadas están más en alto que nunca. La nueva normativa adoptada para este año está brindando un campeonato de lo más igualado en el que todavía no se adivina un líder claro, y es que el MOR-atp está condicionando los resultados más que DRS las carreras de la tele. Tanto es así, que La Organización está estudiando exportar este producto a otras competiciones, o incluso sacarlo a bolsa. Hay inversores más que interesados en un trofeo como la VBRL.

Pero vayamos a lo importante, al campeonato. La reciente reentrada de Bahrein en el calendario vuelve a extender el campeonato a 20 carreras, y parece que esta año la F1 nos tendrá sentados en el sofá hasta diciembre. Nunca antes un campeonato de F1 se había demorado tanto, y todavía está por ver que este lo haga, ya que los equipos están firmemente en contra de la medida. Una carrera más puede cambiar muchas estrategias en la VBRL.







La VBRL, por su parte, tiene a los cinco primeros equipos en un puñado de 20 puntos: esto es emoción y no Vettel pintando la cara del resto. En la tabla inferior, podéis consultar los resultados. Se destacan en gris las puntuaciones de cada carrera pre-MOR-atp, en amarillo las victorias y en rojo las sanciones.



Como podéis ver, el Grand Mächaka empezó tan fuerte como el año pasado, pero en la segunda tanda de tres carreras parece haberse venido un poco abajo, especialmente tras Mónaco, donde se le penalizó con un MOR-atp de 15 puntos nada menos.

El F1 Niki Lauda ha recogido el testigo del liderato, seguido de cerca por la flamante debutante Patri Glamour, que está sacando los colores al resto de rivales.

Por detrás La Alquitara Veloz sufre bajas puntuaciones y sanciones, pero como ha hecho dos tandas con alineaciones débiles, es seguro que puede empezar a apostar fuerte y sumar puntos alejada del fantasma de las sanciones. Además, cuenta con el MOR-through a su favor para el GP de Canadá. ¿Empezará allí a cambiar su suerte? ¿Qué dirá Cascos de todo esto?

miércoles, junio 01, 2011

La revolución: Instrucciones de uso

Pues aquí tenemos una breve bibliografía para jóvenes revolucionarios. A mí, que no soy revolucionario y que estoy dejando de ser joven, me sorprende encontrarme a Chesterton y a Orwell, y no tanto a Chomsky y a Moore. Pero eso sí, ya no están los Marx y los Mao y demás que fueron leídos y citados durante el Mayo del 68.
















Cuarenta años después, la revolución se ha vuelto menos política y más literaria.

¿Qué pensáis? ¿Habéis leído los libros? ¿Cuáles faltan a vuestro juicio?


Vía: http://www.juventudsinfuturo.net/

lunes, mayo 23, 2011

Necesita mejorar

Todos los cambios son para mejor, o al menos eso dicen, y no seré yo el que lo vaya a poner en duda.


Detectores de metales del mundo, ¡temblad!


Llega una nueva y mejorada versión de un srcocodrilo...

sábado, mayo 21, 2011

Aquellos hombres locos

Acabo de terminar de ver las cuatro temporadas grabadas hasta ahora de Mad Men, la serie creada por Matthew Weiner (guionista de Los Soprano) para la AMC. Dentro del boom de series de televisión de los últimos diez años, se la considera como una de esas series “serias” –es decir, un drama-, al lado de los mencionados Soprano o The Wire, y lejos de otras series de suspense como Perdidos, Fringe o Prison Break, o cómicas como Big Bang Theory, Cómo conocí a vuestra madre o Weeds. A trece capítulos por temporada, esto hace cerca de 40 horas de Mad Men, y puedo decir que no le sobra ni una.

El argumento, de primeras, no resulta especialmente atractivo: La serie transcurre en una agencia de publicidad de Madison Avenue en los años sesenta, época convulsa en los EEUU, con los abuelos contando batallas de La II Guerra Mundial, la Guerra Fría en directo en los televisores y los niños preparándose –aún sin saberlo- para ir a Vietnam. Esta época también vio el nacimiento de la sociedad de consumo, y qué mejor balcón para asomarse a estos años que una agencia de publicidad que gestiona míticas campañas de marketing. Algunas de las campañas son reales y otras se inspiran en ellas (aunque la agencia no lo es), pero curiosamente todas las empresas que acuden a la agencia de Sterling Cooper son empresas actuales… buen marketing para empezar, ¿no?



Hablando de anuncios, la propia serie es un gran anuncio de sí misma (y aquí empiezan los atractivos). Muebles bar en cada escena, locales oscuros con atmósferas de humo, barrios residenciales donde siempre hace sol y la ropa siempre está bien planchada. Una época dorada, el sueño americano en cada casa y la cocacola fría en la nevera. Todos los personajes fuman, ellos y ellas, todos son guapos y lo que es más difícil: elegantes. Todos queremos estar en Mad Men, y ese es uno de los ganchos de cualquier serie que se precie (quién no quería estar en el Oceanic 815 –y sobrevivir, claro está-, y quién no querría tener a Mónica y a Rachel como vecinas…). La serie hace buena la frase de “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Si añoramos la época dorada del cine, ¿por qué no volver a ella? Bogart, Bacall, Hayworth, Stewart… los galanes del cine y las mujeres fatales nunca han estado de más, pero eso sí, los diálogos han de estar actualizados. Son diálogos de los 60 pero escritos en el s.XXI, y aquí tenemos otro punto a favor. Los diálogos son un lujo. Todos los frases tienen frases lapidarias, pensamientos arrolladores, pero manteniendo cada uno su propia voz. “Mad Men quotes” devuelve 4 millones de entradas en Google. Esta gente no escribe guiones de televisión, escriben literatura.

The reason you haven't felt it is because it doesn't exist. What you call love was invented by guys like me to sell nylons. You're born alone and you die alone and this world just drops a bunch of rules on top of you to make you forget those facts. But I never forget. I'm living like there's no tomorrow, because there isn't one.

La historia evoluciona sin prisa, y por ahora las ideas no se les han agotado. En ese sentido funciona como Cuéntame, cuya narración va cambiando porque los tiempos van cambiando (de telón de fondo tenemos a los Kennedy, Marylin, Vietnam, los hippies, Warhol…) Al principio de la serie, sólo somos capaces de ver gente que fuma y bebe todo el tiempo pero según se avanza, como si nos detuviéramos largo tiempo a mirar un bodegón, se adivinan las marcas del tiempo: El sueño americano está lleno de borrachos, úlceras, infartos y cáncer. También los tipos duros con traje y corbata se morían, y no sólo por disparos de mafiosos. Y también las rubias americana, felices en sus barrios residenciales, tenían que ir al psiquiatra porque la vida se les caía encima y no sabían que hacer con ella y tanto tequila las estaba mareando. Así que durante la primera temporada lo tenían fácil para hacer capítulos: bastaba con tirar de imaginario común. Hay un par de escenas de la primera temporada que casi la resumen: En la primera, una madre prepara los espaguetis de sus hijos. Mientras mueve la pasta para que la salsa de tomate se mezcle bien, usando cubiertos con las dos manos, sujeta el cigarrillo con la boca. Cae la ceniza y no hay mano que evite que caiga en la comida.

En la segunda, una familia está pasando una agradable tarde en un parque. Brilla el sol, cantan los pájaros, y ellos descansan su almuerzo, echados sobre un enorme mantel, mientras comentan lo bien que están, lo mucho que les sonríe la vida, y lo relajante que resulta pasar un día rodeados de naturaleza. Deciden irse, y los niños y el padre llevan las cosas al coche, la madre se queda atrás, mete toda la comida que ha sobrado en la cesta de mimbre y antes de irse sacude bien el mantel, dejando todos los restos de comida y envases vacíos en medio del parque. El coche pone rumbo casa y la cámara enfoca la puesta de sol.


Aunque hay una serie de personajes que permanecen durante las cuatro temporadas, y llegamos a conocer retazos de la vida de varios de ellos, la serie no es coral. El personaje principal es Don Draper y los demás son secundarios; la serie gira alrededor suyo, de su vida profesional y también de su vida personal. Es su historia aunque a veces para contárnosla se detenga en otras ajenas, que completan el relato. Basada ligeramente en un personaje real llamado Draper Daniels. Él llegó a ser el director creativo de la agencia de Leo Burnett, responsable entre otras campañas, de la mítica del Hombre Marlboro, pero esto es sólo un inútil apunte para iniciados. Don Draper ha conseguido convertirse en el nuevo ícono de la masculinidad, lo cual le da mucha publicidad a la serie, pero a la vez es un personaje muy complejo que da para varias temporadas, sin por ello dejar de ser coherente. Además a Don lo rodean toda clase de mujeres, Betty su exmujer, Peggy su protegida, sus diversas amantes o Joan, la explosiva jefa de secretarias, todo para ofrecernos un completo catálogo del sexo débil. La serie al final, como cualquier obra que se precie, nos habla de nosotros.

Don Draper (about teenagers): The truth is, they’re mourning for their childhood more than they’re anticipating their future, because they don’t know it yet, but they don’t want to die.

Pero sobre todo, la diferencia entre Mad Men y otras series como por ejemplo Perdidos, es que mientras la segunda vivía de la promesa de contar una buena historia en el siguiente capítulo, de esa promesa de la acción que está por llegar será la buena, Mad Men directamente la cuenta. No tiene prisa en narrar los acontecimiento pero tampoco se detiene en escenas banales (y si lo son, están llenas de detalles que hacen que merezcan la pena), no le concede importancia al final de cada episodio, en el sentido de que el punto álgido del argumento no llega al final y precisamente por eso tiene los mejores finales que he visto. La única música de fondo se escucha al cerrar cada uno, y acostumbran a ser canciones de la época que sirven de rúbrica emocional. Los guiones son sólidos, y aunque completos, no llegan a abrumar con excesivos personajes o demasiados acontecimientos, y así como en Perdidos siempre tenías ganas de ver el siguiente para ver si ocurría lo prometido o insinuado, con Mad Men uno quiere ver el siguiente capítulo simplemente para comprobar si es tan bueno como el anterior. Cuando hayáis visto un par de ellos, veréis a qué me refiero.

viernes, mayo 13, 2011

F1 - 2011. II

Termina la temporada asiática y entramos en la europea, 10 carreras (incluida Canadá en medio) que representan el grueso del mundial; 10 carreras (ahora ya solamente 9) que les quedan a McLaren y a Ferrari para tratar de llegar a las 6 últimas – por Asia y Sudamérica – con algunas opciones de optar al mundial.

Opciones que a día de hoy parecen muy lejanas para todos ellos menos para uno, y es que Vettel y su 3 de 4 en victorias y 4 de 4 poles mete miedo. Casi dobla en puntos a su compañero de equipo, y el que más de cerca le sigue es Hamilton… a casi dos Grandes Premios de diferencia. Y lo peor de todo, que no da muestras de flaqueza. En China cedió, pero en Turquía no tuvo ni que sudar para llevarse otra cómoda victoria.

Eso sí, las carreras están siendo infinitamente más interesantes que en años recientes, la cantidad de adelantamientos en pista y la variedad de estrategias de neumáticos hacen no sólo el trabajo más duro a los comentaristas (Lobato, como siempre, navega en nubes de vapor de sidra admirando a su particular pirámide con ojo alonsista) y a los realizadores de TV, sino que hace que uno se vea las carreras con ganas. Y este año, más que nunca, resulta imprescindible la tabla de tiempos que ofrece la FIA online. Sin ver el vuelta a vuelta que hace cada uno en las vueltas próximas a los cambios de neumáticos, estamos como un pulpo en un garaje.

China
Y por fin llegó el GP en el que Vettel no ganó.



Un error clamoroso en la estrategia de paradas en boxes privó al alemán de cosechar un pleno en la temporada asiática. Saliendo desde la pole, cedió en la primera curva ante los dos McLaren, lo que al parecer le obligó a optar por ir a dos paradas para recuperar la primera plaza (sospecho que podría haberlos adelantado en carrera, pero en fin).



Antológica también fue la cagada de Button, que perdió plaza con Vettel por parar en el hueco del Red Bull en lugar del suyo en la primera parada. Tras el primer baile de paradas, emergió como líder Rosberg, que había parado antes que nadie. Pareció incluso estar en condiciones de luchar por la victoria hasta que retrasó mucho la tercera parada, y vio como los McLaren y los Red Bull le pasaban en las últimas 15 vueltas. Massa también cuajó una gran actuación, y parecía luchar de tú a tú con los primeros, hasta que su equipo decidió que él y Alonso tenían que parar sólo dos veces, lo que los condenó a sufrir un intolerable desgaste de ruedas en las últimas vueltas. Hamilton, muy fuerte toda la carrera, alcanzó el liderato a cuatro vueltas del final, tras superar a un Vettel que se quedaba sin ruedas. Victoria trabajada, sin duda.

Mención aparte merece Webber. Salió el 18, tras quedarse en la Q1 el sábado y sin explicación aparente. Como parte positiva, esto produjo que se ahorrara juegos de gomas para el domingo, pero de ninguna manera esperábamos que fuera a remontar como lo hizo, hasta llegar a la tercera plaza al adelantar a dos vueltas para el final a Button. Vettel, su compañero y poleman, se le quedó a dos segundos. Una vuelta más y el australiano se hubiera podido mear en la oreja de todo su equipo, pero no fue así. No obstante, el cajón fue un premio soberbio para el australiano en, probablemente, su mejor carrera.



Turquía
Nuevo y cómodo dominio del alemán Vettel. Primera línea para los Red Bull el sábado, seguidos de Rosberg, Hamilton, Alonso y Button. Webber cedió la segunda plaza al Mercedes en la salida, que en seguida sufrió de una degradación brutal de neumáticos, y tanto el australiano como Alonso lo superaron antes del primer cambio de ruedas. Mercedes tiene mucho que mejorar en desgaste de sus Pirellis.

Hamilton cometió un error en la salida y cedió plaza con Alonso; hasta el primer reportaje se limitó a defender su plaza con un Button que no le tenía ningún respeto. Lucha bonita entre los McLaren, pero por la 5ª y 6ª plazas, y es que los de Woking bajaron rendimiento con respecto al anterior GP.

En la lucha por el podio, Vettel no tuvo rival (si acaso Webber se le acercó antes del primer cambio de neumáticos), y en la lucha por la segunda y tercera plazas, Alonso sorprendió a propios y extraños plantando cara al Red Bull, e incluso sobrepasándole tras el segundo cambio. Hasta el tercero aguantó, y al cuarto tramo de carrera el australiano, que guardaba un set de gomas duras nuevas (no así el asturiano, que las tenía usadas), le superó y recuperó su plaza. Hamilton, Button y Massa, destrozados por problemas en boxes, terminaron 4º, 6º y 11º respectivamente. Rosberg, impecable, se coló 5º y por lo demás, destacar el noveno puesto de Buemi y el 10º de Kobayashi, que salió el último desde boxes.



Mucho tendrán que cambiar las cosas si alguien quiere acercarse a Vettel. Ferrari parece haberse acercado en Turquía, pero sólo a Webber, el alemán queda aún lejos. McLaren se ha descolgado un poco y tendrá que apretar para volver a rendir a buen ritmo y Mercedes, perdón, Rosberg, por fin se han entonado. Mucho se esperaba de ellos tras la pretemporada y el excesivo desgaste de neumáticos (opuesto a su excelente rendimiento a una vuelta) es un serio handicap.

Del resto de pilotos, comentar que Schumacher ya debe ir pensando en la retirada. En Turquía se dedicó a chocar con todos los coches que tuvo a mano, y a ceder plazas en la pista de forma alarmante. Petrov, Buemi, Barrichello, Massa o Sutil son sólo algunos de los pilotos con los que se “tocó” durante la carrera. Renault están un poco por debajo de lo esperado, y no se acercan al cajón como hicieran en las dos primeras carreras. Kobayashi ha firmado cuatro carreras impecables, y Buemi está sorprendiendo gratamente y ya ha puntuado en dos carreras (ojo Alguersuari).



Da la sensación de que los equipos se van acostumbrando a los neumáticos Pirelli. El sábado está perdiendo peso en favor de guardarse un buen juego de ruedas nuevas de más para el domingo. Ya sabemos que ya no se premia parar más tarde, sino antes, y la idea de ir largo o ir a una parada de neumáticos menos que el resto es la mejor manera de suicidarse. Este año se puede adelantar en pista, así que para todos (salvo para Vettel), ahí se jugarán los resultados: en el rebufo y en la apurada de frenada.






El líder de la VBRL sigue siendo el Grand Mächaka, pero parece que si este año quiere alcanzar el doblete va a tener que pelear más duro. Tras dos primeras carreras venciendo con autoridad, en la tercera tuvo que compartir la gloria con el F1 Niki Lauda. Pero a la cuarta, y tras el cambio sustancial del MOR-through para esta temporada VBRL3, siendo propuesto por el pero equipo de la tanda, todos sus perseguidores han recortado distancias. Consecuencia: tras cuatro carreras hay seis equipos en veinte puntos. El año pasado, a esta altura, sólo tres equipos se mantenían a tan poca distancia del líder.

El MOR-atp, sin causar grandes estragos en las puntuaciones, y no quitando por ahora más de 9 puntos, parece equilibrar los resultados. Pero eso sí, los equipos no pueden subir su puntación de forma infinita, así que tras cuatro carreras sin sanción, algunos de los equipos sufrirán tarde o temprano el nuevo castigo diseñado por el contubernio de la VB.

Mención aparte merece La Alquitara Veloz, que tras haber incurrido dos veces el año pasado en sanción por no presentar la alineación a tiempo, ha vuelto este año a no presentarla a tiempo. Todos esperamos que solvente sus problemas económicos, y encuentre un patrocinador que le permita dedicarse a estudiar la alineación con tiempo suficiente.

En el cuadro inferior se muestran las puntuaciones obtenidas hasta ahora, destacando en amarillo las victorias, en rojo las sanciones (la mitad de los puntos a La Alquitara Veloz, por no haber presentado alineación) y en gris los puntos obtenidos en cada carrera previos al MOR-atp. Hay torneo.

martes, mayo 10, 2011

¿Y si no me lo creo?

Una amiga nuestra, hace tiempo, cuando éramos estudiantes y parecía que la universidad duraría para siempre, nos dijo un día que estaba leyendo “El Código da Vinci”. Se planteó el debate sobre la veracidad o no de ciertos temas del libro y ella fue tajante: “me lo creo todo. No creo que haya nada en el libro que sea mentira. Es más, ¿por qué iba a mentir el autor?” Y punto final al debate.

En otra ocasión, veraneando con unos amigos, otra amiga, que no estaba con nosotros en aquel momento, nos envió un mensaje de texto:

Acabo de poner el telediario de Telecinco, y en un reportaje sobre las vacaciones de verano salíais vosotros en la playa.

Yo dije que aquello era mentira, que nos estaba vacilando, y cuando otro de los amigos me preguntó por qué, le dije que simplemente porque no habíamos visto cámaras de televisión en la playa. Mi amigo se quedó en silencio y reflexionó, y al final dijo: “¡es que tú no te crees nada!”. La diferencia entre mi amigo y yo, no es que yo me diera cuenta del bulo y él no, la diferencia era que él estaba más a gusto creyendo aquella mentira que pensando en la anodina realidad: nadie iba a grabarnos para la televisión. Recuerdo que entonces pensé si a veces no sería más astuto creerse las cosas, que saber que son mentira…



A las primeras planas de la prensa saltó hace un par de semanas la noticia del asesinato de Bin Laden y el posterior lanzamiento al mar de su cadáver. No se han mostrado fotos del fallecido, pero hasta parece que la propia Al Qaeda ha confirmado la noticia. A los pocos minutos de la publicación del suceso, ya se podían ver imágenes de celebraciones espontáneas en diversos puntos del globo, especialmente Nueva York. Todo muy de película. Por un lado, resulta difícil creerse toda esta operación, diez años después del 11-S, con Bin Laden viviendo en un chalet cerca de oficinas de policía paquistaníes en lugar de en una cueva en los montes de Afganistán. Pero por otro lado poco importa que sea real o no, se trata de un símbolo. Un símbolo él, y otro símbolo su muerte. Yo no creo que vanagloriarse de ciertas muertes sea lo más cabal, y aunque entiendo que la ex mujer de un bombero del FDNY fallecido en el 11-S piense que se ha hecho justicia, no creo que los líderes del mundo con Obama a la cabeza deban considerar el suceso como “una gran noticia”.

Pero iría más allá. Nunca he entendido yo muy bien cómo funciona esto de Al Qaeda. Tal y como la prensa lo pinta, es una especie de Internacional Terrorista Islámica, que comete atentados en cualquier parte de la esfera terrestre: EEUU, Reino Unido, España, pero también Marruecos, Kenia, Indonesia, Pakistán, o donde sea necesario. Según parece, Bin Laden y los suyos dirigían, entrenaban y suministraban armamento a toda una red de células terroristas, pero sin moverse de unas montañas en Afganistán. Algo así como si el Comandante Cobra fuera el malo del Inspector Gadget; un tipo sin cara que no se mueve de su silla, que nosotros no sabemos dónde vive, pero que él todo lo ve y todo lo sabe gracias a una pantalla que retransmite lo que sea. Y mientras tanto no deja de acariciar a un gato con su guante de metal.

Esta especie de Cid Campeador del “lado oscuro” ha servido a los gobiernos de todo occidente para justificar aumentos de presupuestos en Defensa, modificación de leyes de protección de datos y privacidad, creación de cuerpos especiales que no tienen que obedecer más que al Presidente del Gobierno, y demás medidas propias de 1984, de Orwell. El doblepensamiento palpable en todo este asunto es alarmante. Cualquier diría que ha habido mucha gente interesada en fomentar la leyenda de Bin Laden y de Al Qaeda, tal y como una madre amenaza a su niño con el hombre del saco. Cuidado, que viene Bin Laden; nos han susurrado durante diez años.

Ojo, con todo esto no pretendo ni mucho menos menospreciar ni ignorar los tristes atentados que han tenido lugar en esta última década en diversas ciudades. Simplemente me quejo de la explicación tan “simple” que se nos ha dado del tema: hay una mano oscura que todo lo abarca, y ellos nos atacan a nosotros porque sí, porque son malvados y eso es lo que hacen, atacar porque sí. Y otra cosa más. Tampoco creo que el tratamiento que le han dado a Bin Laden ayude en absoluto a cerrar la brecha que se está abriendo entre Occidente (laico-cristiano) y el mundo Islámico (Oriente Medio, parte de Asia y parte de África, zonas en las que abundan países del Tercer Mundo).

Al que no le parezca que este tratamiento de Occidente es erróneo, habría que contarle la historia de un antiguo líder rebelde. Vivía en Oriente Medio y al parecer defendía a un puñado de insurgentes, esclavos de hecho, a los que llamaba a rebelarse contra el poder establecido con máximas como “todos somos iguales”, o “ellos no tienen más derechos que nosotros”, o “tú tienes derecho a vivir tan bien como ellos”. Ese hombre ganó en importancia hasta el punto de que los gobernantes de la época decidieron acabar con él, creyendo que así se acabaría la revuelta. Nada más lejos de la realidad, su historia fue creciendo y fueron naciendo leyendas alrededor suyo, la imagen que quedó de él tras su muerte inspiró a mucha gente y les invitó a seguir luchando contra esa diferencia de clases, hasta que siglos después esa nueva corriente religiosa, inspirada por aquel hombre y los mitos sobre su vida, se convirtió en el poder establecido, dando la vuelta a la tortilla.

Seré una persona escéptica, que recela de creerse las historias y las opiniones que le llegan demasiado mascadas y digeridas como para que no resulten sospechosas, pero mirad las fotos de la gente acudiendo a la casa de Bin Laden, así por curiosidad, pero sin darse cuenta de que quizás están comenzando una especie de peregrinación, una especie de rito, y reconoceréis que todo esto resulta un tanto irónico.

martes, mayo 03, 2011

Sergio y Estíbaliz

Sergio, como muchos otros chavales de provincias, se fue a Madrid a estudiar sus años universitarios. La facultad de periodismo de la capital de provincia de turno que le quedaba más cerca de casa no cubría sus expectativas, y mucho menos la capital en sí. Madrid se abría ante él como una puerta al infinito, donde se puede hacer de todo y uno nunca se cansa de ver cosas nuevas. Esto fue lo que le contó a sus padres y ellos le creyeron, o al menos le dejaron partir. Una vez allí, la falta de capital y la falta de ganas transformaron aquel anhelo en un simple hay más bares de los que te puedas imaginar, aunque tampoco aquello estaba mal.

Y fue en uno de ellos donde conoció a Estíbaliz. De Madrid de toda la vida, vivía cerca de la calle Princesa, y todas las mañanas de su vida, desde que era niña, se había despertado viendo por su ventana el Templo de Debod. Sus inquietudes de juventud (o la carencia de ellas) la habían llevado a estudiar Psicología. Estaba celebrando que había terminado los exámenes de febrero con unos amigos. El niño gusano tocaban en el escenario, y Sergio bebía con el codo apoyado en la barra. Ella llegó a su lado, le pidió al camarero un botellín y sacó un cigarrillo. Él le dio fuego.

Cuatro años después, habiendo terminado los dos la carrera y tras cuatro meses de búsqueda estéril de trabajo, los padres de Sergio se pusieron manos a la obra y tiraron de contactos para encontrarle un trabajo al chaval de comercial en una gran empresa local. Él tuvo que abandonar su sueño de ser el nuevo Iñaqui Gabilondo; ella aceptó probar la vida en un pueblo (de unos 200.000 habitantes) y su madre lloró un poco en la estación de tren. “Cuídamela, que es mi única hija” le recordó a un comprensible Sergio.


La vida en el pueblo (Estíbaliz tuvo que dejar de llamarlo así cuando vio que a los locales no les hacía mucha gracia) era placentera para los dos. No se podían negar los beneficios de vivir en una ciudad más pequeña: los pisos eran más baratos, las distancias más cortas, la relación con los vecinos más amistosa y cercana, y los bares y restaurantes mucho más accesibles. Sumando a todo esto que Sergio cobraba bien, aunque también es cierto que Estíbaliz tampoco tenía mucha suerte encontrando trabajo allí, se puede decir que disfrutaban la vida. Salían a tomar un vino casi a diario, solos o con los amigos de Sergio, que recibieron calurosamente a la extranjera, y cenaban fuera unas cuatro veces por semana. Durante el día, ella ocupaba su tiempo en hacer cursos a distancia, en buscar trabajo (y en eso sus suegros hacían lo que podían por ayudarla) y también se encargaba de más tareas domésticas. Él por su parte, aprendía el oficio poco a poco y le empezaba a picar e gusanillo de las ventas, los variables y las primas.

Tan bien les iba que al año decidieron comprarse una casita. En las afueras (pero claro, no muy lejos del centro) y además una verdadera casa, nada de esos pisos en los que se meten hoy en día los chavales en las ciudades, que parecen ataúdes. Tenían su jardincito, sus dos pisos y su azotea, y allí cabían ellos enteros con sus propiedades: la televisión, la nevera, la lavadora, un sofá, una mesa baja, una play 3, una wii, una cama, dos mesitas de noche, dos flexos y siete macetas de maría.

Otro año pasó y ya eran dos sin que Estíbaliz encontrara trabajo, lo que la llevó a pasar del agobio a la desesperación y más tarde y mirándolo por el lado bueno, al desdén que sentía ahora. Afortunadamente los ingresos de Sergio suplían con creces la falta de un segundo sueldo, y su progresión en la empresa era más que notable. El director comercial, amigo de la infancia de su padre bien lo sabía, y no había tenido que interceder lo más mínimo en su carrera; él sólo se había ganado un puesto a su lado, como comercial de exportaciones. El aspecto negativo de todo esto para Sergio y Estíbaliz era que ahora él debía viaja mucho, y cada mes se pasaba una semana fuera en algún país de Sudamerica. Fue a la vuelta de uno de sus viajes que Sergio le regaló a Estíbaliz un perro, Machete. Un precioso cachorro de American Stanford que se comía los pomos de las puertas y las patas de madera de las sillas (lo que arreglaron yendo una tarde al Ikea y comprando media docena de sillas plegables de plástico). Dormía fuera en el jardín (que juguetonamente barrió a la segunda semana y permitió que lo cambiaran por un césped artificial mucho más agradable) salvo la semana que Sergió viajaba, en la que Estíbaliz lo dejaba entrar a dormir para que le hiciera compañía.

Al tercer año la pareja estaba sumida en una más que envidiable estabilidad. Él tenía su buen trabajo, con lo que ella no necesitaba trabajar; una señora les ayudaba con la casa un par de veces por semana y para comer se las apañaban como podían, tirando de los tupper que la madre de Sergio les tenía preparados todos los domingos, día de comida familiar. Machete ya era todo un perro, al que tenían que sacar con su bozal y su correa cogida al cinturón para que no se escapara y triturara cualquier cosa que se le cruzase a su paso. Sergio tenía que viajar cada vez más y los fines de semana que pasaba en casa necesitaba juntarse con sus amigos, cosa que Estíbaliz comprendía. Allí se juntaban media docena de chavales con bandejas de maría, diez litronas en la nevera y el motero de Telepizza que se sabía el camino de memoria. Entre semana Estíbaliz había conseguido terminar el wii sports, el wii sports academy y el wii sports masters gold academy, además de haber conseguido siete medallas de oro en su granja de facebook por su excedentes productivos de zanahorias, maíz y ovejas. Había adquirido la agradable costumbre de tener siempre una botella de vino blanco abierta en la cocina, para cocinar. Los sábados, Sergio y sus amigos habían conseguido que el Barcelona, ascendido a país, ganase el mundial de fútbol en doce ediciones consecutivas, el primer equipo en ganar todos los campeonatos mundiales de medio siglo, un récord histórico sin duda alguna. La vida les sonreía, pensaban al acostarse por las noches.

Cierto viernes por la tarde, Sergio llegó a casa y se encontró a Machete en el salón. Debía de llevar unas cuantas horas encerrado en la casa, porque había tenido tiempo de comerse una pizza (con caja de cartón incluida), abrir la carcasa de la play, esparcir los cogollos por todo el salón y mearse en el sofá. Un mando de la wii nunca llegó a aparecer. Machete, visiblemente relajado, mordisqueaba los restos de un nota que Sergio sólo se atrevió a hojear una vez el perro se hubo cansado. La cogió haciendo pinza con dos dedos, como si aquella nota babada fuera una prueba en la escena del crimen. Ya sólo se podía leer una frase: “… y tampoco me escribas.

Estíbaliz”

Al día siguiente el F.C.Barcelona conquistó su decimotercer mundial de fútbol consecutivo.

martes, abril 26, 2011

Reflexión política #15

Uno piensa que uno de los mejores detectores de votantes de derechas en este país, es escuchar la manida frase de "la verdad es que da igual que sean de derechas o de izquierdas, todos los políticos son unos corruptos."



Y no es que piense que no haya políticos de izquierdas corruptos (mi indulgencia no da para tanto), sino que intuyo en esa frase, un cierto intento disimulado de perdón. Y ahí sí que soy firme: la corrupción castiga a la derecha como no castiga a la izquierda (algo que ya he escrito, no sé si en el blog o en un correo, y ya me ha respondido en desacuerdo alguno de los otros miembros de este contubernio, pero todavía no me habéis convencido de lo contrario). Y si no, preguntadle al curita.

Así que dando vueltas a lo de la corrupción, y a la cantidad de corruptos que tenemos de cada signo político, voy y me encuentro con este interesante artículo y este mapa de El Mundo (je, je). Resulta interesante porque realiza un resumen de los principales casos de corrupción de este país, y resulta interesante también porque las regiones más invadidas, aparentemente, por la corrupción son: Málaga, Murcia, Valencia, Baleares, Galicia y Madrid. ¿Alguien nota algún nexo común?

Pero no contento con este mapa seguí buscando mapas de la corrupción española, hasta llegar a este wiki y su mapa correspondiente. Y aquí la cosa se iguala, el mapa ya no es tan azul y aunque la gaviota siga ganando, la conclusión a la que hay que llegar es obvia (teniendo en cuenta que el PP gobierna en más regiones que el PSOE): La corrupción, efectivamente, se pega al poder. Y para añadir más leña al asunto, también aparecen nombres como UPN, CC, CIU y PNV... vamos, que hay para todos.


Alguien hablaba estos días de la alternancia política como único remedio para luchar contra la corrupción. Pero creo que no es suficiente, la corrupción no sólo se pega poder, sino que además lo hace rápido. Por otro lado, siempre me acuerdo de una frase de Boyer; decía algo así como que en este país, si seguimos bajando el sueldo de los políticos, al final sólo los subnormales querrán ser ministros. Y en base a esta frase, no dejo de imaginarme al político de provincias de turno, viajando en clase turista (al menos así desearíamos los votantes) de camino a Madrid un domingo por la tarde, viendo como todos los yuppies de menos de treinta años que trabajan para bancos y telefónicas y demás empresas que especulan y no producen bienes y no tienen ni idea de qué va el mundo, le pasan por delante de camino a sus asientos business. ¿Qué querría hacer el politicucho de turno? ¿Cómo parar esa envidia y esa ansia de poder? ¿Basta con cambiar el voto cada 4 años?

domingo, abril 17, 2011

Reflexión política #6

No comprendo cómo el PSOE puede apostar por Jaime Lissavetzky para la alcaldía de Madrid.




Su perfil político es bajo y sus resultados como Secretario de Estado del Deporte son nefastos. Su imagen pública se limita a aparecer en cualquier parte del mundo allá donde un español haya ganado alguna final.

Los principales logros recientes del deporte español se deben a los llamados "deportes profesionales", aquellos gestionados desde iniciativas privadas (fútbol, baloncesto, tenis, F1...) Los que dependen de la ayuda del Estado (a través del Plan ADO, por ejemplo) como el atletismo, la gimnasia y la natación, no sólo han cosechado peores resultados que hace una década, sino que además están quedando ensombrecidos por el dopaje.

El PSM no levanta cabeza desde el Tamayazo.

viernes, abril 15, 2011

F1 - 2011. I

Arranca el mundial de F1 de 2011 y tenemos dos formas de resumir este inicio: la corta y la larga.

Versión Corta:

Vettel y su Red Bull están barriendo.



Versión Larga:
  
Australia
El sábado calificaron los Red Bull y los McLaren por delante, y así como para Vettel y Hamilton y su estrategia de dos paradas del domingo les deparó una tranquila carrera, Button sufrió un Go-through por atajar una chicane en su duelo con un sorprendente Massa, y Webber… Webber está como un pulpo en un garaje. Su inexplicable estrategia de 3 paradas le reventó la carrera en su GP en casa.



Tercero llegó Petrov, consiguiendo el primer podio de su carrera y demostrando que en Renault (a pesar de que Heidfeld cayera en la Q1) han hecho los deberes. Cuarto fue Alonso, el primero de los que hizo tres paradas, y salvo por el “fácil” adelantamiento que le hizo a Massa y su mala salida en la que perdió cuatro posiciones, su actuación fue notable.

Del resto de coches, a destacar la actuación increíble de los Sauber, que finalizaron séptimo (Pérez) y octavo (Kobayashi). Tan sorprendente que al terminar, los comisarios los descalificaron debido a que su alerón inclumplía la normativa. No obstante, Pérez y su única parada fueron la gran sorpresa del fin de semana.


Malasia
Nuevo dominio aplastante de Vettel, que no sufrió desde su salida en la pole hasta su llegada 5 vueltas más tarde. Por detrás vimos unos bonitos duelos entre los Renault, McLaren, Ferrari y Webber.

Heidfeld se puso segundo en la salida y aguantó hasta el primer cambio de neumáticos, aunque luego quedaría en un segundo plano hasta el último tramo de carrera. Del resto, Los Ferrari parecían tener un mejor ritmo al principio de la carrera, y parecen consumir menos gomas debido a que paran más tarde en cada tanda pero según avanzaba la carrera se vinieron abajo y los McLaren salían reforzados. Se repetía el mismo esquema: McLaren empiezan la tanda con nuevas gomas más fuertes, según se avanza los Ferrari recuperan distancia, los ingleses paran antes que los italianos sin que estos les lleguen a superar y vuelta a empezar.

Ya en el último tramo, con Button segundo gracias a una excelente estrategia, Alonso rompió el alerón delantero en una forzada maniobra para superar a Hamilton en su lucha por el tercer puesto. El asturiano se había quedado unas vueltas antes sin el alerón móvil, lo que le complicaba la maniobra. Hamilton, caería también puestos atrás en la clasificación debido a un deterioro extremo de neumáticos. Así que al final, el tercer lugar del cajón fue para Heidfeld. Le siguió un Webber condenado a fracasar con una estrategia ¡a cuatro paradas! y después Massa.




Parece claro que en este primer tramo de mundial Vettel está por encima de los demás, y hay cuatro equipos en una lucha más o menos igualada: Webber, McLaren, Ferrari y Renault.

Desastroso inicio de Mercedes, que prometían mucho en pretemporada y apenas han conseguido un par de puntos. Creo que este año Schumacher tampoco volverá a ser campeón del mundo. Y más atrás, pues la situación no la tengo aún muy bien identificada, aunque parece claro que los Sauber estarán en los puntos de forma habitual, los Force India puede, y alguna vez también los Toro Rosso. Vaya, tras leer este párrafo, parece que la cosa no ha cambiado tanto con respecto al año pasado.

Y en cuanto a los neumáticos, pues todavía me reservo mi opinión. Está claro que Ferrari a una vuelta (en calificación) tiene mucho que mejorar, pero que luego en carrera tienen un ritmo incluso mejor que los McLaren. Aún así, mientras sigan obligados a adelantar en pista, estarán condenados a asumir riesgos, y eso entraña problemas.

El alerón móvil, por su parte, parece estar dando un buen resultado, ya que ahora se ven más adelantamientos. De todas formas, yo apuntaría a otro sospechoso como culpable: el doble difusor. Con una aerodinámica trasera más restringida, da gusto ver a los coches cogerse el rebufo; hacía años que no veíamos esto.








En la VBRL todo sigue igual… o no. Las dos victorias del Grand Mächaka hacen suponer, de un primer vistazo, que nada ha cambiado en la liga virtual más codiciada de la red, pero una mirada al segundo puesto revela que un profundo cambio ha tenido lugar.



En efecto, el equipo de Noreña, patrocinado por el Foro Ciudadano de Asturias, sigue de cerca al vigente campeón. También destacar la excelente actuación del equipo debutante de este año, el Patri Glamour. El hecho de que su sede esté situada en Trubia, hace suponer que sus coches llevan los mejores sistemas de audio, las más brillantes llantas y los más ruidosos escapes de la parrilla, pero por ahora está demostrando que tienen mucho más.

Más abajo en la clasificación, La Alquitara Veloz y el Williams (desodorante), libran una encarnizada batalla por lograr el primer MOR-through de la temporada que ahora asigna el último de la tabla. La semana que viene sabremos quién se lo lleva… y quién sigue de farolillo rojo.

domingo, abril 10, 2011

Modernos, modernos, modernos....

... a que no adivináis dónde estuve ayer?



Pues sí, una persona que no distingue entre McLaren y Mercedes GP, que confundió a los teloneros con los mismísimos Arcade Fire, y que ayer ni siquiera sabía que tenían un 3º disco, se lo pasó teta por 40 dólares a 30 metros del escenario.

No sigo el tema así que seguramente ya estén pasados de moda o quizá al contrario, sean famosos y "a mi me molaban más cuando nadie les conocía". Pero yo digo lo que ví: un grupo de gente danzando sin parar en el escenario, tocando con una fuerza increíble, moviéndose febrilmente, sudando y bailando y haciendo que la gente disfrutase como nunca, con mucha más intensidad que en cualquier concierto de rock o heavy o lo que sea que yo haya visto, con todos tocando casi todos los instrumentos, con dos baterías, tambores, bombos, xilófonos, teclados, violines, guitarras, bajos (lo siento Bert)... un grupo que, mejor o peor que le salga, desde luego no se puede decir que se adhiera a fórmulas comunes y preestablecidas. Incluso alguien como yo que tampoco les conoce en exceso disfruta como un niño pequeño en un concierto suyo, y eso tiene muchísimo mérito. Lástima que no os pueda poner la canción entera porque ocupa demasiado.

Menos Justines Bieveres y más Arcade Fire, por favor.

El próximo día os cuento cómo aprobé al 4º intento el test sobre Acoso Sexual y Discriminación de la universidad de Colorado. He aprendido tanto...

viernes, abril 08, 2011

Reflexión política #2

A mediados de los noventa, el PP sólo pudo arrebatar el gobierno al PSOE, con la ayuda de parte del poder judicial (Garzón) y del poder mediático (Pedro J.), haciendo uso de dos fantasmas: el terrorismo (los GAL) y la corrupción (Filesa).

Casi veinte años después, las portadas de El Mundo se llenan con dos historias: Faisán y los ERES.



Lo de siempre: nuevos planes, idénticas estrategias.

sábado, abril 02, 2011

Gentrificación mental

Al igual que ocurre con los barrios en las ciudades, la mente (y el hombre por extensión), experimenta un proceso análogo a lo largo de su vida.

Durante la infancia somos primarios y básicos. Cuesta ver la diferencia entre el bien y el mal, y sólo obedecemos a nuestros instintos. Sin pasado e incapaces de comprender el concepto de futuro, el presente ocupa todas nuestras necesidades y esfuerzos, lo que nos incapacita para progresar por nosotros mismos.

Al llegar a la adolescencia, nuestro barrio mental se llena de nuevos y emocionantes vecinos. Empezamos por música y cine y quizás también literatura (incluso tebeos), pero más adelante, y extendiéndose durante la época de la universidad, los vecinos nuevos se incluyen también a la política y a la sociología. Son ideas atrevidas y provocadoras las que nos ocupan, y las utilizamos para diferenciarnos de los demás; bien sean las mentes burguesas de nuestros mayores, o del resto de mentes vanguardistas de nuestros coetáneos. Un pasado infantil que ya hemos dejado atrás y apenas recordamos o evocamos, un presente emocionante y un futuro prometedor nos rodean.

Más adelante llega el pasado a la era adulta, principalmente marcado por la independencia económica y el comienzo de la vida laboral. Esas ideas vanguardistas y provocadoras comienzan a antojársenos un tanto naifs y, a nuestros nuevos ojos, inútiles para esta nueva vida. Muchas veces se habla de esa época como “idealista”, ya que el pragmatismo se instala ahora en nuestra vivienda. Ideas más conservadores nos pueblan, pues tenemos que preocuparnos por un futuro que nos condiciona en exceso y un presente que pretendemos extender indefinidamente. Nuestro propio pasado se nos presenta como ajeno, como de otra vida o de una película. En contraposición a la época anterior, buscamos la estabilidad y empezamos a resistirnos al cambio. Nuestras ideas ya no viven en apartamentos y lofts con cuatro muebles y una tele cutre, ahora se sientan en sofás de escay y miran a televisores de 40 pulgadas. El inmovilismo.



Por último, ya en la vejez, con hijos crecidos y viviendo su propia vida, con la época laboral terminada sin recompensas ni elogios (más allá de los del día de despedida en la oficina o el taller), muerta en el olvido de todos salvo el nuestro, y con un edificio que se empieza a venir abajo, cañerías obstruidas y fugas por todas partes, las ideas que nos habitan aún nos pueden reservar una última sorpresa. Por un lado, la decrepitud iniciada en la época anterior ha podido aumentar, de forma que al inmovilismo y sedentarismo mental se le pueden haber unido un conservadurismo extremo y una escasez económica, que siempre le quita lustre a uno. Visillos en las ventanas y tapetes encima de la televisión. La biblioteca cerrada con llave y fotos de comuniones.

Pero, ¿y si no es así? Puede ser que esa vivienda maltrecha no cobije a ideas de clase media en decadencia. Puede que, gracias al paso del tiempo, haya adquirido un cierto lustre de sabiduría y un aire de tiempos pasados que fueron mejores, como si nos encontráramos con un piso de techos altos y muebles modernistas en una calle con puestos de frutas y verduras y librerías de anticuario. Ahí, los últimos habitantes de la vivienda, quizá nos pudieran sorprender y permitirnos disfrutar de días lúcidos y soleados, viviendo por encima del bien y del mal, comprendiendo –y por lo tanto resignándonos- el mundo que nos rodea y mirando atrás a nuestro pasado, lo único que nos queda, con cálida alegría. Así al menos, subiríamos el precio del metro cuadrado.