jueves, junio 07, 2007

El proceso (de selección)

Llegué a la cita puntual, siempre queda bien llegar a la hora en punto y mucho más si se trata de una entrevista de trabajo. El lugar era un edificio antiguo. Llamé al timbre y alguien debió tomarse su tiempo para observarme bien desde la cámara porque tardaron unos incómodos segundos en abrir. Crucé el descuidado jardín, y en el recibidor de la casa y tras un mostrador me esperaba sonriente una mujer, buenos días buenos días, "¿con quién tiene usted la entrevista?".

"Con la Srta. Ruiz" le respondí lo más entero que pude. Sin borrar su sonrisa de la cara me pidió que la siguiera, y me abrió la puerta de la habitación más cercana:

-Espere aquí un momento por favor, en seguida le aviso- y se volvió para su mesa sin darme tiempo a contestar. La habitación era muy pequeña y oscura, la luz halógena era triste y la persiana estaba bajada, supuse que para no dejar entrar el calor. Había una mesa de cristal, y una media docena sillas alrededor. No había espacio para nada más. Un hombre y una mujer esperaban también. Saludé, devolvieron el saludo, y ahí se acabó toda la conversación. Sobre la mesa había unas revistas antiguas, ninguna posterior al 2005. Los otros dos y yo nos dedicamos a mirar de reojo la sala, y eso que había poco que mirar, procurando evitar el contacto directo de mirada no fuera a ser que nos obligara a entablar conversación. A él se le veía más nervioso que a ella, no paraba de jugar con un bolígrafo mordido. Ella parecía casi aburrida pero era pronto, dudo que llevaran mucho tiempo esperando. Los dos parecían mayores que yo.

A la media hora entró otra mujer sonriente, de sonrisa más amplia que la anterior, de anuncio de dientes se podría decir. Mirándome directamente a los ojos preguntó quién era Pablo, sonreí, dije que yo y me levanté. "Sígueme por favor". Sonreí a los otros que me miraban con algo de envidia por haber sido reclamado antes, y seguí a la Srta. Ruiz. Atravesamos un pasillo apenas iluminado, gris y con todas las puertas cerradas. Abrió una de ellas, asomó la cabeza dentro de la habitación como para comprobar que estuviera vacía y luego me ofreció pasar primero. Era una habitación similar a la anterior pero mejor iluminada, en lugar de una persiana era una cortina la que tapaba la ventana, con lo que había más claridad.

Durante lo que yo creo que fue una hora me estuvo haciendo preguntas. Se excusó de no poder explicarme en qué consistía el trabajo argumentando que como ellos eran sólo una consultora de recursos humanos, las condiciones del trabajo se me explicarían en posteriores encuentros con la empresa en sí, esto se trataba tan solo de una toma de contacto. Esta toma de contacto la pudo cumplir con bastante información que me fue pidiendo, con preguntas como si tenía novia, qué hacía ella, qué habían estudiado y en qué trabajaban mis padres, qué aficiones tenía, cuál era el último libro que había leído o durante cuántos años había jugado al tenis. Tentado de hablarle de mi encuentro con Nadal opté por no hablar de él. Habría sido demasiada información. Concluyó la entrevista, me dio las gracias y me invitó a pasar a una habitación contigua exactamente igual. "Espera aquí un poco por favor".

Otra media hora aproximadamente tuve que esperar hasta que entró, se disculpó y me invitó a seguirla. Mientras la seguía por los estrechos pasillos de aquella casa me informó de que tendría que pasar un pequeño test psicotécnico, nada complicado. Subimos las escaleras y me ofreció otra habitación igual a las anteriores. "Será mejor que te guarde yo tus objetos personales, normas del test no te preocupes. ¡No te vamos a secuestrar!" río, y sin saber muy bien que contestar, la obedecí; me devolvió una sonrisa aún más radiante y casi cálida diría, para seguidamente cerrarme la puerta y dejarme sólo con la mesa, un bolígrafo y un test. Las preguntas eran algo extrañas, del tipo: Qué frase te identifica más:

a) Me gusta trabajar mucho a solas.
b) Cuando estoy con mis amigos me cuesta mostrar mis sentimientos.
(Por favor, escoge una de las dos respuestas aunque no se ajusten exactamente a tu perfil, gracias).

175 preguntas como esa me cansaron. Al acabar no sabía que hacer, pero al poco de levantar la vista del cuestionario y mirar alrededor entró otra mujer aún más sonriente, me agradeció haber completado el test y me pidió que la siguiera un momentito para otra breve entrevista. No supe que contestar, así que la seguí inexpresivo. En el camino, escaleras abajo me crucé con el chico que había estado esperando más tiempo que yo; no levantaba la cabeza del culo de la chica que lo guiaba escaleras arriba, a realizar el test supuse.

Bajamos hasta el sótano, organizado aparentemente igual que las otras dos plantas, y con su mejor sonrisa y ondeando la melena con un sugerente movimiento de cuello me pidió que entrara en una habitación, exacta a las anteriores, pero con luz artificial. Llegó otra chica a la media hora, tan sonriente como las anteriores o más. Me saludó y se sentó, le pregunté por la Srta. Ruíz y me dijo que ahora estaba ocupada, pero que esto iba a acabar pronto. "No te preocupes, ni que te fuéramos a secuestrar" y rió mucho mejor que la Srta. Ruiz, "Es que tiene mi cartera y mi teléfono" acerté a decir tímidamente, y me respondió como no, que no me preocupara, pero que ahora iba a comenzar con la entrevista.

No sé cuánto tiempo pasó, pero las preguntas fueron exactamente las mismas, juraría que incluso había repetido algunas. Al igual que antes, me ofreció seguirla "para una última prueba" según prometió; me dedicó una sonrisa a la que no pude oponerme. Bajamos otro piso, creo, y me ofreció otra habitación con otro test sobre la mesa. Esta vez las preguntas no eran sobre mí, sino de lógica. Si p->q, no q->no p, y cosas similares. Pasó el tiempo, otra mujer vino a buscarme, y me pidió disculpas, pero había llegado otra persona de la empresa que quería charlar un poco conmigo, nada más. Sonrió, acepté, lo mismo de siempre. Otro piso más abajo me encontré en la misma habitación, pero esta vez había un hombre.

Me sorprendí, le dije que creía que sólo trabajan mujeres aquí y se rió de una manera encantadora. "Que pensabas, ¿que te querían secuestrar?" dijo, y yo reí con él. Fue muy amable, y se preocupó por mí verdaderamente. No me hizo frías preguntas sobre mi carrera, sino que me preguntó por mi novia y mis padres, una entrevista cálida. Al acabar, se acordó antes de despedirse de mí de que tenía un pequeño test esperándome. Acepté encantado, a mí me encantan los cuestionarios, y me pidió que le siguiera, pero esta vez ni habló, sólo esbozó una amable sonrisa. En el piso de más abajo me ofreció una cálida habitación, un poco minimalista en su diseño (sólo había una mesa y una silla) pero sin duda diseñada con criterio y gusto. El test fue apasionante, tenía que elegir entre dos opciones diferentes cuál casaba más con mi forma de ser, y a veces era muy difícil decidirse, la verdad.

Me vinieron a buscar, esta vez la mujer era increíble, con una sonrisa que iluminaba la sala y la seguí sin que me lo pidiera. Bajamos un piso y lo agradecí, ahí abajo el aire era mucho más refrescante. Me dejó pasar a otra habitación, y lamenté que no hubiera ninguna persona esperándome o al menos un test sobre la mesa. Tan sólo había un vaso de agua y un ordenador encendido que tenía escrito el siguiente mensaje: "PIDE AYUDA SI QUIERES, NO SALDRÁS DE AQUÍ NUNCA".

Me han dejado utilizar Internet, así que aquí estoy describiéndoos mi proceso de selección, mientras espero a que otra sonriente mujer venga a buscarme.

3 comentarios:

Álvaro dijo...

Tu recuerda teclear 4 8 15 16 23 42 cada hora y 48' si quieres que te sigan manteniendo a queso y agua.

BJ dijo...

Quien quiere queso y agua teniendo una máquina de porno.
¿sonrisas radiantes, o sonrisas británicas?
Nunca renuncies al seguro dental!!!

mitrulk dijo...

Chico, espero que al menos la entrevista no fuera para barrendero municipal o para ser uno de esos que amablemente vigilan los coches de la gente y que luego salen en la seccion de sucesos del telediario de tele5.

El puesto que te comente el otro dia no se para que empresa era porque no lo ponía, la que reclutaba era una de recursos humanos que se llamaba como te puse en el mensaje, snoop o algo asi?. No ponia demasiados detalles, solo que queria ingenieros junior y que no le importaba la experiencia.